Investigadores del INIA, resaltaron necesidad de utilizar semillas certificadas, riego, análisis de suelo y control del tizón, para multiplicar por cuatro los rendimientos. Recomendaciones se realizan en el marco de un proyecto FNDR ejecutado por INIA Quilamapu, con el financiamiento del Gobierno Regional del Biobío.
La sequía y el incremento de precio en los productos, dificultan el escenario para los agricultores. En este escenario, investigadores de INIA Quilamapu, a través de un proyecto FNDR del Gobierno Regional del Biobío, trabajaron en mejorar la productividad del cultivo de la papa en la provincia de Arauco, resaltando las ventajas comparativas de la zona.
El proyecto, que lleva cuatro años de trabajo en terreno, tiene por objetivo entregar a agricultores locales las herramientas y el conocimiento para disminuir sus costos y obtener mejores resultados a la hora de la cosecha.
“A través de estos experimentos nosotros demostramos que, si se hacen bien las cosas, podemos alcanzar altos rendimientos. Por ejemplo, estamos hablando de rendimientos que bordean las 100 toneladas por hectárea, casi 4 mil sacos por hectárea”, destacó el especialista Patricio Sandaña, ingeniero agrónomo y docente de la Universidad Austral, quien participa de la iniciativa.
En cuanto a los énfasis técnicos del proyecto, el coordinador INIA de la iniciativa, Rodrigo Avilés, resaltó que “buscábamos compartir con los agricultores las principales variables
del uso de este cultivo, como el uso de la semilla certificada, el análisis de suelo, la correcta fertilización y el riego”. El cómo lograr un manejo adecuado en ese paquete tecnológico, para lograr nuevos rendimientos, son las énfasis que hemos trabajado en el último tiempo, destacó el profesional.
Día de campo y muestra de resultados
Según detallaron los profesionales de INIA, se han invertido cuatro años de trabajo para identificar las falencias y dificultades de los agricultores locales, y de ver la forma de mejorarlas y transmitir el conocimiento para mejorar la productividad.
Es en este sentido que cobran relevancia los días de campo realizados en el valle Cayucupil en la comuna de Cañete, donde por dos días se trabajó con diversos agricultores, agricultoras y estudiantes de la zona, para compartir los resultados del trabajo en terreno de los investigadores.
Respecto de los beneficios de estas actividades de terreno, la productora Clorinda Neculqueo, de 75 años, y dedicada toda su vida al rubro de la papa, Indicó que “para la edad que tiene uno, está aprendiendo, vamos avanzando la edad y vamos avanzando la tecnología”.
En el mismo sentido, Etelvina Trangulao agregó que es fundamental “seguir las recomendaciones de los técnicos. De hacer análisis de suelo, incorporar más fertilizantes o hacer la mezcla uno, porque uno va al comercio a buscar mezcla no más, que al final uno ni siquiera sabe lo que es”.
Esta iniciativa, que se extenderá hasta diciembre próximo, ya tiene sus primeros frutos. “Productores de Los Álamos nos comentaban que están vendiendo sus semillas certificadas a productores de Hualqui, cercano a Concepción, y en San Ignacio y El Carmen (Región de Ñuble) … entonces, ya se han generado negocios asociados a la semilla certificada en la provincia de Arauco”, añadió el coordinador del proyecto, Rodrigo Avilés.
Próximos pasos
En enero de 2022 se dio inicio a un nuevo programa de transferencia tecnológica para la provincia de Arauco, consistente en una oferta tecnológica y de extensión, pero esta vez “orientado a todos los cultivos en que la provincia tiene potencial”, sostuvo el encargado de la oficina Técnica Cañete de INIA, Mario Saavedra. El profesional destacó que por espacio de tres años, los esfuerzos de los extensionistas e investigadores asociados estarán puestos en capacitar a agricultoras y agricultores en el desarrollo de hortalizas agroecológicas, berries (arándanos, frambuesa, mora híbrida), porotos, lentejas, y papas, todos ellos con gran potencial atendiendo las propicias condiciones de clima y suelo de la provincia
Fuente: elmauleinforma.cl