El Puerto de San Antonio anotó, durante el primer semestre de este año, un incremento de 15,8% en la transferencia de cargas, respecto al mismo periodo del año anterior, registrando ahora 12.631.987 toneladas movilizadas, contra las 10.905.535 correspondientes a la primera mitad de 2020.
En el comparativo de junio, existió una variación de 27,1% entre el mismo mes de un año y otro, con 1.929.993 y 1.518.776 toneladas movilizadas, respectivamente.
Desde la empresa portuaria destacaron que todos sus terminales culminaron el semestre con cifras positivas en la trasferencia de carga, en comparación con el mismo periodo de 2020, en el que San Antonio Terminal Internacional (STI) obtuvo un crecimiento de 20,6%; DP World San Antonio, un ascenso 15,5%; Puerto Panul, un aumento de 1,7%; y QC Terminales, un incremento 1,3%.
En el detalle de toda la carga movilizada durante el primer semestre, 7.826.911 toneladas corresponden a importaciones (61,9%), 3.910.030 a exportaciones (30,9%) y el resto corresponde a otro tipo de transferencias.
Números positivos para la provincia
Acerca del impacto de estas cifras, el economista y académico de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, señaló que “la actividad portuaria es importante para cualquier región. Primero, porque son pocos los puertos de gran relevancia a nivel nacional y esto quiere decir que los cerca de USD 70 mil millones que se importan y exportan cada año pasan por esos puertos”.
Asimismo, Ramos indicó que “ese volumen de carga significa estiba, bodegaje, logística y transporte, de lo cual gran parte de ellos se queda en empleos y empresas de la zona. Esa gente gasta el dinero en la región, lo que multiplica más y eso debe estar repercutiendo favorablemente en la Provincia de San Antonio”.
“También se genera un beneficio indirecto. Al existir más ingresos, por ejemplo, las personas arreglan sus casas, la zona presenta mayor cantidad de visitantes y el comercio crece, lo que impulsa y gatilla la economía de la región”, expresó el profesional.
Además, el economista calificó como una buena noticia para las personas de la provincia este aumento en la transferencia de carga durante el primer semestre en el Puerto de San Antonio.
“Tanto las importaciones como las exportaciones son el motor fundamental de una economía, dando un impulso al empleo por ambos lados y queda más en la zona”, expresó el académico.
Investigadores de la Universidad de Wageningen (WUR) han desentrañado el genoma de la cebolla. Esto acelerará la capacidad de los fitomejoradores para desarrollar nuevas variedades de cebolla que sean resistentes a condiciones como la sequía y satisfagan la creciente demanda mundial de cebollas. “Ensamblar las piezas fue un rompecabezas considerable”, dice el investigador de fitomejoramiento Richard Finkers. “Porque el genoma de la cebolla es enorme: unas dieciséis veces más grande que el genoma del tomate y cinco veces más grande que el de los humanos”.
La cebolla es una de las hortalizas más cultivadas del mundo y está llena de vitaminas y minerales. Es un componente importante de la dieta de las personas en muchos países. “Si queremos producir cebollas en todo el mundo, necesitamos variedades que sean adecuadas para las diversas condiciones de cultivo”, dice Olga Scholten, investigadora de fitomejoramiento. “Por ejemplo, necesitamos cebollas que sean resistentes a varios hongos, ya que las enfermedades fúngicas pueden dañar las cebollas y causar pérdidas considerables en las cosechas”. La reproducción de nuevas variedades será más fácil ahora que el genoma de la cebolla está disponible.
Un rompecabezas de 100.000 piezas
El tamaño del genoma de la cebolla significaba que desentrañarlo era una tarea importante. “Ensamblar el genoma de la cebolla es comparable a completar un rompecabezas con 100.000 piezas, de las cuales 95.000 son solo pedazos de cielo azul”, dice Finkers. “Solo 5.000 piezas realmente marcan la diferencia. Logramos secuenciar una gran proporción con la ayuda de las últimas tecnologías de secuenciación de ADN porque con esa tecnología logramos ensamblar las piezas pequeñas y grandes que se superponen parcialmente “.
“Ahora que estamos publicando el genoma de la cebolla, otros investigadores y fitomejoradores podrán aprovechar las oportunidades que presenta la secuencia del genoma”, dice Finkers. “Esto ampliará la base de conocimientos y permitirá la selección de muchas más variedades o especies silvestres para detectar la presencia de genes particulares o combinarlos. Esto podría incluirse en un programa de cruzamiento en el que se combinarán características útiles de otras variedades de cebolla o de especies silvestres relacionadas “.
Los fitomejoradores esperan que el acceso a la secuencia del genoma de la cebolla duplique la velocidad de su trabajo de mejoramiento, reduciéndolo en el futuro a unos seis o siete años. “En otros cultivos, como la papa y el arroz, ya se ha estudiado a fondo el papel que desempeñan ciertos genes para proporcionar resistencia a las enfermedades o tolerancia a la sequía. Con base en la información de la secuencia de genes en esos cultivos, los fitomejoradores ahora pueden identificar más fácilmente genes similares en el genoma de la cebolla y avanzar con mayor precisión en su propio trabajo de mejoramiento “.
Colaboración
Wageningen University & Research colaboró con tres empresas en la secuenciación del ADN de la cebolla: las empresas de fitomejoramiento Bejo Zaden y De Groot en Slot, y la empresa de genómica ServiceXS. Partes del proyecto se completaron a través de la colaboración académica con el Prof. Masayoshi Shigyo (Laboratorio de Ciencias de Cultivos Vegetales, Universidad de Yamaguchi, Japón) y el Prof. Shusei Sato (Escuela de Graduados en Ciencias de la Vida, Universidad de Tohoku, Aoba-ku, Sendai, Japón).
