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Estudio de Odepa y ProChile revela avances en acción climática del sector agroexportador

A través de un trabajo de colaboración público-privado se levantó información sobre las medidas de acción climática que están tomando las empresas exportadoras chilenas del sector agroalimentario para adaptarse y mitigar los efectos del Cambio Climático. En el estudio participaron 31 gremios, que representan a más de diez de los principales productos exportados.

 

Con la misión de seguir contribuyendo al desarrollo sostenible del país, ProChile y Odepa, junto a la consultora chilena Regenerativa, elaboraron el estudio de Acción Climática y Huella Ambiental del Sector Exportador Agroalimentario. El estudio tuvo el objetivo de identificar los esfuerzos que se encuentra realizando las empresas chilenas para afrontar el cambio climático, reducir sus emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) y demostrar el compromiso del sector con la sostenibilidad, contribuyendo al posicionamiento de Chile como un socio comercial responsable en este tema.

El estudio contempló un total 22 reuniones, en donde participaron 85 representantes de instituciones públicas y privadas. Participaron 31 gremios, que representan los subsectores de: pesca y acuicultura, vitivinícola, carnes, frutas frescas, alimentos procesados, apícola, frutos secos y deshidratados, lácteos, pisco, entre otros. Adicionalmente, participaron representantes de las oficinas regionales de ProChile de 9 regiones y agregadurías agrícolas de 7 mercados internacionales.

En ese sentido, la implementación de la medición como base de una correcta gestión de las emisiones de carbono es aún lenta. Entre las 50 empresas del sector que fueron encuestadas, se observó que solo un 30% de éstas realiza la medición de su huella de carbono.

“Las empresas que realizan estimación de huella de carbono son generalmente las de mayor tamaño, por lo que aún falta incorporar a la gran mayoría de empresas que conforman cada subsector a la cuantificación, sobre todo a las pequeñas y medianas que requieren de un mayor apoyo para poder realizarlo”, declaró Marco Gallardo, jefe de Sostenibilidad de ProChile.

Y agregó: “Es por eso que ProChile promoverá conjuntamente las herramientas públicas existentes para medición de huella de carbono e hídrica, además de nuevas herramientas para la medición en el sector agroalimentario”.

Adicionalmente, ProChile abordará los desafíos reflejados en el estudio haciendo un levantamiento de información de inteligencia comercial en los distintos mercados para evaluar futuras barreras por temas de sostenibilidad; promoverá junto a otros Ministerios, el reconocimiento internacional de los programas Huellas Chile y APL Sello Azul; e impulsará un trabajo coordinado del sector agroexportador con Subsecretaría de Relaciones Internacionales (SUBREI), Odepa y ProChile.

“Creemos que los resultados que nos entrega el estudio son muy relevantes para poder focalizar los esfuerzos que estamos haciendo como Ministerio en materia de cambio climático, sobre todo, los desafíos que tenemos que enfrentar dada la recientemente promulgada Ley Marco de Cambio Climático. Sin duda que el sector privado es clave para hacer frente al cambio climático, y la colaboración público-privada nos permite mejorar los resultados al respecto”, señaló Daniela Acuña, jefa del departamento de Sustentabilidad y Cambio Climático de Odepa.

Y agregó: “El estudio nos demuestra que aún hay importantes brechas, no sólo en la medición y gestión de la huella de carbono, sino también en una gestión sustentable de la producción agroalimentaria, por lo que debemos de continuar articulando las instituciones públicas para generar las condiciones para que productores y productoras, puedan mejorar su desempeño en estas materias. El trabajo conjunto que tenemos con ProChile, sin dudas que va en esa línea”.

Las empresas productoras del sector se ven enfrentadas a escenarios de incertidumbre ambiental donde la escasez hídrica y los cambios en patrones climáticos son los principales elementos que ponen presión sobre sus operaciones. Esto ha generado que varios de los subsectores se hayan visto obligados a incorporar acciones concretas en respuesta a estos problemas, principalmente relacionados a la gestión hídrica de sus operaciones.

En lo que respecta a la adaptación al cambio climático, se pudo identificar que las medidas que se implementan son respuesta a las condiciones de escasez hídrica u otros efectos del cambio climático, pero no siguen explícitamente un plan que se base en medir y evaluar los riegos. Esto constituye un riesgo para todo el sector ya que las medidas de adaptación pueden ser críticas en asegurar la permanencia en el tiempo de las empresas.

Iniciativa propia

El estudio visualiza que las buenas prácticas agrícolas se posicionan como la base para la comercialización en ciertos mercados – posiblemente a la par con los requisitos de inocuidad – pero las exigencias específicas sobre acción climática no existen a la fecha como un requerimiento normativo, y tampoco están necesariamente asociadas a atributos diferenciadores que permitan una mejor comercialización.

“Esto último es relevante porque significa que, aquellas empresas del sector que realizan acciones son mayoritariamente por iniciativa propia y responden a tendencias internacionales, más que a normativas en los mercados de destino”, explicó Marco Gallardo, jefe de Sostenibilidad de ProChile.

Al mismo tiempo, muchas acciones de las que implementan las empresas pueden considerarse como gestión ambiental o mejoras productivas, como aquellas medidas de gestión hídrica o eficiencia energética, pero que también tienen un impacto en temas de cambio climático y podrían ser difundidas en este contexto.

Hay que señalar que este análisis se enmarca en las acciones estratégicas que realiza ProChile junto a ODEPA para posicionar al país en materia de sostenibilidad alimentaria. En ese sentido, el 2021, ProChile creó su primera Política de Sostenibilidad, la cual refleja el compromiso en transitar a ser una institución más responsable y comprometida con el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por Naciones Unidas. Todo esto bajo un enfoque que incorpore criterios ambientales, sociales y de gobernanza como elementos transversales en su gestión estratégica.

Por su parte, Odepa, lanzó la Estrategia de Sustentabilidad Agroalimentaria, que identifica las prioridades en materia ambiental, social y económica, así como objetivos estratégicos y ejes de acción a abordar en cada una de ellas. Actualmente, se está trabajando en el primer plan de implementación bienal de la Estrategia.

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Ministerio de Agricultura implementará plan nacional de soberanía alimentaria para asegurar material genético patrimonial

El ministro Esteban Valenzuela detalló que la iniciativa busca desarrollar capacidades nacionales de resguardo y uso de recursos genéticos vegetales y animales en la Agricultura Familiar Campesina y los pueblos originarios, con la asesoría del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA). 

