Si bien hay muchas más en el Congreso, estas son consideradas prioritarias por la trascendencia que podrían tener en el mediano plazo. Tres se enfocan en temas hídricos, una en suelos y otra en incendios.
Existen diversas mociones parlamentarias que duermen años en el Congreso, algunas nunca ven la luz y otras avanzan a paso lento. Dentro de estas hay una amplia variedad relacionadas con el agro, pero son cinco las que, en este momento, resaltan por el impacto que tendrían, y, además, van mejor encaminadas, según un informe elaborado por una mesa de trabajo de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
De ellas, tres se enfocan en el tema hídrico, aunque desde distintas aristas.
Quizá una de las que viene haciendo desde hace un tiempo más ruido es la que propone la modificación al Código de Aguas, para establecer un nuevo margen para la construcción de tranques de uso agrícola, para que pasen de los 50 mil metros cúbicos actuales a 250 mil m3{+,} sin necesidad de solicitar el permiso sectorial a la Dirección General de Aguas. La iniciativa surge de la necesidad de los agricultores de obtener mayor capacidad de almacenamiento de agua, especialmente considerando que cuando llueve el agua se va rápidamente al mar.
La moción fue presentada por el diputado Benjamín Moreno, del Partido Republicano, quien explica que ‘la necesidad de almacenar mayor cantidad de agua se hizo fundamental en estos tiempos de sequía, se creó esta estrategia con mucha evaluación, de hecho, primero se presentó que aumentaran a 500 mil los metros cúbicos, pero con ayuda de expertos se llegó al número ideal’.
Sobre este proyecto, que está en su segundo trámite, a la espera de ser visto por la Comisión de Agricultura del Senado, Antonio Walker, presidente de la SNA, explica que ‘este tema tiene un gran impacto no solo en términos de costos, sino también ambiental. Creemos que un tranque de 50 mil metros cúbicos es realmente pequeño y que su impacto desde el punto de vista de la seguridad es mínimo. Por esta razón, inicialmente propusimos que el límite fuera de un millón de metros cúbicos, pero después de conversaciones, llegamos a un acuerdo para establecerlo en 250 mil metros cúbicos. Actualmente, la ley menciona un límite de 50.000 metros cúbicos debido a preocupaciones de seguridad y medio ambiente. Sin embargo, los avances en tecnología y las necesidades del sector agrícola nos han llevado a replantear este límite’.
Cristián Muñoz, presidente del Instituto Pensar Agro, integrado por Anpros, ChileAlimentos, Fedefruta, Hortach, Viveros de Chile, Afipa, Imppa, Adiac, Chilebio y APEB, reconoce que ‘sería de gran ayuda para el riego y uso racional de los recursos hídricos avanzar con el proyecto de ley que facilita los permisos para la construcción de tranques con capacidad de hasta 250 mil m3 ‘.
Otra moción en el Senado que ayudaría al agro es la del uso de agua de mar para desalinización y que busca que también pueda ser utilizada en producción agroalimentaria, como una forma de aumentar la disponibilidad de recursos hídricos para el sector, y, además, que la construcción de desaladoras sea más ágil, lo que en el sector es considerado crucial, especialmente en las zonas en que el agua es un problema estructural.
Al respecto, el presidente de la SNA explica que ‘es fundamental promover nuevas fuentes de agua. No estamos promoviendo un programa específico, pero es crucial que agilicemos la construcción de desaladoras, ya que no podemos permitirnos que su construcción tome 10 o 12 años. Cuando hablamos de que estas desaladoras deben ser multipropósito, nos referimos a que deben poder destinarse al consumo humano, la agricultura, la minería y otros fines, no solo al consumo humano. Esta es una discusión muy importante, y nos encantaría que las concesiones de estos proyectos dependieran del Ministerio de Obras Públicas, que es el que realmente conoce el tema hídrico. Actualmente, sin embargo, dependen de la Armada. Este proyecto busca agilizar la construcción y reducir la burocracia, lo que permitirá avanzar en la construcción de desaladoras en la Quinta Región y hacia el norte del país. En cuanto al estado de este proyecto, está siendo discutido en el Senado, sin embargo, dada la situación de sequía, considero que es crucial que este proyecto avance rápidamente’.