En el marco del Día de la Conservación del Suelo, que se celebró ayer 07 de julio, investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción se refieren a la importancia de proteger los suelos de cultivo, resaltando las múltiples funciones ecosistémicas que estos poseen.
Desarrollar un trabajo sostenible y eficaz en el tiempo es la base para conservar y gestionar de manera pertinente los suelos agrícolas, de acuerdo a lo expresado por académicos del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, quienes concuerdan en que las prácticas agrícolas generan un impacto significativo en la biota del suelo.
En este sentido, la académica, Dra. Analí Rosas destaca que los suelos desempeñan un papel determinante para la seguridad alimentaria y el cambio climático. “De hecho, después de los océanos, los suelos son los más grandes reservorios de carbono, por lo que pueden contribuir a reducir significativamente la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera”, precisó la experta.
Por su parte, la académica, Dra. Cristina Muñoz agregó que para comprender la importancia de la conservación de los suelos, se debe poner énfasis en las múltiples funciones ecosistémicas que éstos poseen, como ser sustento de la vegetación y vida animal, biodiversidad de microorganismos, regulación de la calidad del agua, filtro de contaminantes y regulador del clima. “El uso inadecuado o la sobreexplotación de los suelos ha causado una dramática pérdida de la calidad de éstos, considerándose que una importante proporción de los suelos a nivel nacional se encuentran en algún grado de degradación y esto significa no solo la pérdida de su potencial productivo, sino que también de problemas ambientales, económicos y sociales”.
La Dra. Muñoz explicó también que actualmente los suelos del mundo han sido considerados por el IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático) como un agente mitigador del cambio climático, “al actuar como secuestrador de carbono atmosférico y retenedor de gases de efecto invernadero, por lo que su preservación y restauración significarían un avance importante en la mitigación del cambio climático. Entre las acciones concretas que ayudarían en este sentido, destaca la acumulación de carbono o materia orgánica en los suelos, generando diversos cambios positivos en los suelos, tales como una mayor capacidad para retener humedad, formación de agregados de suelo, y aumento del contenido de nutrientes, entre otros”.
Para el académico, Dr. Mauricio Shoebitz, también del Departamento de Suelos y Recursos Naturales, de la Facultad de Agronomía de la UdeC, la biodiversidad de los suelos es una pieza clave para sustentar la fertilidad natural de estos y la productividad de los cultivos. “El suelo contiene un 25% de la biodiversidad de macro y microorganismos del planeta por ello conservarla es relevante para sustentar la alimentación de las futuras generaciones. Es primordial destacar que los procesos de erosión (ocasionada por viento y agua) provocan una pérdida irreparable de los primeros centímetros de suelo, y es allí donde se concentra principalmente la biomasa microbiana y la fertilidad de los suelos”.
TÉCNICAS DE CONSERVACIÓN
Los expertos indican que, “algunas técnicas para la conservación y/o restauración de los suelos lo constituyen las aplicaciones de enmiendas orgánicas a los suelos (frescas, semiestabilizadas o estabilizadas); donde la utilización de los residuos de cosecha, poda, estiércol de ganado y otros materiales orgánicos son fundamentales para que los productores puedan elaborar en el mismo predio sus enmiendas y así reutilizar sus residuos en su sistema productivo. Lo que en conjunto con sistemas de labranza con la mínima intervención del suelo, tales como mínima labor o cero labranza también permiten que los procesos biológicos de los suelos se restituyan, favoreciendo la acumulación de carbono orgánico en los suelos”, explicó la Dra. Cristina Muñoz, quién también agregó que la mantención de cubierta vegetal permanente del suelo permite evitar la erosión; “la rotación de cultivos y el uso eficiente de fertilizantes y agua de riego permitirán tener un sistema productivo más sustentable que garantizará la productividad y la calidad de los suelos para futuras generaciones”.
Finalmente y en este contexto el Dr. Mauricio Schoebitz es enfático en destacar que también se debe considerar la formación de nuevos profesionales del área con orientación a esta realidad que se vive a nivel mundial.
“Como Facultad de Agronomía a través del Departamento de Suelos y Recursos Naturales en Chillán y en Concepción estamos desarrollando proyectos de investigación, asignaturas de especialización y tesis tanto a nivel de pre como postgrado. Se está trabajando en áreas de desarrollo de biofertilizantes basados en microorganismos del suelo, intercropping para reducir el aporte de fertilizantes nitrogenados y fosforados al suelo y fertilizantes de lenta liberación basados en biopolímeros; además del monitoreo de las emisiones de gases de efecto invernadero desde los suelos agrícolas e investigar medidas de mitigación. Todas estas líneas de estudio tienen como objetivo central la producción de alimentos con una menor aplicación de fertilizantes de manera de reducir la emisión de gases de efecto invernadero”, cerró.
Con alta asistencia y a través de la plataforma zoom, el 24 de junio se llevaron a cabo las Asambleas Extraordinaria y Ordinaria de Socios de ANPROS.
En el transcurso de la asamblea ordinaria se dieron a conocer los resultados de la elección de directorio 2021-2023, que en esta oportunidad nuevamente reflejó una alta votación (90% de votos utilizados).
