ANPROS, Viveros de Chile, Hortach, Fedefruta, ADIAC, APEB y Chilealimentos son los gremios que componen la coalición que desde hace algún tiempo ha visibilizado el grave problema que significaría la aprobación del Proyecto de Ley Sobre Protección Ambiental De Turberas, que en uno de sus artículos establece “la prohibición de la importación y comercialización de turba”.
Tal es la preocupación de los gremios que, tras efectuar una solicitud formal de audiencia, fueron recibidos el pasado 01 de agosto en la Comisión Mixta de Agricultura y Medio Ambiente del Senado, junto a otras agrupaciones para exponer sobre los riesgos que existirían de prohibirse la importación de Turba.
La exposición, centrada específicamente en las cualidades, uso y el porqué de las necesidades de la Turba como sustrato esencial para la agricultura, fue enfática al declarar que “Sin Turba no hay Hortalizas”.
La base y el comienzo de toda producción de hortalizas, verduras, flores, etc., es la producción de las plantas en viveros y plantineras. El sustrato que se utiliza en los almácigos y bandejas en los que se hacen las plantas a partir de la semilla es justamente la turba, un insumo esencial para el que, hasta hoy, se desconocen reemplazantes.
En Chile, prácticamente la totalidad (98%) de la Turba que se utiliza en la producción de plantines de hortalizas, semillas y frutales, es importada desde países que cuentan con estrictos protocolos normativos para la producción de insumos agrícolas, acordes a la Norma Europea y que exportan su turba con certificaciones que aseguran la preservación de sus recursos naturales.
Este fue uno de los puntos de la exposición a los senadores, donde se resaltó la relevancia de permitir la importación de turba para resguardar la producción de hortalizas de Chile a bajo costo para los consumidores, fortaleciendo la seguridad alimentaria.
La coalición llamó a “evitar la competencia desleal que se produciría con importaciones de hortalizas desde Perú, Argentina y Brasil entre otros, que sí utilizan Turba para su producción”. Fue clara también al manifestar que no se opone a que se regule y proteja la producción de turba chilena, muy por el contrario, pidió velar por las buenas prácticas de extracción del recurso y sancionar la destrucción de la biodiversidad, pero sin prohibir su importación pues eso destruiría la agricultura.
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