Finalmente, desde el punto de vista de la institucionalidad del agua, está la moción que propone la creación de una Subsecretaría de Recursos Hídricos, radicada en el Ministerio de Obras Públicas, que agrupe a las cerca de 50 servicios y organismos públicos que tienen injerencia en el tema.
El proyecto fue presentado por el diputado Víctor Pino, del partido Demócratas, quien fue por dos años presidente de la comisión de Recursos Hídricos de la Cámara de Diputados, que vio en terreno cómo la multiplicidad y dispersión de organismos y servicios dentro del Estado entorpece un acceso adecuado al agua, especialmente en el ámbito agrícola y rural.
‘En este contexto, es crucial asegurar el acceso al agua en las zonas, como la Región de Coquimbo, donde el 50% de las tierras cultivables han dejado de utilizarse en los últimos 10 años. Aunque hay muchas áreas en las que podríamos hacer mejoras, lo que realmente necesitamos es una institucionalidad robusta. Creo que el Ministerio de Obras Públicas, con la gran cantidad de responsabilidades que tiene, deja de lado uno de los temas más importantes: el recurso hídrico. Y todos sabemos que, sin agua, ninguna actividad productiva puede desarrollarse, ni tampoco se pueden abordar los temas de sanidad’, dice Pino.
Precisamente es el entorpecimiento que implica tener tantas instituciones cumpliendo funciones similares lo que considera clave Víctor Catán, presidente de Fedefruta. ‘Nos encontramos con que en las diferentes ventanillas piden presentar los mismos requisitos y que la capacidad del Estado para responder a estos pedidos está muy limitada. Estamos con un retraso de tres años; de 8.000 solicitudes, solo se atiende un tercio al año. Esto es muy similar a las listas de espera en los hospitales, y esta situación genera irregularidades y variables negativas que afectan tanto el desarrollo rural como a las comunidades mismas’.
Por todo lo anterior, para Walker, desde la SNA, esta iniciativa es fundamental y necesita ser impulsada con fuerza. ‘Es un proyecto de ley que ya está en marcha, y debemos asegurarnos de que se ponga en tabla para su discusión. En la Mesa del Agua del gobierno anterior se trató este tema durante todo el período y hubo un amplio consenso en que Chile necesita una subsecretaría de recursos hídricos. Durante este gobierno también se ha discutido, y hace unos días lo presenté al ministro de Agricultura. Estoy convencido de que debemos empujar este proyecto con mucha fuerza, ya que cuenta con un gran consenso’, recalca.
No sólo agua: Suelo e incendios también
Dentro de las mociones que no se enfocan en el recurso hídrico, está el proyecto presentado por el ministerio de Agricultura, que propone establecer un sistema de incentivos para la gestión sostenible de suelos agropecuarios (Sigess), con el objetivo de contribuir a la recuperación y conservación de los suelos degradados, estableciendo para incentivar, a través de un modelo establecido, la adopción por parte de los agricultores de prácticas que mejoren y mantengan las propiedades químicas, físicas y biológicas de los suelos agropecuarios. Este proyecto es una reformulación del actual sistema de incentivos para la sustentabilidad agroambiental de los suelos agropecuarios y propone una bonificación para incentivar prácticas específicas en áreas de conservación y mejoramiento de suelos productivos, haciéndose cargo del impacto económico que esto significa para los productores; además de capacitaciones y transferencia tecnológica y fondo comunitario para resolver problemas que afectan a comunidades.
‘La gestión sostenible de los suelos es un aspecto en debate igualmente vital para la conservación de la fertilidad y productividad de nuestras tierras, lo que a su vez impacta directamente en la seguridad alimentaria del país. Actualmente está en el segundo trámite en el Senado, creemos que en esta instancia se le pueden hacer mejoras importantes a dicho proyecto, tanto en la calificación de los profesionales que pueden operar el sistema como en adecuaciones que permitan que el instrumento tenga la mayor cobertura posible en términos de superficie’, menciona Cristián Muñoz, en representación de los integrantes del Instituto Pensar Agro.
De hecho la iniciativa ya fue aprobada en lo general, por unanimidad, en la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural de la Cámara.
