01-03-2024 02:06 PM

Una mirada más cercana a las enfermedades de las plantas emergentes y las estrategias para su mitigación.

POR QUÉ ES IMPORTANTE:  En los últimos años, las enfermedades vegetales emergentes han atraído una atención significativa a nivel internacional, lo que ha impulsado acciones regulatorias en varios países. Desafortunadamente, las regulaciones nacionales y regionales a menudo no están alineadas, lo que resulta en perturbaciones comerciales. Seed World Europe explora estos desafíos, buscando ideas de expertos en el campo. Las enfermedades emergentes de las plantas son amenazas persistentes a los cultivos alimentarios y comerciales que a menudo son fundamentales para la seguridad alimentaria mundial. Estas amenazas pueden ser particularmente devastadoras en países de recursos limitados, donde exacerban los desafíos actuales en la producción de cultivos. Seed World Europe  habló con Jack Metzelaar, Director de Asuntos Industriales de Limagrain Vegetal Seeds y la Dra. Rose Souza Richards, Gerente de Asuntos Fitosanitarios de la Federación Internacional de Semillas (ISF).

Las regulaciones relativas a las enfermedades vegetales emergentes a nivel internacional exhiben variaciones significativas entre países, lo que refleja diversos enfoques sobre la salud y la gobernanza de las semillas. Cada nación adopta su propio conjunto de directrices, protocolos y medidas en respuesta a dichas enfermedades, lo que da lugar a un panorama complejo de marcos regulatorios. Souza-Richards enfatiza que estas discrepancias pueden tener implicaciones notables para el comercio internacional. 

“Las variaciones en las regulaciones sanitarias de las semillas pueden crear desafíos para las empresas involucradas en el comercio transfronterizo mientras navegan por diferentes requisitos y estándares de cumplimiento. La posibilidad de que se produzcan interrupciones en las cadenas de suministro, restricciones comerciales y mayores costos de transacción surge debido a estas disparidades regulatorias”, afirma.

Además, los enfoques divergentes en materia de regulación sanitaria de las semillas pueden afectar la estabilidad y previsibilidad generales de los mercados internacionales. Las diferencias en las medidas de control fronterizo pueden influir en el movimiento de mercancías, afectando el flujo fluido del comercio internacional.

Jack Metzelaar, director de Asuntos Industriales de Limagrain Vegetal Seeds.

“Para abordar estas discrepancias se requiere una mayor colaboración y coordinación entre las naciones para establecer marcos regulatorios más armonizados y simplificados”, dice Souza-Richards. “Estos esfuerzos contribuirían a fomentar sistemas de comercio internacional resilientes y eficientes frente a los desafíos globales emergentes en materia de salud de las semillas”. 

Podría decirse que el mayor desafío para el sector de semillas es el reconocimiento oportuno y coordinado de la importancia de una enfermedad emergente. En algunos casos, una enfermedad ya es considerada endémica por el sector cuando la Organización Nacional de Protección Fitosanitaria (ONPF) de un país decide comenzar a regularla. 

“El tiempo de reacción de la ONPF de un importante país proveedor de semillas puede ser largo, ya que [la enfermedad emergente] simplemente no se reconoce como un problema importante”, dice Metzelaar. “Entonces el sector corre el riesgo de perder importantes oportunidades de producción de semillas, o de que los viveros de contraestación para la investigación corren peligro con poca o ninguna posibilidad de encontrar alternativas”.

Inconvenientes de la normativa actual 

Según Souza-Richards, el enfoque regulatorio actual para el manejo de enfermedades emergentes en semillas presenta varios inconvenientes que merecen consideración. Un desafío clave es la posible falta de uniformidad en las regulaciones en diferentes regiones o países, dice. 

“Las normas y requisitos divergentes pueden crear confusión para los productores y comerciantes de semillas, obstaculizando el movimiento global de semillas”.

Metzelaar subraya que cualquier cosa que sea ad hoc dificulta la gestión de cambios repentinos. 