Santiago, 27 de septiembre de 2022.- Preservar el patrimonio genético alimentario nacional fue el anuncio del ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, y la directora nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Iris Lobos, que desde Teatinos informaron la implementación de un plan nacional que creará capacidades en productores agropecuarios para el resguardo de semillas y razas, a través de la experiencia técnica y tecnológica del INIA y su Red de Bancos de Germoplasma (RBG). El propósito final es fomentar la soberanía alimentaria en el territorio. 

En la cita, el ministro Valenzuela manifestó que “Chile tiene una deuda histórica con el rescate y puesta en valor de nuestra diversidad, tanto ancestral, de semillas y plantas en toda su extensión territorial, y también de aquellas que, distintas mezclas que ha tenido el país en su hibridaje han sido parte de nuestras comidas tradicionales del mundo rural. Por eso queremos destacar que va a haber un trabajo de INIA con INDAP en la línea de fomento, rescate y recuperación de los cultivos anuales tradicionales y de legumbres y hacemos un llamado a municipios y gobiernos regionales a asociarse con el INIA para fortalecer estas líneas de trabajo”. 

Por su parte, la directora nacional de INIA, Iris Lobos, expresó que “nos estamos haciendo cargo para garantizar la soberanía alimentaria en el país, en cuanto a semillas y razas. Queremos formar personas que estén capacitadas en la normativa y sistemas de conservación y protección de variedades. En paralelo, fortaleceremos las instalaciones de la Red de Bancos de Germoplasma que, actualmente, conserva más de 30 mil accesiones de especies vegetales cultivadas y nativas, influyendo flora endémica”.  

Con el “Plan Nacional de Resguardo de Semillas y Razas para la Soberanía Alimentaria”, se espera dar protección legal al material vegetal de uso tradicional e ingresarlo a la red de bancos que administra INIA a nivel nacional, apoyando su uso entre la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y los pueblos originarios, con el traspaso de semillas rescatadas. Además, se busca que esta política pública se traduzca en programas permanentes de formación.  

En esta etapa inicial, el plan contempla tres programas de guardadores y multiplicadores de variedades y razas; rescate, protección y uso de variedades tradicionales; y de fortalecimiento de la infraestructura de la RBG. Esta iniciativa contempla una inversión estimada sobre los $8.000 millones de pesos y comenzará a implementarse en 2023. Algunas de sus metas son capacitar a mil productores/as para 2025, e identificar y proteger las variedades tradicionales de todas las regiones agrícolas de Chile.  

 

Red de Bancos de Germoplasma  

La Red de Bancos de Germoplasma de INIA se constituyó en 2013, y resguarda más de 33.000 accesiones de especies vegetales cultivadas y nativas, además de 5.000 accesiones de microorganismos benéficos con aplicación en la agricultura. La finalidad es “fortalecer y modernizar el sistema de gestión integral de los recursos fitogenéticos y microbianos, para alcanzar niveles óptimos de conservación, de acuerdo a las necesidades del país y estándares internacionales, promoviendo el acceso y el intercambio equitativo para su valoración y uso”. 

De los recursos fitogenéticos preservados, aproximadamente un 91 % corresponde a especies cultivadas (53 % cereales, 19 % leguminosas, 12 % forrajeras, 2 % hortalizas, 2 % tubérculos y 3 % de otros grupos) y un 9 % a especies nativas, de las cuales el 27 % del total corresponde a flora de Chile y el 35 % a especies de plantas amenazadas. 

La Red está integrada por cinco bancos, entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos: 

  • Banco Base y Activo INIA Intihuasi: Vicuña, R. de Coquimbo (conservación a largo plazo). 
  • Banco Activo de INIA La Platina: R. Metropolitana (conservación a mediano plazo). 
  • Banco Activo de INIA Quilamapu: Chillán, R. de Ñuble (conservación a mediano plazo). 
  • Banco de Recursos Genéticos Microbianos: Chillán, R. de Ñuble. 
  • Banco Activo de INIA Carillanca: Temuco, R. de La Araucanía (conservación a mediano plazo). 
  • Banco Activo de INIA Remehue: Osorno, R. de Los Lagos (conservación a mediano plazo). 

En cuanto a los recursos genéticos microbianos, parte importante de la colección del instituto (más del 60 %) son potenciales controladores biológicos y microorganismos fitopatógenos, mientras que el resto podría tener aplicación multisectorial. 

 

 

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LOS AGRICULTORES SE ALÍAN CON EL SECTOR SEMILLERO EN LA ACCIÓN CLIMÁTICA


La elección de semillas, la innovación y el compromiso con la cadena de valor son pilares de una agenda de cambio climático impulsada por los agricultores.

Ginebra, Suiza, 27 de septiembre de 2022 La Organización Mundial de Agricultores (WFO) y la Federación Internacional de Semillas (ISF) formalizaron hoy una alianza para poner a los agricultores al frente y al centro de la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y resilientes al clima.

ISF reafirmó su apoyo a la iniciativa “The Climakers” para los próximos dos años, que reunirá y validará científicamente las prácticas en terreno de los agricultores para mitigar y adaptarse al cambio climático. Se llevarán a cabo talleres en múltiples regiones (Europa, África, Asia y el Pacífico, América Latina y el Caribe) para construir la base de conocimientos, basándose en la experiencia práctica de los agricultores en el campo, que podría replicarse y ampliarse a un nivel más amplio.

“La principal preocupación del sector privado de semillas es apoyar a los agricultores en la búsqueda de la solución más adecuada a los desafíos que enfrentan todos los días. Las variedades vegetales mejoradas que se adaptan localmente a las necesidades de los agricultores les permiten cosechar mejores rendimientos en medio de la presión del cambio climático y los recursos limitados. El sector de las semillas solo puede tener éxito si la relación con los agricultores se basa en la confianza y el uso de semillas de calidad les proporciona un resultado positivo sostenible”, dijo Michael Keller, Secretario General de la ISF.

“Estamos encantados de continuar nuestra sólida asociación con la Federación Internacional de Semillas para cooperar a nivel mundial e implementar acciones de beneficio mutuo hacia la sostenibilidad. Tales asociaciones son esenciales para que los agricultores tengan los medios para seguir alimentando al mundo, fomentando la productividad de sus granjas al tiempo que protegen la biodiversidad y hacen frente a los impactos del cambio climático”, dijo Arnold Puech d’Alissac, presidente de la OMA.