Por último, está el proyecto de ley que regula la prevención de incendios forestales y rurales que busca establecer nuevos instrumentos, fortalecer los existentes y reducir el riesgo asociado a que ocurran incendios. Si bien en el sector lo considera esencial, también creen que debe ser mejorado.
‘Hay muchos proyectos de ley que debemos avanzar, y uno de ellos es el sobre incendios rurales. Creemos que la ley de incendios, que actualmente está en el Senado, es muy importante, pero también pensamos que es mejorable. Corma, que es un gremio perteneciente a la Sociedad Nacional de Agricultura, tiene muy claro cómo se puede mejorar este proyecto. Consideramos que esta ley no solo debe abarcar la prevención de incendios, sino también incluir aspectos como el combate y control de los mismos. Además, es crucial que aborde el tema de las penas y la persecución de quienes cometen el delito de incendio’, explica Antonio Walker.
Parecida es la posición de los gremios, en el Instituto Pensar Agro. ‘El proyecto puede ser mejorado con medidas preventivas que permitan desplegar los recursos del Estado en las rutas de acceso a los puntos donde siempre comienzan los incendios cuando se anuncien condiciones climáticas extremas que favorecen la propagación del fuego. Igualmente, creemos que el proyecto debería otorgar facultades investigativas a los tribunales y a las fiscalías, de modo que permitan determinar responsabilidades en los casos de incendios intencionales o negligentes’, dice Muñoz.
En el próximo Congreso Euroseeds de Copenhague, la innovación brillará con luz propia, y el escenario InnovAction será el eje central del Congreso. Mientras disfruto de un techo digno, calefacción central y una taza de té hecha con agua hervida en mi tetera eléctrica, reflexiono sobre el poder de la innovación y me pregunto: ¿dónde estaríamos sin la innovación? Bueno, supongo que estaríamos sentados alrededor de una fogata y viviendo en cuevas , y estoy bastante seguro de que nadie quiere volver a esa época. Bromas aparte, la innovación es absolutamente fundamental para el éxito a largo plazo del sector de las semillas, y aplaudo los esfuerzos de Euroseeds y otros por apoyarla.
Mientras que Merriam Webster ofrece una definición bastante pobre de innovación como “una nueva idea, método o dispositivo o la introducción de algo nuevo”, yo prefiero definir la innovación como el proceso de generar nuevas ideas, métodos, productos, servicios o soluciones que tienen un impacto y un valor positivos significativos. Todo comienza con un concepto creativo, que luego se transforma en un resultado tangible que aborda necesidades no satisfechas o, en el caso de un proceso, mejora la eficiencia y la eficacia.
Impulsando el progreso humano
La innovación ha sido durante mucho tiempo el motor que ha impulsado el progreso humano, ha transformado las sociedades y las industrias. Desde la rueda hasta Internet, cada avance se ha basado en los esfuerzos y el ingenio de innumerables personas que se atrevieron a imaginar un futuro diferente. El poder de la innovación reside en su capacidad para resolver problemas, crear nuevas oportunidades y ampliar los límites de lo que creemos posible. Si bien el concepto de innovación es tan antiguo como la humanidad misma, está transformando nuestro mundo más rápido que nunca.
Innovación en el sector de la mejora vegetal y de las semillas
Una de las áreas más importantes en las que la innovación ha tenido un profundo impacto es la agricultura en sentido amplio, que incluye el sector de la mejora vegetal y de las semillas. El desarrollo de nuevas variedades de plantas y semillas mejoradas ha sido fundamental para abordar la seguridad alimentaria, aumentar el rendimiento de los cultivos y hacer que la agricultura sea más sostenible.
Como la mayoría de ustedes saben, en el siglo XX se produjeron enormes avances en el cultivo de plantas, impulsados por el descubrimiento de los principios de la genética por Gregor Mendel y el posterior desarrollo de la biotecnología. La Revolución Verde de los años 1960 y 1970, que introdujo variedades de trigo y arroz de alto rendimiento , es un excelente ejemplo de cómo la innovación en el cultivo de plantas puede tener un impacto transformador. Esta revolución ayudó a aliviar el hambre en muchas partes del mundo al aumentar drásticamente la producción de alimentos.