En la actividad, el director ejecutivo de ANPROS, Mario Schindler, agradeció a los directores salientes, señores Eduardo De la Sotta (CURIMAPU EXPORT LTDA.), Sergio Gajardo (ANTUFEN SEEDS LTDA.), Nicolás Sahli (CIS SEMILLAS S.A.) y Álvaro García (ANDRÉS VARGAS TEUBER), por su gran compromiso y el trabajo realizado en el directorio.
Asimismo, dio una cordial bienvenida a los directores que resultaron electos, señores Jean Pierre Posa (SOUTHERN SEED PRODUCTIONS), Ricardo Behn (ANASAC CHILE S.A.), José Ignacio Salazar (BAYER S.A.), Carlos Gazmuri (CORTEVA AGRISCIENCE), Edwin Uribe (SEMILLAS DE GRAMÍNEAS LTDA.), Gastón Elgueta (SEMILLAS BAER LTDA.), Rodrigo Gironés (PINTO PIGA SEEDS S.A.), Juan Carlos Reyes (SEMILLAS TUNICHE LTDA.) y Cristián Carvallo (SYNGENTA S.A.), finalmente, el señor Schindler destacó el trabajo que el directorio realiza permanentemente en función de los objetivos de la asociación.
La Asamblea contó con una alta asistencia de nuestras empresas socias, las que a través de las exposiciones del presidente de ANPROS, Jean Pierre Posa, del director ejecutivo, Mario Schindler y Lorena Zúñiga, encargada de contabilidad, conocieron en detalle el ejercicio de nuestra Asociación durante el año pasado. La memoria del año 2020, con toda la información expuesta, está disponible en el sitio web de ANPROS al cual puede acceder a través del siguiente link: https://www.anproschile.cl/wp-content/uploads/2021/06/Memoria-Anpros-2020.pdf
Posterior a la asamblea, los directores electos participaron de la reunión de constitución del directorio a través de la cual este quedó constituido de la siguiente manera:
El mismo 24 de junio se llevó a cabo también una asamblea extraordinaria de socios, con objeto de presentar una modificación a los estatutos de ANPROS.
Por Manuel Otero Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)
En América Latina y el Caribe vive alrededor del 8 por ciento de la población global, pero la región concentra un 30 por ciento de los muertos por Covid-19 registrados en el mundo.
Es también la zona del planeta que en 2020 presentó el mayor retroceso en materia de generación de riqueza: el Producto Interno Bruto (PIB) regional se contrajo en promedio un 7,1 por ciento, la mayor caída en 100 años, con la consiguiente destrucción de empleos.
El número de latinoamericanos y caribeños en situación de pobreza extrema se expandió a niveles no vistos desde el bienio 1999/2000, con 12,5% de la población total viviendo en esa condición.
En contraposición a esa luctuosa coyuntura, el sector agropecuario emergió exhibiendo musculatura y resiliencia.
A pesar de pronósticos de colapso para los sistemas agroalimentarios, la producción y las exportaciones del agro del continente americano registraron desempeños por encima del promedio, superando desafíos sanitarios, logísticos y financieros y transitando el mismo camino de las últimas cinco décadas, en las que la población mundial se duplicó y la oferta de alimentos se multiplicó por tres.
En base a datos de 17 países de nuestra región, se concluye que las exportaciones agropecuarias se incrementaron un 2,7 % interanual en 2020, mientras que las ventas externas totales cayeron un 9,1%. A su vez, la contracción del PIB agropecuario fue sensiblemente menor a la del conjunto de la economía, e incluso en numerosos países de la región el sector mantuvo su crecimiento.
La crisis sanitaria, sin embargo, con todas sus consecuencias socioeconómicas, puso sobre la mesa una necesidad: revisar las estrategias de todas las actividades de bienes y servicios en el mundo. La agricultura no puede escapar a esta lógica.
Mirando al futuro, el sector debe profundizar su proceso de transformación continuando por la senda de los logros alcanzados, pero asumiendo al mismo tiempo desafíos impostergables, como los aumentos de productividad para generar alimentos más sanos y nutritivos y la internalización de la dimensión ambiental, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero y aumentando el secuestro de carbono de los suelos.
Son muchos los cambios introducidos en los sistemas productivos de América Latina y el Caribe que nos permiten ser optimistas, como la siembra directa, la rotación de cultivos y la integración forestal-agrícola-ganadera, entre otros.
Uno de los caminos más promisorios que se nos presenta en la nueva etapa es la bioeconomía, asociada a la economía circular, que crea condiciones para intensificar del uso de los recursos y procesos biológicos y permite al sector agropecuario incursionar en la generación de valor en cadenas no tradicionalmente vinculadas a este sector.
La mayor cantidad de biomasa residual de la región proviene del arroz, los bovinos, la leche, el café, la caña de azúcar, los cítricos y la piña, residuos alimentarios que, lejos de ser una amenaza medio ambiental, deben ser vistos como un recurso esencial para generar productos de alto valor agregado, entre ellos biofertilizantes, biocombustibles, biometano, biogás y químicos.
Necesitamos aprovechar a fondo el potencial que ofrece la nueva era y restaurar la herida social provocada por la pandemia. Nos urge para ello contar con robustos sistemas nacionales de ciencia y tecnología, con una activa participación del sector privado y redefiniendo prioridades en materia de investigación y desarrollo.
América Latina y el Caribe cuenta con todos los recursos para materializar su papel de garante de la seguridad alimentaria y nutricional del mundo, junto con la sostenibilidad ambiental del planeta.