“Los ciclos en la producción de semillas son tales que no es posible hacer cambios importantes [rápidamente] en la elección de sitios y países para la producción e incluso la investigación”, dice. “Si hubiera una comunicación más clara y transparente entre todas las partes involucradas en una etapa temprana, sería posible apreciar la gestión de riesgos y prevención, creando así una mitigación inmediata de riesgos”.

Ambos coinciden en que la demora en actualizar las regulaciones para abordar amenazas nuevas y en evolución, junto con la demora en eliminar requisitos obsoletos y obsoletos que carecen de justificación técnica para las plagas enumeradas, son inconvenientes notables para los sistemas existentes.

La complejidad y la diversidad en rápida evolución de las enfermedades transmitidas por las semillas añaden otra capa de dificultad. 

Dra. Rose Souza Richards, Gerente de Asuntos Fitosanitarios de la Federación Internacional de Semillas (ISF).

“Es posible que las regulaciones no tengan en cuenta adecuadamente la variedad de plagas que, según se ha demostrado científicamente, afectan a las semillas, lo que lleva a una regulación excesiva de las semillas como producto básico. Esto podría comprometer la productividad agrícola y la seguridad alimentaria, ya que creará una barrera al movimiento internacional de semillas”, afirma Souza-Richards.

Además, la falta de un enfoque internacional estandarizado puede impedir la colaboración y el intercambio de información entre países. La comunicación oportuna y transparente es crucial para una gestión eficaz de las enfermedades, y las barreras regulatorias pueden impedir el intercambio de información vital relacionada con las amenazas emergentes.

“Para abordar estos inconvenientes, se necesita una mayor cooperación internacional, canales de comunicación optimizados y marcos regulatorios ágiles que puedan adaptarse rápidamente a la naturaleza dinámica de las enfermedades emergentes transmitidas por las semillas”, dice Souza-Richards. 

Estas mejoras mejorarían la preparación y la resiliencia global frente a los cambiantes desafíos agrícolas, afirma.

En busca de la erradicación

La búsqueda de la erradicación de enfermedades vegetales emergentes en el contexto de la sanidad de las semillas puede tener implicaciones sustanciales para el sector de las semillas a escala mundial. Souza-Richards admite que, si bien el objetivo de la erradicación es encomiable para prevenir la propagación de patógenos dañinos, conlleva su propio conjunto de desafíos e impactos.

“Ésta es una cuestión importante”, coincide Metzelaar. “En particular, el sector de las semillas de hortalizas y ornamentales es muy internacional. La semilla es generalmente de alto valor y bajo volumen, pero de alto riesgo. Las estrictas medidas de erradicación hacen que la investigación de la resistencia sea casi imposible porque la semilla tiene que entrar y salir de lo que se consideran áreas de riesgo para la enfermedad emergente para poder evaluar correctamente la resistencia”. 

La erradicación a corto plazo puede parecer la mejor solución, pero la experiencia demuestra que es muy ambiciosa y muy arriesgada. Al final, se ha demostrado que la prevención y el desarrollo de resistencia son soluciones más eficaces a largo plazo.

Uno de los desafíos para lograr la erradicación es la carga financiera, que puede ser significativa, para el sector de las semillas. La implementación de medidas de erradicación rigurosas, como pruebas exhaustivas, protocolos de cuarentena y destrucción de los lotes de semillas afectados, puede generar costos sustanciales. 

“Esta tensión financiera la sienten especialmente los productores de semillas más pequeños, que pueden tener dificultades para cumplir con requisitos estrictos, lo que podría conducir a una consolidación del mercado y una reducción de la diversidad dentro del sector”, dice Souza-Richards.

Además, la búsqueda de la erradicación puede provocar perturbaciones en el comercio mundial de semillas. Las medidas estrictas para contener y eliminar las enfermedades emergentes pueden dar lugar a restricciones comerciales temporales o permanentes. Estas perturbaciones no solo afectan a las regiones afectadas, sino que también repercuten en toda la cadena de suministro mundial, afectando la disponibilidad de semillas, los precios y la productividad agrícola a una escala más amplia.