“Las asociaciones son esenciales para que los agricultores tengan los medios para seguir alimentando al mundo fomentando la productividad agrícola al tiempo que protegen la biodiversidad y hacen frente a los impactos del cambio climático”.

Una encuesta realizada en 2021 por WFO mostró que el 82% de los agricultores consideraban que las nuevas variedades mejoradas eran importantes para responder al cambio climático y para la sostenibilidad en los sistemas alimentarios.

Además, la WFO y ISF implementarán conjuntamente actividades para apoyar la innovación y el compromiso dentro de la cadena de valor agroalimentaria en forma de creación de conocimiento, defensa y promoción de prácticas innovadoras impulsadas por los agricultores.

“Los Climakers” estarán presentes en las reuniones de la COP27 (6-18 de noviembre, Sharm El-Sheik, Egipto), entre muchos otros foros internacionales, para garantizar que las voces de los agricultores sean escuchadas en los debates políticos sobre el nexo entre los alimentos y el clima.

 

Los agricultores se alían con el sector semillero en la acción climática

La elección de semillas, la innovación y el compromiso con la cadena de valor son pilares de una agenda de cambio climático impulsada por los agricultores

La elección de semillas, la innovación y el compromiso con la cadena de valor son pilares de una agenda de cambio climático impulsada por los agricultores.

Ginebra, Suiza, 27 de septiembre de 2022 La Organización Mundial de Agricultores (WFO) y la Federación Internacional de Semillas (ISF) formalizaron hoy una alianza para poner a los agricultores al frente y al centro de la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y reslientes al clima.

ISF reafirmó su apoyo a la iniciativa “The Climakers” para los próximos dos años, que reunirá y validará científicamente las prácticas en terreno de los agricultores para mitigar y adaptarse al cambio climático. Se llevarán a cabo talleres en múltiples regiones (Europa, África, Asia y el Pacífico, América Latina y el Caribe) para construir la base de conocimientos, basándose en la experiencia práctica de los agricultores en el campo, que podría replicarse y ampliarse a un nivel más amplio.

“La principal preocupación del sector privado de semillas es apoyar a los agricultores en la búsqueda de la solución más adecuada a los desafíos que enfrentan todos los días. Las variedades vegetales mejoradas que se adaptan localmente a las necesidades de los agricultores les permiten cosechar mejores rendimientos en medio de la presión del cambio climático y los recursos limitados. El sector de las semillas solo puede tener éxito si la relación con los agricultores se basa en la confianza y el uso de semillas de calidad les proporciona un resultado positivo sostenible”, dijo Michael Keller, Secretario General de la ISF.

“Estamos encantados de continuar nuestra sólida asociación con la Federación Internacional de Semillas para cooperar a nivel mundial e implementar acciones de beneficio mutuo hacia la sostenibilidad. Tales asociaciones son esenciales para que los agricultores tengan los medios para seguir alimentando al mundo, fomentando la productividad de sus granjas al tiempo que protegen la biodiversidad y hacen frente a los impactos del cambio climático”, dijo Arnold Puech d’Alissac, presidente de la OMA.

“Las asociaciones son esenciales para que los agricultores tengan los medios para seguir alimentando al mundo fomentando la productividad agrícola al tiempo que protegen la biodiversidad y hacen frente a los impactos del cambio climático”.

Una encuesta realizada en 2021 por WFO mostró que el 82% de los agricultores consideraban que las nuevas variedades mejoradas eran importantes para responder al cambio climático y para la sostenibilidad en los sistemas alimentarios.

Además, la WFO y ISF implementarán conjuntamente actividades para apoyar la innovación y el compromiso dentro de la cadena de valor agroalimentaria en forma de creación de conocimiento, defensa y promoción de prácticas innovadoras impulsadas por los agricultores.

“Los Climakers” estarán presentes en las reuniones de la COP27 (6-18 de noviembre, Sharm El-Sheik, Egipto), entre muchos otros foros internacionales, para garantizar que las voces de los agricultores sean escuchadas en los debates políticos sobre el nexo entre los alimentos y el clima.

 

22.09.22 conversatorio recursos hídricos (5)

INIA marca el rumbo frente a manejo de escasez hídrica para la agricultura en Chile

Mejorar la gestión de los recursos hídricos y aumentar la transferencia de conocimiento y tecnologías con enfoque en la Agricultura Familiar Campesina (AFC), serán claves para utilizar eficientemente el agua ante la baja disponibilidad del recurso, desafío que requiere que instituciones relacionadas con la administración de los recursos hídricos para la agricultura trabajen de forma mancomunada y colaborativa.

 La Serena, 22 de septiembre de 2022. La disponibilidad de agua para el riego de los cultivos se está viendo reducida en gran parte del país. Ya sea por los efectos de una población creciente con mayores necesidades de alimentos, competencia con otros sectores económicos y/o efectos del cambio climático. En este contexto, la agricultura chilena requiere encontrar formas de adaptación a escenarios de baja disponibilidad hídrica. En ese sentido, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), tiene un rol fundamental como centro generador de ciencia y tecnologías, mediante las cuales desarrolla soluciones para aumentar la eficiencia en el uso de los recursos hídricos disponibles.

Con este objetivo, INIA realizó un conversatorio dedicado a plantear los nuevos desafíos que enfrenta la agricultura chilena y cuáles podrían ser las líneas de trabajo para abordar de manera efectiva la gestión del recurso hídrico en la agricultura. En la instancia, participaron investigadores de INIA de todo Chile, con visiones particulares desde sus territorios, junto a autoridades ministeriales, profesionales de otras dependencias del Ministerio de Agricultura, asesores, ejecutivos de fuentes de financiamiento y tomadores de decisiones.

“Este es un hito muy importante para nosotros y forma parte de las reuniones que les hemos denominado ‘Agendas del INIA’, para fijar una posición institucional frente a problemas relevantes para la agricultura nacional”, explicó Rodrigo Bravo, subdirector nacional de Investigación y Desarrollo de INIA, para quien el recurso hídrico “es uno de los temas más relevantes para la agricultura nacional”. En este sentido, indicó además que es necesario “que la agricultura comprenda que el recurso hídrico es limitado (no infinito) y por lo tanto tenemos que generar ciencia y tecnologías que nos permita convivir y conservar el recurso en un contexto de cambio climático y no solo pensando en el uso actual, sino que también para las generaciones futuras”.