A la vanguardia
Hoy en día, el sector de las semillas sigue estando a la vanguardia de la innovación agrícola. Las empresas están invirtiendo en investigación y desarrollo para crear semillas que sean más resistentes al cambio climático, las plagas y las enfermedades. Por ejemplo, se están desarrollando cultivos tolerantes a la sequía para ayudar a los agricultores a hacer frente a patrones climáticos cada vez más erráticos. De manera similar, las variedades resistentes a las plagas reducen la necesidad de pesticidas químicos, lo que contribuye a prácticas agrícolas más sostenibles.
Además, la aparición de CRISPR y otras tecnologías de edición genética ha abierto nuevas posibilidades en el campo del fitomejoramiento. Estas tecnologías permiten realizar modificaciones precisas en los genomas de las plantas, lo que permite el desarrollo de cultivos con un mayor contenido nutricional, una mayor vida útil y otras características deseables.
El papel del sector de las semillas en la innovación va más allá de la mera mejora del rendimiento de los cultivos. También desempeña un papel crucial en la preservación de la biodiversidad. Al desarrollar y distribuir una amplia variedad de semillas, los obtentores ayudan a mantener un acervo genético diverso, que es vital para la resiliencia de los sistemas agrícolas frente a los cambios ambientales.
Destrucción creativa
En el corazón mismo de la innovación se encuentra la destrucción creativa: el desmantelamiento deliberado de procesos establecidos para dar paso a métodos de producción mejorados. Aunque el concepto suena negativo, es un componente crítico del cambio y el crecimiento impulsados por la innovación. Se utiliza con mayor frecuencia para describir tecnologías disruptivas como los ferrocarriles o, en nuestra época, Internet. El término fue acuñado a principios de la década de 1940 por el economista Joseph Schumpeter, quien observó ejemplos reales de destrucción creativa, como la cadena de montaje de Henry Ford.
La destrucción creativa se puede observar en muchos sectores diferentes, incluido el sector de la mejora vegetal y las semillas, con ejemplos obvios como los híbridos F1, la modificación genética, la edición de genes, etc. El problema es que la destrucción creativa puede ser un arma de doble filo. Si bien conduce al progreso y a la creación de nuevas actividades, industrias y empleos, también vuelve obsoletos los existentes. Puede haber consecuencias no deseadas, como pérdidas temporales de empleos, repercusiones ambientales y desigualdad de poder. Esto no es novedad: la llegada de los automóviles condujo al declive de los carruajes tirados por caballos ; las cámaras digitales causaron la caída de la fotografía tradicional basada en película.
Este proceso puede ser doloroso para quienes forman parte de los sectores que se ven afectados. Sin embargo, creo que todos podemos estar de acuerdo en que la innovación es esencial para el crecimiento y el desarrollo económico a largo plazo. La destrucción creativa también obliga a las empresas a ir más allá del statu quo y a buscar nuevos espacios creativos: adaptarse, innovar o correr el riesgo de volverse irrelevantes. Es a través de este ciclo constante de renovación que las economías se mantienen dinámicas y capaces de afrontar nuevos desafíos. Quedarse estancado es básicamente retroceder.
Aprovechar el poder
El poder de la innovación es innegable. Ha marcado el curso de la historia de la humanidad y sigue impulsando el progreso en todos los sectores de la sociedad. Desde las antiguas invenciones que sentaron las bases de la civilización moderna hasta los avances actuales en el cultivo de plantas y el sector de las semillas, la innovación es un elemento central del desarrollo humano.
De cara al futuro, el reto será aprovechar este poder de manera responsable, garantizando la creación de un entorno en el que los beneficios de la innovación puedan compartirse ampliamente de manera que potencien un ciclo continuo de innovación y, en última instancia, mejoren nuestras vidas. Debemos estar preparados para adaptarnos a los cambios que traiga consigo. En el sector de las semillas, como en todos los campos, la innovación será clave para abordar los desafíos globales del siglo XXI, desde alimentar a una población en aumento hasta mitigar los impactos del cambio climático. Celebro los cambios que se avecinan.
