Racha positiva para el cultivo podría redundar en 15% de aumento en la superficie sembrada. Los contratos se están firmando por cerca de 43 mil pesos el quintal.
La empresa Agrotop, con su filial Oleotop, salió al mercado ofreciendo contratos fijos para comprar la producción de la cosecha 2021-2022 con un valor cercano a los US$ 600 la tonelada, equivalente a cerca de 43 mil pesos el quintal, dependiendo del tipo de cambio, precio en línea con el valor de referencia de importación, que corresponde al de la soya en la Bolsa de Chicago.
Con ello se acerca al precio histórico de la temporada 2020/2021 en que se pagó entre $ 44 mil y $ 45 mil el quintal, frente a alrededor de $ 33 mil pesos más usuales.
‘La superficie sembrada se acercó a las 39 mil hectáreas —INE plantea 33.830 en las intenciones de siembra— y, aunque los rendimientos no estuvieron a la altura de lo que se esperaba, los precios estuvieron muy por sobre las expectativas y mucho mejor que en otras temporadas, plantea Max Boehmwald, gerente agrícola de Empresas Agrotop, quien agrega que se estarían completando dos años enteros con precios históricos en los granos.
Buena demanda
Una alta demanda por aceite a nivel mundial, en especial por la soya, a lo que se une un tipo de cambio alto, son parte de los factores que están gatillando los altos precios.
A eso se añade también que la pandemia ha contribuido al alza en los alimentos. También hay que considerar que los aceites y también la colza, raps o canola, como se le llama, se transa como biocombustible, y que en los últimos meses el petróleo ha comenzado a acumular valor nuevamente.
Max Boehmwald explica que el consumo de aceites también está aumentando, especialmente el de la industria salmonera. Así, los precios altos afuera impulsan los valores con que se transa a nivel local.
‘Internacionalmente se produjo una baja en la producción de aceites, lo que provocó un alza en los precios del raps acentuada en los últimos meses de 2020 y en los primeros meses de 2021, por lo que los precios pagados por la importación de aceite en esos meses aumentaron en Chile’, dice un informe de Odepa.
Los especialistas de Odepa agregan que ‘sin embargo, los precios a futuro de raps canola de Canadá indican otra cosa. En el mercado de futuros se observa una baja de 25% entre el valor futuro de la posición de marzo de 2022 y el de este producto en la posición de marzo de 2021’.
Solo para suelos premium
En 2020, la producción local fue compensada con un aumento en valor de 34% en las importaciones de raps, en sus diferentes formas, respecto del año anterior, con US$ 119,44 millones. Estas compras fueron principalmente de aceite, que acaparó el 89%. En total fueron 129.842 toneladas, 21% más en volumen por sobre lo de 2019, plantea un informe de la Oficina de Estudios y Políticas del Ministerio de Agricultura, Odepa.
‘La producción de raps en Chile es una alternativa rentable para los productores; sin embargo, los precios obtenidos en años anteriores han bajado la competitividad de este producto, haciendo que la superficie cultivada en la temporada 2020/21, de acuerdo con las cifras del INE, bajara a las 33.830 hectáreas, la cifra más baja de las últimas nueve temporadas’, advierte Odepa.
Los buenos precios proyectados impactan las intenciones de aumentar la superficie, pero el raps no se da bien en cualquier terreno e implica rotaciones estrictas, lo que impide un aumento mayor.
‘La superficie del raps corresponde a la rotación que hace el agricultor. Aquí el cultivo principal, entre los cultivos anuales, es el trigo, y basados en él rondan los demás cultivos alternativos, como la avena, la cebada, el raps, el lupino. Además, el raps necesita una rotación un poco más larga, porque es muy sensible a algunas enfermedades y a patógenos que viven en el suelo que después se traducen en enfermedades graves que afectan los rendimientos’, señala Max Boehmwald.
De ahí se explican también las grandes fluctuaciones en la superficie para la oleaginosoa. A veces aumenta 5.000 hectáreas y después otras 5.000, y así se va moviendo, con un peak que podría llegar a las 52 mil hectáreas y un piso de 38 mil a 39 mil, como los de la temporada pasada.
‘Es difícil anticipar cuánto pudiera aumentar la superficie. El raps, como es un cultivo muy exigente, no se puede establecer en cualquier potrero. Entonces, desgraciadamente, son opciones que no están disponibles para todos los potreros y, de repente, por rotación, alguien que el año pasado tuvo 200 hectáreas ahora va a tener solo 100 o 300. Eso lo sabe él nomás. Es muy probable que estemos frente a una expectativa de aumentar la superficie, pero cuidando las limitaciones que el cultivo tiene’, señala Andreas Kobrich, secretario general de la SOFO.