Hernán Saavedra, seremi de Agricultura de la Región de Coquimbo, destacó la actividad realizada y se comprometió a coordinar un trabajo colaborativo entre los diferentes servicios del agro, puesto que considera que esto es fundamental para lograr una transferencia efectiva de las tecnologías y conocimientos desarrollados para los agricultores. “La gestión de los recursos hídricos necesita llevar al agricultor a tener una mejor eficiencia hídrica durante la producción agrícola y de este modo permitir que acceda a una buena calidad de vida y por tanto siga viviendo en el campo. En ese sentido, la labor del INIA, la labor del Estado, de autoridades y privados, es establecer una sinergia que permita que la gestión de recursos hídricos sea eficiente ya que tenemos poca agua y debemos aprovecharla al máximo. Tenemos que seguir generando estas instancias de conversación y llegar a buenos acuerdos de tal manera que los agricultores se vean beneficiados. Una de las principales tereas que nosotros nos llevamos como Ministerio es fortalecer las alianzas entre las instituciones que hacen extensión agraria y las que hacen investigación. El conocimiento no sirve de nada almacenado en las bibliotecas o en papers si no pueden ser implementados por quienes necesariamente requieren ese conocimiento para mejorar su productividad”, sostuvo Saavedra.

Adaptarse a la oferta disponible

Si bien dentro del conversatorio se tocaron temas relacionados con la necesidad de ampliar la oferta y disminuir la demanda del vital líquido, una de las conclusiones fue que con el agua disponible y mejorando la gestión, se puede optimizar la eficiencia hídrica y por tanto la disponibilidad de agua para la agricultura.

“La eficiencia hídrica sigue siendo siempre el principal desafío. La principal conclusión es que a través de trabajos de investigación y el uso de herramientas tecnológicas, es posible mejorar la gestión de los recursos hídricos disponibles. Efectivamente, tanto en la Región de Coquimbo como en otras regiones del país se aprecian limitantes en la disponibilidad hídrica, las que se potencian cuando no existe una gestión adecuada de estos recursos. Es por esto que la principal apuesta es trabajar en mejorar su gestión y eficiencia, antes de pasar a otras soluciones que apuntan a aumentar su oferta a través de obras de gran inversión pública o que afecta a otros ecosistemas”, explicó Claudio Balbontín, especialista en riego de INIA Intihuasi.

Por su parte, Carolina Pañitrur, investigadora de INIA Intihuasi y encargada del Banco Base de Semillas de Vicuña, agregó que “es necesario dar respuesta ante la urgencia climática que estamos viviendo, y dentro de lo más relevante es que debemos definir cuáles son los nuevos desafíos a nivel científico, de investigación, de transferencia tecnológica y no solamente a nivel de nuestra institución, sino que como país. El conversatorio permitió abordar el tema de la oferta y demanda de agua desde el riego, desde diferentes aristas y nos condujo a diferentes preguntas y desafíos que tenemos que abordar en el corto y mediano plazo”.

Además de hacer hincapié en la necesidad de capacitar y acompañar a los agricultores y agricultoras pequeños en el uso de las tecnologías disponibles como los sistemas de riego tecnificado, el uso de información satelital para monitorear los cultivos y de estaciones meteorológicas para lograr implementar un manejo del riego eficiente del agua disponible, se recordó la importancia de la educación en el proceso de transferencia de tecnología, sobre todo a los jóvenes estudiantes de liceos técnicos, quienes pueden ser portavoces de las investigaciones que INIA ha realizado para apoyar a la Agricultura Familiar Campesina.

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Socios de Anpros trabajan en favor de la conservacion del picaflor de Arica

El trabajo en conjunto con privados permite diseñar una estrategia para establecer zonas aptas para la nidificación y la alimentación de esta especie amenazada, donde los socios destinan parte de sus instalaciones y mano de obra para generar condiciones propicias para su existencia.

La colaboración estratégica ha sido el sello de la Iniciativa Conservación de Especies Amenazadas, instancia ejecutada por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), impulsada por la a Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente (GEF, en inglés) en Arica y Parinacota, pues ha desarrollado un despliegue en el territorio que permite avanzar con el apoyo del sector público y del privado. Una acción concreta ha sido la alianza de trabajo formada con  la Asociación Nacional de Productores de Semillas ANPROS Chile,  específicamente con el comité Arica y Parinacota, mediante la firma de un convenio que entrega la posibilidad de  habilitar áreas para la  conservación del Picaflor de Arica, así como diversas acciones en favor de la biodiversidad.

Paula Arévalo, coordinadora de la Iniciativa Conservación de Especies Amenazadas para Arica y Parinacota, destaca el compromiso de las semilleras  Corteva, Maraseed y la semillera Syngenta, esta última que tiene un programa  de sustentabilidad denominado “Operation Pollinator”, diseñado para la conservación de polinizadores y especies benéficas para la agricultura, específicamente para abejas. “Ellos al conocer el proyecto del picaflor de Arica, les hizo sentido el trabajar para contribuir con especies de flores que incrementan la presencia de gran variedad de polinizadores y generan una  mayor biodiversidad, ahora suman al picaflor de Arica, que también es un polinizador natural, el cual aporta el componente  de pertenencia territorial junto a  la flora nativa”. Agregó que gracias a este compromiso, un cambio de paradigma en la forma cómo la empresa toma la posta en favor de la conservación de esta especie amenazada que es un símbolo  de Arica.

La presidenta del comité ANPROS de Arica y Parinacota, Alejandra Aburto, dijo que “algunas empresas socias han implementado microreservas para conservación habilitando áreas de nidificación y alimentación dentro de sus terrenos. Este 2021 la empresa Syngenta se sumó a la microrreserva de protección del picaflor, junto a 10 colaboradores, es decir una cuadrilla de conservación, conformada por distintos niveles jerárquicos, que están habilitando el área, gestionando la siembra de flores para la alimentación del picaflor y vamos a hacer trasplante de árboles que ayudarán a la nidificación en el área destinada para el proyecto que ya cuenta con algunas especies nativas”. Acción de gran valor si se considera que el hábitat de esta especia está altamente fragmentada debido  las amenazas presentes. 