“Las normas y requisitos divergentes pueden crear confusión entre los productores y comerciantes de semillas, obstaculizando el movimiento global de semillas”, dice Souza-Richards.

Centrarse en la erradicación también puede conducir a una mayor complejidad regulatoria. A medida que los países implementan sus propias medidas para combatir las enfermedades emergentes, la falta de estandarización internacional puede crear un mosaico de regulaciones. 

“Atravesar este laberinto regulatorio se vuelve un desafío para las empresas involucradas en el comercio transfronterizo, lo que potencialmente impide el flujo de semillas y dificulta la colaboración global en investigación y desarrollo”, agrega Souza-Richards.

Subraya que equilibrar el imperativo del control de enfermedades con la necesidad de industrias de semillas sostenibles requiere un enfoque internacional colaborativo y armonizado. Los esfuerzos coordinados en investigación, detección temprana y mejores prácticas compartidas pueden mitigar los impactos negativos de los esfuerzos de erradicación, garantizando la seguridad global de las semillas y al mismo tiempo fomentando una industria de semillas resiliente e interconectada.

Herramientas de mitigación

Hay varias herramientas y medidas que el sector internacional de semillas puede emplear para mitigar los riesgos asociados con las enfermedades emergentes.

“Ciertamente, mitigar los riesgos asociados con las enfermedades internacionales emergentes en el sector de las semillas requiere un enfoque multifacético”, dice Souza-Richards. 

El sector internacional de semillas ya está empleando las siguientes herramientas y medidas y seguirán utilizándose para mitigar los riesgos asociados con las enfermedades internacionales emergentes:

1. Programas de mejoramiento y resistencia genética: Las empresas de semillas invierten en programas de mejoramiento para desarrollar variedades de semillas con resistencia genética a enfermedades prevalentes. Al seleccionar rasgos de resistencia, la industria mejora la resiliencia a largo plazo de los cultivos.

2. Vigilancia y seguimiento de enfermedades: las empresas de semillas evalúan y analizan periódicamente los datos sobre la salud de las semillas a través de sus numerosas actividades empleadas durante la producción de cultivos para identificar amenazas emergentes de manera temprana, lo que permite respuestas oportunas y acciones preventivas.

3. Colaboración internacional e intercambio de información: El sector internacional de semillas fomenta y seguirá fomentando la colaboración entre organizaciones internacionales de semillas, instituciones de investigación y organismos reguladores. Esto facilita el intercambio de información, resultados de investigaciones y mejores prácticas, lo que a su vez mejora el conocimiento y la preparación colectivos.

4. Normas fitosanitarias: El sector internacional de semillas apoya la adopción de normas fitosanitarias reconocidas internacionalmente para el comercio de semillas, como la NIMF 38. La correcta implementación de  estas normas internacionales permite el establecimiento de requisitos de importación de semillas que sean armonizados y predecibles, permitiendo una gestión eficiente. movimiento de semillas a través de fronteras internacionales.

Al incorporar estas herramientas y medidas, el sector semillero internacional está mejorando su capacidad para mitigar los riesgos asociados con las enfermedades emergentes, garantizando una industria semillera mundial más resiliente y segura.

“Siempre se debe entender que el sector internacional de semillas es el primero en intentar mitigar los riesgos de enfermedades emergentes”, dice Metzelaar. “Las relaciones a largo plazo con los clientes y la seguridad alimentaria básica son los cimientos del sector. El diálogo con las ONPF, la comunidad científica y los competidores son de suma importancia para el reconocimiento y la lucha contra las enfermedades emergentes. El incentivo de ser el primero en introducir resistencia es el motivador más eficaz para resolver cualquier problema que afecte la producción de alimentos”. 

“Las empresas miembros de la ISF se han comprometido a aplicar los métodos más eficaces para transportar semillas limpias y sanas de un país a otro”, afirma Jack Metzelaar, Director de Asuntos Industriales de Limagrain Vegetal Seeds.