En vísperas de la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios convocada por la ONU, es tiempo de reafirmar la importancia central de la actividad agropecuaria. En ella está la clave para dejar definitivamente atrás la década perdida y embarcar en una década que nos devuelva la esperanza.
El Ministerio de Agricultura estará a cargo de este proceso en predios agrícolas y en empresas agroindustriales, a través de los seremis ministeriales de cada región en coordinación con los seremis de Salud.
La Ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga junto a la Subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza dieron inicio al proceso de vacunación móvil en las empresas donde existen trabajadores agrícolas que no han podido acudir a los centros de vacunación de sus comunas. La inauguración de este proceso se desarrolló en un packing ubicado en la comuna de Pudahuel.
El Ministerio de Agricultura estará a cargo de este proceso en predios agrícolas y en empresas agroindustriales, a través de los seremis ministeriales de cada región en coordinación con los seremis de Salud. En ese sentido, la ministra Undurraga destacó el trabajo mancomunado junto al Ministerio de Salud para coordinar la logística y así poder vacunar a los trabajadores agrícolas que cumplan los requisitos de vacunación.
“Agradecer a la subsecretaria de Salud por venir a estos puntos de vacunación que llegan no solamente a las grandes ciudades, en los puntos concentrados, sino que se abren a todos los rincones del país. Esto ha sido una política que ha venido desde el primer minuto a las 345 comunas de Chile. 263 son rurales y ese mundo rural que muchas veces va detrás del mundo urbano en esta oportunidad tuvo la vacuna desde el primer momento”, explicó la Ministra de Agricultura.
Por su parte, la subsecretaria Paula Daza explicó que “estamos fortaleciendo la estrategia de vacunación con estos móviles y estas próximas semanas vamos a salir a vacunar a aquellos trabajadores que no han podido acercarse a los lugares de vacunación. Vamos a ir a los predios agrícolas, a los packings, a las constructoras y a otros lugares de trabajo para poder acercar la vacunación a las personas. Hoy estamos en el packing las mercedes y hemos venido a vacunar a todas las personas que están dentro del rango etario y que no han podido vacunarse, a los rezagados, a los enfermos crónicos y también a aquellas personas que no han podido colocarse la segunda dosis”.
“También el fin de semana en la región metropolitana vamos a tener distintos centros vacunatorios para aquellas personas que no han podido vacunarse durante la semana se vacunen. En el velódromo vamos a tener 18 centros de vacunación, también distintos municipios, 38 van a abrir sus vacunatorios para aquellas personas que no han podido colocarse la primera o segunda dosis”, agregó Daza.
Finalmente y, tras monitorear el cumplimiento de las medidas sanitarias dispuestas por la empresa para evitar contagios por COVID 19 en sus trabajadores y trabajadoras, la ministra Undurraga hizo un llamado a “los empresarios para que puedan ser puntos de vacunación para poder llegar a todos aquellos mayores de 26 años que requieren este proceso, así que como Ministerio de Agricultura quedamos disponibles para acompañar al Ministerio de Salud, agradecer la gran campaña de vacunación y también pedirles a cada uno de ustedes que se cuiden porque esto depende por una parte de las políticas públicas y, por otra parte, de forma muy importante del autocuidado”.
San José, 7 de junio de 2021 (IICA). El productor de hortalizas Alfredo Carrasco, inspirador y cabeza del proyecto inclusivo FarmHability, que promueve una agricultura sustentable e integradora, recibirá el premio “El Alma de la Ruralidad”, que el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) otorga a Líderes de la Ruralidad de las Américas.
El premio es parte de una iniciativa del organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural para reconocer a hombres y mujeres que dejan huella y hacen la diferencia en el campo de América Latina y el Caribe.
Además de recibir como reconocimiento el premio “El Alma de la Ruralidad”, los Líderes de la Ruralidad destacados por el IICA serán invitados a participar de diversas instancias asesoras del organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural.
“Se trata de un reconocimiento para quienes cumplen un doble papel irremplazable: ser garantes de la seguridad alimentaria y nutricional y al mismo tiempo guardianes de la biodiversidad del planeta a través de la producción en cualquier circunstancia. El reconocimiento, además, tiene la función de destacar la capacidad de impulsar ejemplos positivos para las zonas rurales de la región”, dijo el Director General del IICA, Manuel Otero.
En el marco de la iniciativa, el IICA trabaja para que el reconocimiento facilite vinculaciones con organismos oficiales, de la sociedad civil y del sector privado para la obtención de apoyo para sus causas.
“Hablamos de personas cuya impronta está presente en cada alimento que consumimos -adonde sea que éstos lleguen-, en cada parcela de tierra productiva y en las comunidades que habitan los agricultores y sus familias. Son hombres y mujeres que dejan huella y son el alma de la ruralidad porque producen, plantan, cosechan, crean, innovan, enseñan y unen”, consideró el Director General del IICA, Manuel Otero, al lanzar la iniciativa.
“Son personas que encarnan liderazgos silenciosos que es preciso visibilizar y reconocer. Son, por sobre todas las cosas, ejemplos de vida. Porque transforman, superan adversidades e inspiran”, agregó.
El IICA trabaja junto a sus 34 Representaciones en las Américas para la selección de los primeros #Líderesdelaruralidad.
Los resultados de la primera etapa de la iniciativa serán presentados ante el Comité Ejecutivo del IICA, una de las instancias de gobierno del Instituto.
Alfredo Carrasco: Avanzando hacia una agricultura más sustentable e inclusiva
Quinta de Tilcoco, Chile (IICA). Sufrió un grave accidente en el 2017 y ese sacudón lo llevó muy joven a tener que reinventarse.