También destaca el compromiso permanente de Corteva, ex Pioneer, quienes hace más de 2 años donan agua a la  microrreserva Chaca y al Monumento Natural picaflor de Arica y que permite mantener los jardines de alimentación de la especie.

Maraseed, en su caso, destinó un terreno para conservar flora nativa, especialmente Chañar, Acacias y Algarrobos, que son especies que están en riesgo por la deforestación.

“Nos motiva  contribuir en la preservación y conservación del hábitat del picaflor de Arica, pero también el otorgar condiciones para ayudar a  equilibrar el ecosistema de nuestro valle, ya que gracias a las bondades de este valle podemos cooperar y ser una fuente de trabajo para el 25% de la mano de obra agrícola de la región.  La conservación de una especie emblemática para Arica es fundamental, sentimos que podemos aportar, tenemos colaboradores involucrados y comprometidos, que se han capacitado en  temas de conservación. Como comité tenemos un compromiso que se verá plasmado a través de las acciones de nuestras empresas socias”, destacó Alejandra Aburto.

Agregó que “nuestros colaboradores ya reconocen las especies adecuadas que otorgan el hábitat necesario para que prontamente tengamos avistamiento del picaflor. Lo visualizamos como un modelo que servirá de inspiración para replicar. Lo vimos como una oportunidad y deseamos que sea exitoso, un modelo que podamos exportar y se sumen más empresas del valle que tienen la oportunidad de retornar al medio ambiente todo lo que este nos ha entregado. El terreno destinado para este proyecto es parte de la empresa, la idea es que sea un espacio de desarrollo para el picaflor y otras especies”, destacó.

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EL COMERCIO DE SEMILLAS ES CRUCIAL PARA FRENAR INSEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

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Con las tensiones en el Mar Negro y la pandemia de COVID-19 que han interrumpido el comercio de alimentos y fertilizantes, exacerbando el hambre en muchas partes del mundo, el comercio de semillas está ahora en el centro de atención como el próximo elemento crucial para aliviar la inseguridad alimentaria mundial.

Nyon, Suiza – La Federación Internacional de Semillas (ISF) dio su apoyo al llamado de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para asegurar el comercio de semillas y destacó su papel en la protección de la cadena de suministro de alimentos a largo plazo a través de:

• Mayor acceso de los productores a las semillas como primer insumo esencial en la agricultura.
• Mayor rendimiento y mayor diversificación de alimentos a través de variedades mejoradas de cultivos, adaptadas a las condiciones locales.
• Mitigar los impactos del cambio climático a través del desarrollo de cultivos resilientes al clima y eficientes en el uso de los recursos

El jueves 22 de septiembre, representantes del sector privado de semillas se unirán al Diálogo Comercial de la OMC sobre Alimentos, dirigido por el economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Máximo Torero. Este diálogo se produce inmediatamente después de la 12ª Conferencia Ministerial de la OMC, en la que se asumieron compromisos para facilitar el comercio y mejorar el funcionamiento y la resiliencia de los mercados mundiales.

“Conocemos los impactos devastadores de las interrupciones del comercio en la agricultura y el suministro de alimentos”, dijo Michael Keller, Secretario General de la ISF. “ISF, que representa al sector privado de semillas a nivel internacional y cuyos miembros representan el 96% del comercio mundial de semillas, pide una respuesta de emergencia concertada a la crisis alimentaria mundial que se está desarrollando. Buscamos discusiones urgentes y críticas con nuestros socios en la cadena de suministro de alimentos para lograr los objetivos de Hambre Cero descritos en la Agenda 2030”.

Los precios de los alimentos han aumentado en todo el mundo, con unos 25 países reaccionando a los precios más altos de los alimentos, adoptando restricciones a la exportación que afectan a más del 8 por ciento del comercio mundial de alimentos[1]. Lo que complica la respuesta del suministro de alimentos es la duplicación de los precios de los fertilizantes[2] en los últimos 12 meses debido a los costos récord de insumos como el gas natural. El Programa Mundial de Alimentos informa[3] que el número de personas con inseguridad alimentaria aguda ha aumentado a 345 millones en 82 países. Más allá del corto plazo, el cambio climático está afectando estructuralmente la productividad agrícola y amenazando el suministro de alimentos.A nivel mundial, cada año se importan aproximadamente 7 millones de toneladas métricas de semillas. ISF señala que el precio de las semillas se ha mantenido bastante estable en comparación con otros insumos agrícolas. La innovación dentro del sector es una prioridad constante: las empresas de semillas invierten hasta el 30% de las ganancias en I + D para desarrollar nuevas variedades eficientes en el uso de los recursos y de bajos insumos que requieren menos agua, toleran la sequía y el clima extremo, mejoran la salud del suelo al aumentar los nutrientes naturales, capturan carbono a través de sistemas radiculares mejorados y otros. Estas variedades de cultivos proporcionan aumentos significativos en el rendimiento para los agricultores, ayudando a mejorar la productividad agrícola y el suministro de alimentos sin aumentar el uso de la tierra y otros insumos.

En julio, la OMC, la FAO, el PMA, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo del Banco Mundial publicaron una declaración conjunta en la que pedían medidas urgentes para hacer frente a la crisis alimentaria mundial. ISF describe sus contribuciones en las áreas de producción sostenible de alimentos, comercio eficiente, elección de semillas para los agricultores e innovación en fitomejoramiento para establecer el camino a corto y mediano plazo en las cuatro áreas clave delineadas por los signatarios de la declaración conjunta. Esta respuesta se basa en la Declaración del Sector de Semillas firmada en 2021 por más de 200 empresas privadas de semillas y asociaciones nacionales de semillas para demostrar los compromisos y contribuciones de la industria a los ODS de la ONU.

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[1] Basado en la OMC, Global Trade Alert y el seguimiento del Banco Mundial de los cambios en las políticas comerciales desde febrero de 2022
[2] Fuente: https://www.worldbank.org/en/research/commodity-markets
[3] https://www.wfp.org/publications/wfp-global-operational-response-plan-update-5-june-2022 junio 2022

Fuente: ISF

 

 

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Asoex presenta propuestas ante la Comisión de Trabajo del Senado sobre proyecto de 40 horas

La Asociación de Exportadores de Frutas de Chile AG (ASOEX), a través de su presidente, Iván Marambio expuso la visión del sector respecto del proyecto de las 40 horas ante la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado. Jornada que se llevó a cabo el pasado 14 de septiembre, vía online y que contó, además, con la presencia del gerente general de ASOEX, Miguel Canala-Echeverría.