Las semillas certificadas son la esencia del trabajo de la industria semillera y, al mismo tiempo, constituyen un valor añadido fundamental para todas las cadenas de producción alimentaria.
En Italia, la certificación la otorga el CREA-DC, un organismo ministerial, con pruebas que se desarrollan durante un largo periodo de tiempo. Comienza con inspecciones en el campo donde se produce la semilla, sigue con pruebas de laboratorio y, finalmente, con controles durante las fases de elaboración en las fábricas. El control posterior se realiza anualmente, como una verificación adicional de la conformidad de los lotes destinados a la comercialización. Este proceso garantiza los estándares de calidad exigidos por la ley en materia de pureza física y varietal, identidad, germinación y ausencia de patógenos.
Las semillas certificadas, que han sido sometidas a exhaustivos controles de calidad, representan un activo técnico crucial. Garantizan una alta calidad, eficiencia económica, cumplimiento legal, trazabilidad e innovación, ya que los ingresos comerciales financian la investigación varietal.
Todo esto tiene un impacto positivo en toda la cadena de suministro, desde los agricultores, pasando por los comerciantes, la industria alimentaria, hasta la distribución a gran escala y, en última instancia, los consumidores.
Un enfoque para mejorar
A pesar de las innegables ventajas, hoy generalmente reconocidas, el impacto de las semillas certificadas en el mercado es todavía parcial e insatisfactorio. En Italia oscila entre el 65% del trigo blando, el 60% de la soja y el arroz y sólo el 50% del trigo duro y la alfalfa. En el resto de Europa, la situación es más o menos la misma, con porcentajes de uso que van del 30 al 80%. Por lo tanto, una gran parte de la producción agrícola se realiza a partir de semillas no certificadas, es decir, no controladas y no garantizadas, preparadas de manera aproximada y generalmente no profesional. A menudo se trata de semillas ilegales, por lo tanto con riesgo de acciones legales por violación de las leyes sobre semillas y/o de las normas fiscales. En cualquier caso, estos cultivos no permiten ninguna trazabilidad e impiden el acceso a incentivos como el “fondo de trigo duro”, reservado a los agricultores italianos que estipulan contratos de cadena de suministro de al menos tres años y utilizan semillas certificadas.
¿Por qué esta elección? Muchos agricultores se engañan a sí mismos pensando que ahorrarían dinero. De hecho, en el mejor de los casos, el coste más bajo es de poco más de 20 euros por hectárea, una ganancia pequeña y solo aparente, si tenemos en cuenta todos los inconvenientes de las semillas no certificadas.
Se trata de una forma de operar obsoleta y no competitiva. El Pacto Verde Europeo, teniendo en cuenta sus objetivos y estrategias, exige trabajar con gran profesionalidad y, por tanto, con medios técnicos de alta calidad, como las semillas certificadas. En este sentido, el Ministerio de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales italiano ha puesto en marcha una propuesta —presentada por la asociación de semillas italiana Assosementi, y en la nueva Política Agrícola Común 2023-2027— ha establecido que, a partir de la siembra de 2024, para obtener el pago acoplado previsto en Italia para el trigo duro, el arroz, la soja, las semillas oleaginosas, el tomate para la industria, las legumbres y la remolacha azucarera, se requiere el uso de semillas certificadas. Un paso adelante para la agricultura italiana.
El consumidor es clave
El verdadero salto de calidad se producirá cuando la elección de los agricultores no esté condicionada por una normativa, sino por el mercado. Desde esta perspectiva, el elemento determinante será el consumidor. Hoy más que nunca, “el consumidor es el rey”. Es el consumidor quien dicta la dinámica del mercado y guía las estrategias de las empresas. Si algunas leyendas, como “Producido a partir de trigo 100% italiano”, o “De agricultura biológica (o integrada)”, o incluso “Sin aceite de palma”, cada vez más presentes en los envases de diversos productos alimenticios, se consideran estratégicas, mañana podría convertirse en “Producido a partir de semillas certificadas”. Se trata de comunicar al consumidor que las semillas certificadas representan una ventaja importante, que garantiza, entre otras cosas, la salud de los alimentos, su origen, su producción de forma legal y ética. Estos valores son muy solicitados y buscados en la alimentación por los ciudadanos europeos, como lo atestiguan encuestas autorizadas como el Eurobarómetro 2022 – Seguridad alimentaria en la UE.