Alfredo Carrasco, hoy con 25 años, trazó un nuevo camino de vida a través de su proyecto inclusivo FarmHability, que promueve una agricultura sustentable e integradora, creando oportunidades de aprendizaje y produciendo alimentos sanos para su comunidad.
Alfredo Carrasco heredó de su padre la pasión por la agricultura y la naturaleza. Junto a él, desde chico, cultivó hortalizas en la granja familiar. El mundo de este joven chileno, sin embargo, pareció derrumbarse cuatro años atrás, cuando un accidente practicando ciclismo de montaña lo dejó parapléjico.
Lejos de rendirse, tras dos años de trabajosa rehabilitación, supo encontrar la forma de seguir trabajando la tierra para producir alimentos: diseñó un invernadero en el que puede desplazarse sin problemas en su silla de ruedas y además ayuda en la rehabilitación e inserción laboral de personas con discapacidad.
“Toda mi vida estuve ligado al campo ya que mi papá es agricultor. Aunque desde los 17 años estaba pensando qué carrera estudiar, siempre he trabajado la tierra. Cuando sufrí el accidente comenzó la búsqueda de un proyecto para volver a la actividad agrícola, ya que nunca estuvo en mis planes trabajar desde una oficina. Entonces surgió esta idea de hacer un invernadero”, contó Carrasco.
“Como añadidura –agregó- surgió la posibilidad de compartir este lugar con otros, para realizar capacitaciones y al mismo tiempo, poner a disposición una instancia de esparcimiento para más personas”.
Alfredo vive en la región de O´Higgins, ubicada poco más de 100 kilómetros al sur de Santiago de Chile. Su capacidad de pensar en crear oportunidades para la población con capacidades diferentes de la zona –unas 40.000 personas- y aunarlas con la actividad agrícola lo llevaron a ampliar horizontes.
“Se trata de gente que está en edad laboral pero una gran mayoría no trabaja porque no existen las condiciones adecuadas para que lo hagan. Ante esa realidad, y considerando el tremendo potencial agrícola de la zona, pensé que debía hacer algo para unir estos mundos que parecían tan lejanos. Así nació FarmHability”, contó.
El proyecto consiste en el diseño e implementación de espacios agrícolas productivos en los cuales una persona con capacidades diferentes se pueda desenvolver y adquirir herramientas para trabajar en diferentes labores agrícolas.
FarmHability cuenta con un invernadero de 250 metros cuadrados, con mesones adaptados para que cualquier persona pueda trabajar en ellos, y una serie de pasillos que permiten la movilidad necesaria para acceder a la tierra, a las herramientas y a las áreas de cosecha y empaque.
La iniciativa es apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), dependiente del Ministerio de Agricultura de Chile.
Álvaro Eyzaguirre, Director Ejecutivo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura de Chile, señaló que para la entidad que dirige “la inclusión es entregar herramientas concretas a todos quienes hacen posible que la alimentación llegue a los hogares de Chile y el mundo. Nos sentimos agradecidos de que jóvenes con discapacidad se atrevan a cruzar el camino de la innovación, que no es fácil, aun cuando sabemos que como sociedad estamos al debe con ellos”.
Antes del inicio de la pandemia, el proyecto alcanzó a recibir a 20 personas de la región, que conocieron la experiencia de cultivar y cosechar alimentos en un sistema adaptado a condiciones de discapacidad. Actualmente, FarmHability se encuentran formulando una serie de talleres para recibir a más personas de todo Chile, gracias a que han mejorado su infraestructura, adaptando salas y baños a este sistema inclusivo.
Para Alfredo es un orgullo ayudar a ese segmento de la población. “Los estamos integrando. Los invitamos a que vengan a conocernos, para que sepan que es posible cultivar y hacer nuevas cosas que impacten positivamente en la vida de otras personas”.
El proyecto está centrado por ahora en la producción de hortalizas. “En campo abierto –explica Alfredo- tenemos un sistema por goteo en base a cintas y estamos trabajando con entre 3.200 y 3.500 plantas por ciclo, que dura dos semanas. En invernadero estamos trabajando con cinco mesones de 600 plantas cada uno”.
Se trata así de un sistema de producción sustentable, que realiza un gran ahorro en el consumo de agua, según explica su creador: “El sistema hidropónico recircula el agua todo el tiempo y entonces sólo perdemos el agua que evaporan las plantas. Eso es lo fantástico de este sistema de cultivo: estamos usando alrededor de un 80% menos del agua que se consume en un cultivo de campo abierto”.
FarmHability es un trabajo arduo de un equipo conformado por el permanente apoyo de los padres de Alfredo y de los profesionales del FIA, que lo asesoran en temas de innovación y colaboran para comercializar, desarrollar alianzas y llegar a la comunidad residente en la zona con alimentos sanos.
La actividad de Alfredo es imparable. Cuando no está en el campo verificando que todo funcione correctamente, anda entregando lechugas hidropónicas en una camioneta que él mismo adaptó a sus necesidades. Por las tardes hace una rutina de ejercicios para continuar con su rehabilitación.
“La agricultura es esencial. El desequilibrio de hoy en día parte del hecho de las familias dejaron de cultivar sus propios alimentos, ya que ahí comienza la desconexión con la tierra. Es muy importante que las personas le tomen cariño de nuevo a la naturaleza. Pueden empezar por cultivar lechugas en sus casas para su autoconsumo. Eso es lo que yo creo que hay que buscar en definitiva”, indicó.