Ajustes regulatorios para un comercio de semillas más fluido

Es un hecho bien establecido que el sector de las semillas es muy diverso. Aún así, los esfuerzos coordinados en toda la cadena de valor de las semillas permitirán un sector global más cohesivo capaz de responder más oportunamente a las amenazas emergentes y un movimiento más fluido de semillas a través de las fronteras internacionales. Estos esfuerzos coordinados dependen en última instancia de un entorno comercial internacional basado en la ciencia.  

“Las empresas que son miembros de la ISF se han comprometido a aplicar los métodos más eficaces para transportar semillas limpias y sanas de un país a otro”, afirma Metzelaar. “Y confianza y transparencia son palabras clave al discutir ajustes regulatorios. Las opiniones sesgadas sobre los objetivos del sector crean barreras artificiales al movimiento de semillas. Es de suma importancia contar con una base técnica bien establecida que explique las razones por las que se establecen estas barreras”, afirma.

“Mejorar la fluidez del comercio internacional requiere ajustes regulatorios estratégicos que fomenten la armonización, la transparencia y la eficiencia”, coincide Souza-Richards.

Con ese fin, las ONPF pueden tomar algunas medidas para mejorar la fluidez del comercio internacional de semillas (ver más abajo). Al adoptar estos ajustes regulatorios, los países pueden crear un entorno propicio para un comercio internacional de semillas más fluido, dice Souza Richards.

Prevenir interrupciones futuras

Existen varias estrategias efectivas para prevenir o frenar la aparición de nuevos problemas de enfermedades vegetales y las perturbaciones relacionadas con el comercio internacional. Lo más importante es que estas estrategias comienzan con la alineación internacional en todos los niveles de la cadena de valor de las semillas. 

“Prevenir futuras disrupciones a nivel internacional implica un enfoque proactivo y colaborativo. La colaboración internacional entre investigadores y los sectores público y privado conduce a una comprensión más profunda de los riesgos potenciales y al desarrollo de medidas preventivas eficaces”, afirma Souza-Richards.

“Las palabras clave siguen siendo confianza y transparencia”, añade Metzelaar, señalando que todas las partes involucradas tienen el mismo objetivo final: evitar riesgos y reconocer posibles perturbaciones importantes en la producción de alimentos. Sin embargo, afirma, “se debe medir el riesgo y demostrar que las semillas son vectores de enfermedades. El enfoque de regular ‘por si acaso’ es perjudicial para la producción de nuestros alimentos cotidianos”.

Acciones propuestas para mejorar la fluidez del comercio internacional de semillas

1. Armonización de estándares: la alineación internacional de los protocolos de prueba y los requisitos fitosanitarios de acuerdo con los estándares y acuerdos internacionales puede reducir las barreras comerciales y agilizar los procesos.

2. Reconocimiento y Confianza Mutuos: Reconocimiento y confianza mutuos entre países, reconociendo y aceptando los certificados fitosanitarios de cada uno. Este enfoque promueve la confianza y simplifica el movimiento de semillas a través de las fronteras, eliminando la necesidad de pruebas y documentación redundantes.

3. Documentación Digital y Trazabilidad: Adoptar tecnologías digitales para la documentación y trazabilidad de los envíos de semillas. Los sistemas electrónicos pueden reducir el papeleo, mejorar la precisión y acelerar el despacho de aduanas, contribuyendo a un comercio internacional más eficiente.

4. Creación de capacidades: invertir en iniciativas de creación de capacidades para fortalecer los organismos reguladores en diferentes países. Esto garantiza que las naciones tengan la experiencia y los recursos para implementar y hacer cumplir las regulaciones fitosanitarias de manera efectiva.

5. Participación de las partes interesadas: Fomentar el diálogo continuo entre las autoridades reguladoras, las partes interesadas de la industria y las instituciones de investigación. Involucrar a todas las partes relevantes en el proceso de toma de decisiones regulatorias promueve una comprensión integral de los desafíos y facilita el desarrollo de regulaciones pragmáticas con base científica.

Fuente: Seedworld