Se trata de proporcionar información correcta y eficaz que, si finalmente es recibida por el consumidor, podrá influir positivamente en las decisiones de toda la cadena de suministro.
Un desafío decisivo para el sector de las semillas, en Europa y en el mundo.
Franco Brazzabeni es consultor comercial y de marketing en el sector agroindustrial internacional, miembro del Consejo de Administración de Assosementi y de ISF Groups y escribe un blog en www.agrinotes.it .
El pasado 13 de noviembre, en la región de La Araucanía, se llevó a cabo una destacada actividad que refuerza el compromiso con la calidad de las semillas en Chile. ANPROS y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) unieron esfuerzos en la “Reunión de Inicio de la Temporada de Certificación de Semillas para el Mercado Nacional”, donde participaron productores de semilla certificada y autoridades del sector.
Durante la mañana, ANPROS, representada por su Director Ejecutivo, Mario Schindler, junto al Director Nacional del SAG, José Guajardo Reyes y destacados representantes de la División de semillas y plantas del SAG, participaron en la reunión realizada en Temuco. Mario Schindler destacó la relevancia de este encuentro, que marca el inicio de la temporada de certificación, un proceso clave para asegurar semillas de alta calidad, mejores rendimientos agrícolas y la seguridad alimentaria del país. Guajardo, por su parte, subrayó la importancia de la colaboración entre ambas entidades, recordando que Chile es líder en la producción de semillas en el hemisferio sur, y cómo esta cooperación fortalece la reputación global del país en el sector.
Tras un almuerzo con la delegación del SAG y parte del equipo de ANPROS, el grupo se trasladó en la tarde a Vilcún, donde se realizaron visitas a un semillero de Ballica y Trigo, propiedad de un multiplicador de ANASAC; y a la planta de AGRÍCOLA NEW SEED, donde su representante, Raúl Huenchuñir efectuó una completa exposición. En estas visitas, el SAG pudo observar de cerca el delicado trabajo que se realiza para garantizar que las semillas cumplan con los más altos estándares de calidad, asegurando así producciones agrícolas exitosas y sostenibles.
La jornada concluyó con un mensaje de agradecimiento al SAG por su constante apoyo, y a los colaboradores de ANPROS en el sur de Chile, quienes demostraron su dedicación hacia la excelencia en la producción de semillas. Este compromiso conjunto sigue siendo un pilar fundamental para el fortalecimiento de la agricultura nacional.
Por parte del SAG participaron de las actividades el Director Nacional, José Guajardo Reyes, el Director Regional, Francisco Castillo, Carolina Castro, Encargada Regional de Protección Agrícola Forestal y Semillas, Sandra Bustos, Jefa del Departamento de Semillas y Plantas y Marco Muñoz jefe de la División de Protección Agrícola-Forestal y Semillas.
Por parte de ANPROS participaron su director ejecutivo, Mario Schindler, la jefa técnica Maricela Canto y María Paz Gana, encargada de comunicaciones.
ANPROS agradeció a Howard Langer, Supervisor de Producción de la Zona Sur de Anasac y a Raúl Huenchuñir, socio representante de Agrícola New Seed, quienes nos acompañaron durante toda la jornada y que con su apoyo permitieron la realización de esta exitosa actividad en la que pudimos entregar a las autoridades el necesario conocimiento práctico sobre el funcionamiento de la industria semillera y sus procesos.
Un oceanógrafo y sus hijos ingenieros cambian fundamentalmente el juego de la previsión meteorológica subestacional, superando a las previsiones meteorológicas globales de largo alcance más respetadas.
A pesar de la tecnología avanzada y los mejores esfuerzos de organizaciones globales líderes como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), la predicción meteorológica de largo plazo (cualquier cosa que intente predecir más allá de días o, en el mejor de los casos, semanas) a menudo se considera poco confiable… y con buena razón.