Alfredo también hace un llamado a jóvenes y agricultores a que se asocien para buscar ayuda mediante el cooperativismo, formando alianzas para demostrar que nada es imposible. “Con ganas, con esfuerzo y con un poco de dedicación –concluye- se pueden lograr cosas impensadas como que una persona en silla de ruedas esté cultivando la tierra”.
Los buenos valores del maíz y la sólida demanda externa por hortalizas orgánicas proyectan una temporada sólida para la producción y venta de semillas en Chile.
Marta Lira lleva un cuarto de siglos en la producción de hortalizas. Su centro de operaciones es el valle de Casablanca, en la Región de Valparaíso. Fue pionera en la producción orgánica para el mercado chileno. Sin embargo, su proyecto se estrelló contra una demanda local que no estaba dispuesta a pagar el costo extra que significa ese tipo de agricultura.
Hace una década, Lira tomó un camino intermedio. Una parte de su campo de 23 hectáreas, ubicado en el camino hacia Algarrobo, se dedicó a la producción de hortalizas de manera convencional. Otra parte de la propiedad la reservó para reproducir semillas orgánicas de zapallos, tomates, betarragas y melones, entre otras verduras. El producto final se embarca a Europa.
Este año trajo buenas noticias para Marta Lira. En invierno, la etapa de menor producción en el año, logró contratos para cultivar 3,5 hectáreas de semillas orgánicas para consumidores europeos y en el verano podría sembrar cerca de 6 hectáreas. Por tratarse de un trabajo muy detallista, la producción de semillas ocurre en espacios reducidos y requiere de agricultores especializados y dispuestos a invertir bastante más de lo usual por hectárea, pero con rentabilidades superiores.
“En la superficie de invierno crecimos al doble. No pudimos subir más porque nos topamos con una falta de mano de obra. Hay una mayor demanda por hortalizas orgánicas en Europa”, explica Lira.
En otros rubros semilleros, como el maíz o los cultivos forrajeros para el mercado local, también se ve una demanda sólida para el año agrícola 2021-2022.
Los resultados de este negocio son relevantes para el resto del agro. El año pasado se exportaron US$ 346,8 millones y se vendieron US$ 125 millones en semillas a nivel local. Se trata de un rubro muy exigente, donde requieren de medidas de aislación geográfica hasta trabajo manual de cada planta para lograr una correcta reproducción, que ha posicionado a Chile como un actor vital en la producción mundial de alimentos. Por otra parte, las mejoras en la genética han permitido saltos en la producción local de trigo y remolacha, entre otros cultivos.
En todo caso es un sector con realidades muy diversas, pero muestra señales más que interesantes en el nuevo año agrícola.
“En las temporadas anteriores, las decisiones de siembra se retrasaban cada vez más. Este año seinvirtió la tortilla. Lo vemos en la facturación. Hay interés por sembrar, algunos agricultores hacen pagos al contado para asegurar precio y producto. Tuvieron buenos resultados en la pasada cosecha y prefieren asegurar los insumos para el nuevo año”, sostiene Ricardo Behn, gerente de la División Semillas de Anasac.
Mario Schindler, gerente general de la Asociación Nacional de Productores de Semillas, Anpros, recuerda eso sí que el sector depende mucho del acceso al agua.
“En las últimas temporadas hemos visto un movimiento de la producción de semillas desde el centro del país hacia el sur. La industria está buscando una mayor seguridad de riego”, sostiene el dirigente.
Fuerte demanda por forrajeras
El alza mundial de los commodities se ha hecho sentir en la venta de semillas dentro de Chile. Un caso notorio es el del maíz, que se ha vuelto la vedette de esta temporada entre los agricultores, con una importante demanda por semillas. Sin embargo, más quitadas de bulla, las forrajeras también van al alza, aupadas por la demanda de la industria de la leche y la carne vacuna.
En el caso de las forrajeras, hay que distinguir dos grandes grupos: la alfalfa y el resto. La primera se produce principalmente en la zona central y el año pasado tuvo una muy buena demanda por la escasez relativa de alimentos para el ganado. Este año se prevé una superficie un poco más baja en la zona centro norte por la competencia de otros rubros, mientras que habría un aumento
en la parte sur del Maule y en las regiones de Ñuble y Biobío. En todo caso, los movimientos que pueda haber en cuanto a siembra van a depender de cómo evolucionen en las próximas semanas los precios del maíz, un actor relevante en la alimentación de los planteles lecheros.
En tanto, las semillas de ballicas, que sirven de base para las praderas sureñas, tienen una demanda muy fuerte. Por lo menos se espera vender de manera similar al año pasado. Los canales de distribución tienen stocks muy bajos producto de la buena venta de 2020. Adicionalmente, la falta de lluvias en Los Lagos y Los Ríos hace necesario que los ganaderos siembren para reponer la masa vegetal perdida. También ayudan los altos precios que están recibiendo los productores lecheros, lo que los hace más proclives a hacer este tipo de inversiones.
En el caso del maíz, la alta demanda de China ha dejado los stocks mundiales muy bajos. Como localmente se produce menos de la mitad de lo que necesita Chile, los precios internacionales se transmiten directamente. En la última temporada los agricultores tuvieron una combinación pocas veces vista: buena producción y altos precios. Gracias a que quedaron capitalizados, este año apostarán a aumentar su superficie.
