Una reciente misión técnica a Chile, organizada por Embrapa Hortaliças, en asociación con la Asociación Brasileña de Horticultura (ABH) y la Asociación Brasileña de Comercio de Semillas y Plántulas (ABCSem), reunió a 30 participantes, entre investigadores, profesores, productores de hortalizas y semillas, además de representantes de empresas brasileñas del sector. El objetivo principal fue conocer de primera mano la alta tecnología utilizada en la producción de semillas de hortalizas en el país sudamericano, que se destaca como uno de los mayores productores y exportadores de este segmento en el mundo.
“Al iniciar la visita, los participantes tuvieron la oportunidad de visitar la Pontificia Universidad Católica, donde conocieron un panorama general de la producción de semillas de hortalizas en Chile y el sistema de producción, esto último a cargo de la Asociación Nacional de Productores de Semillas (Anpros). Durante la semana, los participantes pudieron observar todas las etapas del proceso productivo, desde la siembra y producción de plántulas hasta la cosecha, procesamiento, tratamiento, empaque y almacenamiento de las semillas. Uno de los rasgos distintivos que se destacó fue el riguroso control de calidad genética, sanitaria y física, además de la trazabilidad en cada etapa de la producción”.
“Esta confiabilidad permite a Chile atender las demandas de los principales mercados mundiales, como Europa, Asia y Estados Unidos, que demandan semillas de altísima calidad”, afirma el investigador de Embrapa Hortaliças, Warley Marcos Nascimento.
El clima chileno es uno de los factores que contribuyen a esta ventaja competitiva. Con baja humedad relativa y temperaturas suaves, especialmente en la región central del país, las condiciones climáticas favorecen la producción y calidad de las semillas. Además, grandes empresas multinacionales del sector de semillas se instalan en Chile, fortaleciendo aún más el desarrollo tecnológico y la confiabilidad del país como proveedor global.
También es impresionante la gran variedad de especies cultivadas. Chile produce semillas de solanáceas, como pimientos, berenjenas y tomates; cucurbitáceas, como el pepino, el melón, la sandía y la calabaza; apiáceas, como la zanahoria y el perejil; así como las coles, como la coliflor, el repollo y el brócoli. Otros cultivos importantes son el maíz dulce y la cebolla, que refuerzan la diversidad de la producción chilena.
Otro punto destacado de la misión fue la tecnología utilizada en la producción de semillas híbridas. Chile destaca en este segmento por su expertise, además de la automatización de procesos y trazabilidad detallada que garantizan la seguridad y eficiencia de la producción.
“La misión entregó a los participantes una visión en profundidad de los factores que hacen de Chile un referente en la producción de semillas de hortalizas”, enfatiza el investigador.
Fuente: https://conexaoagro.com.br/