Históricamente, la previsión meteorológica se ha basado en modelos de predicción numérica del tiempo (NWP, por sus siglas en inglés), como el Sistema de Predicción Global (FGS, por sus siglas en inglés) de la NOAA y el Centro Europeo de Predicciones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF, por sus siglas en inglés). Estos modelos incorporan observaciones meteorológicas actuales y simulan la física de los procesos atmosféricos mediante la resolución numérica de ecuaciones complejas. Más allá de una semana, el caos abruma a estos modelos físicos.
El oceanógrafo Ray Schmitt, que ha dedicado su carrera a estudiar el impacto de las corrientes oceánicas en el clima, pensó que tenía que haber una manera más precisa. Trabajando literalmente desde la mesa de su sala de estar, él y sus dos hijos ingenieros desarrollaron una tecnología que ofrece pronósticos meteorológicos subestacionales (de dos a seis semanas) y estacionales (de seis semanas a seis meses) mucho más precisos y consistentes. Su tecnología podría resultar fundamental para ayudar a los agricultores a responder de manera efectiva a los fenómenos meteorológicos extremos en nuestra realidad climática cada vez más volátil.
Schmitt siempre ha tenido interés en la predicción meteorológica. Ese interés se tornó más serio cuando, en 2017, la Oficina de Recuperación de los EE. UU. organizó un concurso de pronósticos meteorológicos subestacionales. El concurso, que ofrecía un premio de un cuarto de millón de dólares, encomendaba a los equipos que produjeran predicciones de precipitaciones para todo un año.
“La Oficina de Recuperación gestiona muchas presas hidroeléctricas en el oeste, que también se utilizan para el riego agrícola. Necesitaban comprender mejor los pronósticos de precipitaciones subestacionales: ese período de dos a seis semanas. Por eso, organizaron un concurso con la esperanza de encontrar una mejor manera”, dice Schmitt.
Los requisitos del concurso eran intensos.
“Cada dos lunes teníamos que enviar dos pronósticos: uno con tres o cuatro semanas de antelación y otro con cinco o seis semanas de antelación. Luego, se nos puntuaba por la precisión de lo que habíamos enviado cuatro y seis semanas antes”, afirma Schmitt.
El método tradicional de predicción meteorológica consiste en construir modelos meteorológicos basados casi exclusivamente en datos de la NOAA y el ECMWF. El pronóstico a corto plazo (aproximadamente a cinco días) es relativamente preciso porque se basa en observaciones en tiempo real que incluyen estaciones et en tierra, presiones barométricas recogidas por aeronaves e imágenes satelitales. Sin embargo, más allá de unos pocos días, las predicciones se vuelven menos fiables. La mayoría de los proveedores de información meteorológica simplemente agregan los modelos publicados, recopilando y presentando modelos meteorológicos de mayor alcance de formas más comprensibles, pero no más precisas.
El concepto de Schmitt era muy diferente.
En lugar de priorizar exclusivamente el clima histórico para dar forma a las predicciones futuras, el sistema de pronóstico de Schmitt consideró fuentes de datos no convencionales centradas en las superficies oceánicas y terrestres, que proporcionan información sobre lo que él llama “el impulso inercial del sistema climático en escalas de tiempo estacionales a anuales”.
“Como oceanógrafo en el Instituto Oceanográfico Woods Hole, investigué mucho sobre el ciclo del agua”, explica. “Me di cuenta de que había señales oceánicas que podíamos usar para predecir las precipitaciones en tierra. Escribí un montón de artículos sobre ellas. Soy un académico de corazón, pero me di cuenta de que esta tecnología tiene aplicaciones directas en el mundo real”.
No todos estaban convencidos. En los años previos al concurso, cuando se centraba exclusivamente en la oceanografía, sus ideas no siempre generaban un gran entusiasmo entre sus colegas o sus patrocinadores.
“Francamente, había habido resistencia a mis publicaciones, simplemente porque era una idea novedosa. No era tradicional y era difícil conseguir financiación”, afirma.
Aun así, estaba convencido del concepto y la competencia le dio el empujón para desarrollar el resto del sistema de pronóstico. Para construir una herramienta de pronóstico, involucró a sus dos hijos para que crearan una herramienta de inteligencia artificial de aprendizaje automático que utilizara conjuntos de datos de temperatura y salinidad del océano para predecir las precipitaciones en tierra.