“Hay mucho interés por sembrar maíz. Creemos que la demanda por semillas de maíz podría subir entre 10 por ciento a 20 por ciento. Los altos precios del maíz mantienen interesados a los agricultores en siembra tanto para grano como para ensilaje en el sur. La única dificultad que vemos es que el precio de los arriendos de tierra subió mucho, lo que se suma al alza de los fertilizantes”, sostiene Sebastián Ojeda, gerente general de KWS Chile.
Tampoco se escapa del análisis sobre el maíz, el crecimiento que está teniendo en el sur, como complemento para ensilaje ganadero. Se estima que en la nueva temporada se deberían, por lo menos, mantener las casi 14 mil hectáreas de maíz de ensilaje que se sembraron el año pasado.
En tanto, en el caso del trigo, se prevén dos realidades. Del Biobío al norte se espera una baja en la demanda por semillas de ese cereal debido a la competencia por superficie con el maíz. Sin embargo, de La Araucanía al sur se espera que el área triguera se mantenga, pues los precios están en niveles que aseguran una buena rentabilidad.
En el caso de la remolacha, que es determinada por la demanda que fija cada año la Iansa, se espera que la superficie sembrada se acerque a las 10 mil hectáreas, con una importante concentración en la región del Ñuble. Más al sur, el cu
ltivo de la remolacha forrajera, destinado a la ganadería, podría acercarse a las 4.000 hectáreas, dados los buenos resultados de los últimos años en cuanto a productividad, que han llegado a las 30 toneladas por hectárea cuando hay riego, y al alto costo de los alimentos alternativos.
En cuanto a las hortalizas, grupo que está conformado por muchas especies distintas, se espera un año ligeramente inferior al año pasado, que fue excepcionalmente alto. La principal razón es que en la Región Metropolitana, el tradicional bastión de esos productos, el acceso al agua sigue siendo crítico.
“Se deberían necesitar semillas para sembrar unas 65 mil hectáreas de hortalizas, no muy diferente que el año pasado. En lo que sí hay cambios notorios es en la distribución geográfica. Hay un movimiento importante hacia el sur, en zonas como Los Ángeles o La Araucanía pues hay abastecimiento más seguro de agua. Se trata de productores grandes que vienen de los cereales y que tienen riego tecnificado. Ven en las hortalizas una oportunidad interesante de negocios”, sostiene Lautaro Lazo, gerente de ventas de Semillas Agrical.
Exportadores miran el clima de Estados Unidos
Brian Blackburn se mueve entre La Araucanía, donde produce semillas, y Chillán, la ciudad donde embala su producción. Sin embargo, sus ojos están puestos en Europa y Norteamérica.
Como buena parte del negocio semillero chileno, la empresa de Blackburn, SG 2000, está orientada a la exportación. Casi tres cuartos de la industria dedica sus esfuerzos a abastecer en contra estación las necesidades del hemisferio norte.
En el caso de Blackburn, su eje es la producción de semillas de hortalizas, legumbres y de oleaginosas.
“En esta época del año, se empiezan a recibir los pedidos desde el extranjero. Se ve un mayor interés, por lo menos en oleaginosas y legumbres, que son los rubros que manejo. Me parece que les falta semilla en Europa. En todo caso todavía falta para cerrar los tratos, recién hace un mes mandamos los últimos contenedores de la temporada recién pasada”, sostiene el presidente de SG 2000.
El ejecutivo explica que esta temporada tiene una dificultad adicional al momento de exportar: la falta de reuniones presenciales con los clientes extranjeros debido a las limitaciones de desplazamiento entre países. Donde más problemas produce es en la búsqueda de clientes nuevos. El negocio semillero descansa en una logística muy ajustada y en la capacidad de ambas partes de enfrentar cambios de último minuto en la demanda. Además, se requiere una gran confianza en la empresa que reproduce las semillas en Chile, pues se trata de material vegetal de desarrollo reciente y al obtentor le interesa que no se realicen copias piratas de sus avances.
“El tema de garantizar la confianza con un cliente que nunca has visto en persona es más difícil”, reconoce Brian Blackburn.
De hecho, uno de los grandes desafíos que ha traído la epidemia de coronavirus para la industria semillera ha sido generar reportes detallados para los clientes extranjeros.
“En nuestro caso, utilizamos mucha tecnología remota para entregar información relevante. Antes nuestros clientes nos visitaban una vez al año. Como empresa tenemos el 100% de nuestros campos vigilados por satélites. Se puede ver el desarrollo de los campos día a día desde cualquier lugar del mundo”, explica Winston Colvin, gerente general de South Pacific Seeds.
¿Y qué pasa con la demanda en la nueva temporada exportadora de semillas?
Algo similar al mercado interno, en que la gran novedad viene del lado del maíz. Su peso en la industria semillera chilena es inigualable, el año pasado se exportaron US$ 99,5 millones en ese grano.
Las empresas que reproducen semillas en Chile para suplir la demanda del hemisferio norte están a la espera de ver qué pasa con el clima en Estados Unidos. Si se registran problemas, aumentan las posibilidades de que se requiera producir más semillas en este lado del mundo.
En todo caso, todo parece indicar que la demanda irá al alza. De hecho, de manera inédita, algunas empresas semilleras están arrendando campos para ellas realizar la reproducción, como una forma de asegurar superficie ante la pelea que les darán en maíz de grano.
Hay que tener en cuenta que la producción de semillas requiere de aislación geográfica, que en el caso del maíz tiene que ser por lo menos de 300 metros mientras que en el caso de los girasoles llega a 3 kilómetros, de un cultivo similar para evitar la contaminación con genes no deseados.