En la oportunidad, Iván Marambio, fue el encargado de visibilizar la voz de las cerca de 300 compañías exportadoras y productoras de frutas las cuales en su conjunto representan a más del 90% de la fruta fresca que se exporta desde Chile al mundo. Una industria que, además, genera más de medio millón de empleos directos e indirectos, durante temporada alta.

El dirigente fue claro en indicar que para el mundo de la fruta de exportación la implementación de las 40 horas en el sector, requiere considerar la realidad productiva de esta industria. A fin de contextualizar las razones de aquello, el Presidente de ASOEX señaló que el empleo se ve determinado por el ciclo productivo de los huertos frutales, lo que hace que se requiera mayor fuerza laboral de personas y entidades que participan en el proceso, especialmente en los períodos de cosecha y embalaje de la fruta, lo cual se concentra entre los meses de diciembre a marzo. “Nuestra industria es muy relevante para la economía regional, ya que, se lleva a cabo desde Coquimbo a Aysén, siendo la principal actividad dentro de la agricultura chilena, y a nivel global, la segunda del país después del cobre. En su “peak” genera, aproximadamente, 600 mil empleos directos, especialmente ligados a la cosecha y packing”, observó al comienzo de su intervención.

El representante  añadió que el trabajo de la fruta también está determinado por eventos de la naturaleza sobre los cuales no se tiene control, como son las lluvias, heladas, olas de calor, entre otros, los cuales generan cambios en la planificación operativa y en la jornada de los trabajadores, elemento que no está incluido en el proyecto de normativa laboral en trámite.

Asimismo, explicó que a lo anterior se suma la escasez de trabajadores y los vaivenes que puedan ocurrir en el país, por ejemplo, derivados de movilizaciones portuarias o problemas que existan a lo largo de la cadena logística. “Nuestra fruta es un producto perecible, lo cual no nos permite margen de error “, remarcó.

De esta manera, Marambio indicó que con respecto al proyecto: “Nosotros pensamos que la agricultura, y especialmente la fruta fresca de exportación deberían estar sometidas a una normativa laboral especial. Nosotros no vemos razones para que nuestro sector no cuente con una normativa laboral específica, tal como operan otros sectores de la economía nacional. Nuestra actividad no puede ser tratada como una industria con actividad y empleo estable y permanente cuando es todo lo contrario. Tenemos una marcada estacionalidad y dependemos de factores que no están a nuestro alcance manejar, como lo es el clima. El año se hace en unos pocos meses. A modo de ejemplo, el sector de la cereza, hoy la principal fruta de exportación chilena, un orgullo para el país, es un producto que se cosecha prácticamente en un mes, por lo mismo, creemos que en ese mes deberíamos tener un trato diferenciado”.

 

 

Propuestas de ASOEX

El presidente de ASOEX, planteó en la Comisión 3 propuestas del sector respecto del proyecto. “Como primera medida, nosotros aspiramos a tener promedios de jornadas en los cuales podamos promediar las horas a trabajar, de la jornada de las 40 horas, en períodos semanales, quincenales o mensuales. Es decir, tenemos una estacionalidad, donde además la carga laboral varía. Hay periodos “peaks”, pero también lagunas o menores días de necesidad de trabajo, y por ello, aspiramos a tener estos promedios”, comentó.

Como segunda propuesta, especialmente para los periodos “peak”, Marambio apuntó a poder contar con un tope mayor de horas extras, cumpliendo en todo momento con el máximo de trabajo diario.

En tercer lugar, indicó que existe la necesidad de incorporar el concepto de “Fuerza Mayor” de manera de extender la jornada laboral a 7 días por semana, en situaciones puntuales y que respondan a hechos fortuitos, ya sea, derivados de la naturaleza (lluvias, heladas, olas de calor) o situaciones que interrumpan el normal proceso exportador, como pueden ser los paros portuarios. “Frente a casos fortuitos, nos gustaría aspirar a poder extender esta jornada laboral al menos a una semana. Por supuesto, considerando la adecuada compensación (remuneración)”, puntualizó.

Finalmente, destacó la condición que cualquier implementación de las propuestas indicadas, requiere del acuerdo con los trabajadores, con el objetivo de que ello permita una adecuada implementación.

 

ALADI 2022-02

Países de América Latina buscan reglas comunes para el comercio internacional de alimentos, que motorizan ALADI y el IICA

 
El proceso es liderado por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Montevideo, 14 de septiembre de 2022 (IICA) – Con el objetivo de fortalecer la seguridad alimentaria del continente y del mundo, países de América Latina y el Caribe respaldaron el proceso tendiente a profundizar la integración regional a través del establecimiento de reglas de juego comunes para el comercio agroalimentario, proceso que motorizan la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

En una reunión de alto nivel celebrada en Montevideo de manera híbrida –presencial y virtual-, ministros de Agricultura y altos funcionarios del área de 13 naciones de la región advirtieron que es imperativo eliminar los obstáculos al comercio de productos agroalimentarios.

La necesidad de favorecer una mayor fluidez del comercio se hace más urgente debido al actual contexto de crisis, marcada por un aumento global de precios por los efectos duraderos de la pandemia de Covid-19 y el conflicto bélico en Europa del Este.

América Latina y el Caribe tiene un enorme desafío de carácter regulatorio, que es trabajar en la convergencia de políticas macroeconómicas, laborales y tributarias de los distintos países, cuyas diferencias han condicionado el proceso integrador.

Así lo advirtió el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay, Fernando Mattos, quien consideró: “Desde el punto de la agricultura, se trata de potenciar una de las regiones de mayor capacidad productiva, para atender los problemas de seguridad alimentaria que están creciendo en el mundo”.

Mattos dijo que hoy se advierte una tendencia creciente al proteccionismo en el comercio agrícola global, que profundiza la inseguridad alimentaria y resulta un factor de inestabilidad social y política en muchas partes del mundo.