En el caso de las hortalizas hay que estar atento a la evolución del clima en California. Esa región de Estados Unidos, que es el principal abastecedor de frutas y verduras de ese país, está enfrentando una sequía histórica. Por el momento, se espera una mayor demanda por semillas de pepinos y zapallos. La lista de encargos para reproducir en Chile, en todo caso, podría aumentar si la falta de agua se agudiza.
Colvin recuerda, que más allá de las variaciones anuales del resto de la industria, la necesidad de semillas orgánicas de hortalizas crece de manera constante.
“En la última década la demanda por ese tipo de semillas no ha dejado de crecer. De hecho, tenemos un déficit de agricultores para abastecer la necesidad que existe. Debería producirse una alianza con la agroindustria y los comercializadores de hortalizas frescas para fomentar un aumento de la superficie”, sentencia Colvin.
Fuente: El mercurio Campo https://www.elmercurio.com/Campo/Noticias/Noticias/2021/06/01/revista-campo-altos-precios-semillas.aspx
Santiago, 19 de mayo de 2021.- El desempeño del Servicio Agrícola y Ganadero durante la pandemia, su importante rol en la cadena de abastecimiento de alimentos para los chilenos, el apoyo al sector exportador, junto al detalle de programas como SAG más cerca y Fiscalización con Sentido, fueron algunos de los hitos que dio a conocer este mediodía el Director Nacional del SAG, Horacio Bórquez Conti, en el marco de la cuenta pública participativa 2020 del organismo ofrecida de manera virtual.
A través de un video, la máxima autoridad de este Servicio dependiente del Ministerio de Agricultura repasó los logros alcanzados durante el año pasado, junto con repasar los desafíos que están enfrentando de cara al futuro y en medio de la nueva forma de relacionarse con usuarios y usuarias que se ha establecido a causa del Covid-19.
“Nuestros funcionarios y funcionarias no han cesado sus labores a lo largo de todo Chile para asegurar la cadena de abastecimiento de alimentos, proteger la sanidad de nuestra agricultura y desarrollar todas las actividades que -de la mano con nuestros agricultores y agricultoras- jamás se han detenido. Hoy, más que nunca, ha quedado de manifiesto que el campo está vivo y que es un sector imprescindible para la vida y desarrollo de nuestro país, pues nos entrega los alimentos. Siento el orgullo de encabezar una institución como el Servicio Agrícola y Ganadero que no ha bajado sus brazos ni un solo momento para seguir trabajando al Servicio de todos los chilenos y chilenas”, expresó la máxima autoridad del SAG refiriéndose al desempeño de la institución durante los largos meses de pandemia.
Entre los logros que destacó Horacio Bórquez estuvo la concreción durante 2020 de la certificación electrónica fitosanitaria sin papel con 34 países, entre ellos la Unión Europea y Estados Unidos; la digitalización de una veintena de trámites para simplificar la atención a usuarios y usuarias, y la mantención de nuestra privilegiada condición fitozoosanitaria, que permite llegar con productos frescos de calidad a los mercados más exigentes del mundo.
También entregó detalles de proyectos que el SAG está desarrollando para cumplir con mayor profundidad su rol de servicio público, como son Fiscalización con Sentido, que apunta a capacitar en algunas normativas como trazabilidad animal y manejo de plaguicidas a la agricultura familiar campesina; y SAG más cerca, con oficinas móviles que se trasladan hasta apartadas zonas rurales y así apoyan en forma directa a los pequeños productores y productoras.
Entre los compromisos que el Director Nacional del SAG anunció como hoja de ruta para el 2021 están la profundización de las capacidades técnicas respecto a la Técnica del Insecto Estéril, capitalizando la gran experiencia que tiene el Servicio en su uso en brotes de mosca de la fruta, haciendo esfuerzos para concretar la instalación de un complejo para su producción, utilización y estudio en la zona central del país. Así también, se evalúa ampliar el uso de la Declaración Jurada Digital SAG de ingreso a Chile desde el Aeropuerto de Santiago a otros controles fronterizos del país y modernizar los sistemas de trazabilidad.
“Los desafíos que tenemos como Servicio son sin duda una prueba difícil de superar… Pero la pandemia también nos ha enseñado que no importan las dificultades si se cuenta con un grupo humano comprometido y al servicio de la gente. Hasta en los momentos más críticos, los funcionarios SAG no han dejado ni un solo día de desarrollar sus labores y así aportar desde distintos frentes a la cadena de abastecimiento nacional, tomando todas las medidas de seguridad necesarias. Aquí estamos para darles certeza que pueden seguir contando con nuestro respaldo, porque juntos podremos escribir el mejor futuro para Chile”, dijo al cierre el Director Nacional del SAG.
Se acerca la siembra de cultivos de invierno en el cono sur de las Américas y SAA ha elaborado un recordatorio sencillo para los agricultores de las buenas prácticas a tener en cuenta al sembrar semilla tratada :
El tratamiento de semilla ayuda a proteger la semilla en su momento más vulnerable – siembra y germinación.
Al ser muy específico y de volúmenes reducidos el tratamiento de semilla reduce sustancialmente el impacto en el medio ambiente.
Es una herramienta valiosa e innovadora que ayudará a incrementar la productividad de nuestros agricultores.
Seguir las instrucciones del envase, ser cuidadoso en la manipulación durante la siembra, el almacenaje y limpieza de equipos reduce los riesgos para el personal, la vida silvestre y el medio ambiente.