En el encuentro se subrayó que la región es la mayor exportadora neta de alimentos del mundo. Sin embargo, apenas el 14% de esas exportaciones se destinan al comercio intrarregional. En ese sentido, las autoridades participantes coincidieron en la importancia de avanzar hacia la convergencia regulatoria en temas comerciales, para facilitar el intercambio de alimentos e insumos agrícolas entre los países latinoamericanos y caribeños.

La importancia del consenso alcanzado a favor de la convergencia regulatoria está marcada por el hecho de que la ALADI es el mayor organismo regional que fomenta la integración comercial y está compuesta por trece países -Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela-, que en su conjunto contribuyen con el 93% de las exportaciones alimentarias de la región.

Además de ser actores decisivos de la seguridad alimentaria mundial, estos países son dueños de extraordinarios recursos naturales, que incluyen buena parte de las reservas planetarias de biomasa forestal, biodiversidad y agua dulce.

El desafío de la armonización de normas

Otra de las voces que enfatizó que es necesario trabajar en la convergencia regulatoria de los sistemas de los distintos países latinoamericanos para agilizar el comercio y ampliar la disponibilidad de alimentos en los mercados internos fue la del secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina, Juan José Bahillo.

Bahillo opinó, además, que en materia de regulaciones ambientales impuestas por países europeos, las naciones latinoamericanas deben “pararse con autoridad”.

“Somos los que menos hemos contribuido al cambio climático y no tenemos que hacernos cargo del pasivo ambiental de otras regiones del mundo”, afirmó.

Jean Marcelo Fernandes, secretario de Comercio y Relaciones Internacionales del ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, dijo que la hoja de ruta que se pretende trazar hacia la armonización de normas comerciales en materia de alimentos es una iniciativa que fortalece a la región y que cuenta con “el total apoyo” de su país.

“Queremos estimular la entrada a Brasil de productos agropecuarios de otros países, como vinos chilenos o carnes argentinas y uruguayas, que son muy apreciados. Y estamos convencidos de que la convergencia regulatoria es decisiva”, explicó.

El Ministerio de Agricultura de Colombia fue otro de los que apoyó el proceso a través de Rafael Echeverri, quien enfatizó que “como siempre dice el IICA, es fundamental que los países latinoamericanos profundicemos el desarrollo de la bioeconomía”.             

Evitar restricciones innecesarias

El Secretario General de la ALADI, Sergio Abreu, manifestó que la convergencia regulatoria en el sector agroalimentario es clave para la seguridad alimentaria global y abrirá mayores oportunidades para la incorporación a los mercados internacionales de pequeños y medianos agricultores latinoamericanos.

“Es un trabajo que debemos abordar. A través de diálogos entre gobiernos y organismos internacionales, que incluyan al sector privado, necesitamos elaborar una hoja de ruta para hacer más fluido el comercio. Es clave para el futuro de nuestra competitividad y la inserción externa de los productos agrícolas, que son la base de nuestras economías”.

En nombre del IICA, su Director General, Manuel Otero, hizo un llamado a la acción colectiva para transformar las amenazas en oportunidades.

“Estamos convencidos que el fortalecimiento del comercio intrarregional es la mejor manera de disminuir los riesgos de shocks en otros mercados y contribuirá al desarrollo de nuestros países”, dijo Otero.

“Hoy estamos en un contexto muy difícil, debido al encarecimiento de los costos logísticos y de productos esenciales para nuestra producción, como son los fertilizantes químicos. Por eso el proceso integrador debe apuntar a una mayor complementariedad entre los países. Podemos generar los insumos para la producción agropecuaria en la propia región”, afirmó.

El Director General del IICA se refirió también a lo que llamó “nuevas modalidades de proteccionismo, con medidas de carácter técnico y ambiental” y, en ese sentido, consideró que los países latinoamericanos deben generar información propia con base científica, para determinar cuál es aporte real de sus sistemas de producción agrícola a las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

“Somos países productores, vulnerables al cambio climático, y nadie más interesado que nosotros en generar sostenibilidad en nuestros procesos. Los argumentos de quienes pretenden responsabilizarnos del cambio climático no tienen bases científicas sólidas. No somos los mayores responsables del problema”, finalizó Otero.

Sobre el IICA

Es el organismo internacional especializado en agricultura del Sistema Interamericano, cuya misión es estimular, promover y apoyar los esfuerzos de sus 34 Estados Miembros para lograr el desarrollo agrícola y el bienestar rural por medio de la cooperación técnica internacional de excelencia.

tpp

Presidente de ASOEX: “Ratificar el TPP11 es importante para fortalecer la integración regional, y muy especialmente con el Asia-Pacífico”

Santiago, 13 de septiembre de 2022.- El Presidente de ASOEX, Iván Marambio, destacó la importancia del Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (TPP11) no sólo para mejorar las condiciones de las exportaciones de frutas frescas del país, sino que también para la protección de las inversiones nacionales en los países firmantes, así como también para fortalecer las relaciones con el Asia-Pacífico. 

“Chile no puede quedar fuera del TPP11, un acuerdo moderno y que nos permitirá avanzar en la integración regional, especialmente con el Asia-Pacífico, un mercado que está adquiriendo cada vez más importancia para nuestro sector exportador de frutas frescas, pero también para el país.  Ser miembro de este Acuerdo significa tener acceso a 500 millones de consumidores, así como también reducir los aranceles de los productos intercambiados entre los países firmantes, además asegura la protección de las inversiones chilenas en dichos países, así como potencia las inversiones en Chile. Nuestro país tiene una de las redes de Tratados de Libre Comercio más grande del mundo, un hecho que ha sido destacado por la OCDE, y gracias a estos tratados es que nuestro país ha podido crecer y desarrollarse”, puntualizó Marambio. 

El CPTPP o TPP11 es un tratado de integración económica plurilateral en la región de Asia Pacífico. Este acuerdo comercial involucra a 11 países, Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, y entre sus objetivos se cuenta promover la integración económica, establecer marcos legales predecibles para el comercio, facilitar el comercio regional, promover el crecimiento sostenible, entre otros.

Se trata de un acuerdo regional moderno, catalogado dentro de los Deep Trade Agreements, ya que, no sólo abarca temas de comercio, sino también otros ámbitos políticos, como los flujos internacionales de inversión y trabajo, y la protección de los derechos de propiedad intelectual y el medio ambiente. Este tipo de acuerdos regionales surgen como una respuesta a las dificultades que se han presentado en el sistema multilateral para avanzar en materia de integración y, al mismo tiempo, para avanzar en materias bilaterales de manera más rápida. 

El TPP11 fue firmado en 2018 por los 11 países que lo conforman, y ha sido ratificado por la mayoría de ellos exceptuando Brunei Darussalam, Chile y Malasia. En Chile fue aprobado por Cámara de Diputados  en 2019 y hoy está a la espera de ratificación en el Senado; es decir,  todos nuestros directos competidores han confirmado su integración, lo cual es un aspecto relevante de considerar.

En cuanto a los beneficios para el sector exportador de frutas frescas, Iván Marambio destacó: “Si bien, nuestro país cuenta con Acuerdos Comerciales con los principales integrantes del TPP11, se deben considerar otros aspectos  estratégicos de esta instancia,  junto  con destacar  los esfuerzo para incrementar nuestra presencia en los países del Asia-Pacífico”. 

El líder de los exportadores de frutas remarcó que,  “en lo concreto e inmediato, la ratificación del TPP11 podrá mejorar la situación arancelaria que enfrentan  algunos de nuestros productos en el mercado de Japón, lo cual, resta su competitividad frente a otros actores, es decir, los aranceles se equipararán a los que pagan los países que componen el Acuerdo.  Un segundo ejemplo está asociado al respeto de la Libre Competencia y la eliminación de las prácticas anticompetitivas por parte de todos los países firmantes”. 

Pero sin duda el fortalecimiento de las relaciones con los países firmantes, y especialmente con el Asia-Pacífico, convierten al TPP11 en un Acuerdo clave para el sector frutícola chileno.  “Consideramos que los anuncios de China y también Corea del Sur, respecto a sus deseos de formar parte del TPP11, podrían significar importantes avances, siendo a la vez ello un reflejo de la relevancia que los principales actores en el Asia asignan a esta iniciativa”.

En definitiva, explicó Marambio, “el TPP11 permitirá avanzar a mayor paso en relación a los países del Asia-Pacífico, a la vez que nos posibilitará mejorar, de manera más rápida, los actuales acuerdos comerciales con los países que conforman el acuerdo”. 

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Bioinsumos se abren paso hacia una agricultura más sustentable

Workshop organizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), resaltó necesidad de que organismos del agro, asesores técnicos, agricultoras y agricultores se capaciten en el correcto uso de esta tecnología que cada día cobra más importancia en el mundo entero.

 

Chillán, 12 de septiembre de 2022.- “La presencia de la pandemia, la guerra y el cambio climático, nos obliga a repensar la agricultura, y el uso de bioinsumos es uno de los nuevos caminos” sostuvo el Subdirector Nacional de Investigación, Desarrollo e Innovación de INIA, Rodrigo Bravo, al finalizar el workshop “Bioinsumos: actualidad y desafíos para la agricultura chilena” al que asistió para destacar la necesidad de volcar esfuerzos en esta área.

El directivo del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, señaló que INIA viene trabajando hace años en esta área por lo que “nos hace estar mejor preparados, para alcanzar una agricultura más adaptada a los desafíos actuales, y ayudar a la seguridad alimentaria del país”.

Rodrigo Bravo recalcó que dentro de los desafíos está el generar apoyos entre las instituciones vinculadas al agro y fortalecer las redes para potenciar la presencia de los bioinsumos. “Hoy la agricultura tiene el desafío de ser más amigable con el medio ambiente y más ecológica, aunque es un tránsito que no va a ser fácil”, enfatizó.

En este sentido, mencionó la necesidad de fortalecer la transferencia tecnológica y la extensión de conocimientos, para que los agricultores aprendan a usar correctamente esta herramienta. Por último, hizo ver la necesidad de dar soporte a todos los emprendimientos del sector privado que tengan por misión producir bioinsumos, ya sean estos bioestimulantes, bioplaguicidas, biofertilizantes, y así contribuir a fortalecer una agricultura más amigable con el medio ambiente.

 

Cifras que impactan

Chile usa el doble de los agroquímicos que usa la gran mayoría de los países de la OCDE (4,2 kg por hectárea versus los 2,1 kg por hectárea), “lo que representa un dolor y tristeza por los efectos que ellos provocan” indicó el seremi de Agricultura de Ñuble, César Rodríguez.

En la ocasión, la autoridad señaló que “nos hemos preocupado de las características de los alimentos, pero no de cómo se hacen”, tras lo cual recalcó que es un tema relevante y “nos obliga a seguir trabajando en alcanzar una agricultura mucho más sustentable”.

En este sentido, el seremi subrayó la necesidad de incorporar “más ciencia, más tecnología e innovación en la agricultura, para hacerla mucho más sana, con mayor soberanía alimentaria, pero, sobre todo, con mayor seguridad alimentaria”.

 

Bioinsumos y sustentabilidad

La investigadora de INIA Quilamapu y coordinadora general del workshop, Lorena Barra, se refirió a la importancia de utilizar tecnologías sustentables y sanas, que no generen daño al medio ambiente ni a los seres vivos. Explicó que cada año los plaguicidas químicos intoxican a 25 millones de personas en todo el mundo, causándoles la muerte a unas 20 mil.

La científica agregó que las razones para adoptar tecnologías limpias, también son de orden económico, considerando que el incremento en los precios de algunos fertilizantes y agroquímicos alcanzó el 100 por ciento en los dos últimos años. Desde el punto de vista del cambio climático, dijo que ha provocado la presencia y adaptación de nuevas y más agresivas plagas y enfermedades en los cultivos, por lo que deben ser controladas, sin los problemas de contaminación del agua, suelo y aire que generan los productos químicos. “Todo lo anterior evidencia el crecimiento en la demanda de bioinsumos, tecnología que cada vez es más valorada”, enfatizó Lorena Barra.

La realización del workshop, que contó con las exposiciones de la investigadora Maribel Parada de la Red Chilena de Bioinsumos, Yelitza Colmenares, de la Organización Internacional para el Control Biológico (IOBC), y de Lorena Barra de INIA, culminó con un panel de expertas, en el que se agregaron la Directora Regional (S) del SAG Ñuble, Gloria Cuevas y la Directora de la red Chilena de Bioinsumos, Romina Almasia, donde se destacó la necesidad de difundir la Ley 21.349 sobre composición, etiquetado y comercialización de los fertilizantes y bioestimulantes que inició su vigencia el próximo 27 de septiembre.