“Hicimos algo completamente novedoso. Usamos aprendizaje automático, que se ha adoptado lentamente en la industria meteorológica. Sentimos que somos pioneros en el uso del aprendizaje automático en este período de tiempo”, afirma Schmitt.
Compitiendo con meteorólogos profesionales, Schmitt y sus hijos sorprendieron a todos.
“Desde el principio, estábamos muy por delante de las empresas de previsión profesionales. Al final de la competición, teníamos la mejor puntuación por un factor de dos”, afirma Schmitt.
Schmitt y sus hijos no sólo ganaron el premio principal de la competencia de $200,000, sino que también obtuvieron un bono de $50,000 cuando demostraron que su modelo no sólo había sido el más preciso durante un año; fue el más preciso en todos los años de la década completa anterior.
Predicciones de tiempo completo
Con el premio, Schmitt aprovechó la oportunidad de retirarse de su carrera en oceanografía para dedicarse de lleno a la predicción meteorológica, mientras sus hijos volvían a sus “trabajos reales”, afirma. El dinero del premio le permitió a Schmitt invertir en la creación de una empresa y, en 2019, nació oficialmente Salient Predictions.
El objetivo de Salient es proporcionar pronósticos meteorológicos significativos y precisos a largo plazo a una variedad de clientes, particularmente en los sectores de agricultura y energía.
“Hemos formado un sólido equipo de meteorólogos y expertos en ciencia de datos, incluido el ganador del componente de temperatura del concurso de pronósticos. Hemos desarrollado sofisticados modelos de inteligencia artificial propios que pueden ejecutarse junto con los modelos NOAA y ECMWF y determinar la mejor combinación de pronósticos para cualquier ubicación y tiempo de anticipación. Nadie puede igualar la confiabilidad de nuestros pronósticos”, afirma Schmitt.
Salient Predictions empezó a funcionar al principio de la pandemia. Sus primeros clientes eran ambos del sector agrícola: BASF y una empresa agrícola de Brasil.
Salient ahora se ha expandido más allá del período subestacional de dos a seis semanas de la competencia hasta un año.
“Incluso los modelos gubernamentales se detienen a los seis meses. Durante un período de entre seis y doce meses, somos la única opción disponible”, afirma Matt Stein, director ejecutivo y cofundador de Salient.
Los pronósticos de Salient Predictions proporcionan resultados a largo plazo notablemente más precisos.
“Vemos constantemente una mejora de entre el 5 y el 15 % en la precisión y la fiabilidad en comparación con la siguiente mejor alternativa en cada período de tiempo”, afirma Anthony Atlas, vicepresidente de desarrollo comercial de Salient. “Es una respuesta bastante conservadora porque depende de con qué nos comparemos. Si nos fijamos solo en ECMWF o NOAA, somos hasta un 25 % mejores en determinados plazos de entrega”.
“En el caso de eventos un poco más anómalos, como cuando tenemos una gran convicción de que se avecina una gran desviación, el modelo se vuelve aún más confiable. Ahí es donde hay una mayor separación entre nuestros modelos y otros, porque los otros modelos tienden a empeorar a medida que se sale del rango de lo normal”.
No es sorprendente que una tecnología que puede predecir con mayor precisión el clima semanas e incluso meses en el futuro esté llamando la atención de agricultores y empresas.
Las oportunidades de utilizar esta herramienta en la agricultura incluyen mejorar los modelos de rendimiento de los cultivos, señalar con precisión las decisiones de selección de semillas, refinar las ventas y el marketing de insumos para cultivos, elaborar presupuestos de energía, planificar seguros de cultivos, evaluar riesgos en el financiamiento y los seguros agrícolas, y más.
“Estaba hablando con alguien en Brasil, el jefe de abastecimiento de Sudamérica de una importante empresa de bebidas. Me dijo que habían aconsejado a uno de sus productores de cebada que redujera el nitrógeno a 100 libras por acre porque querían una cerveza con bajo contenido de proteínas. [El productor] no quería hacerlo. Quería añadir sus habituales 150 libras de nitrógeno. Pero terminó siendo un año de sequía, por lo que el exceso de nitrógeno elevó demasiado el contenido de proteínas. Ese error le costó al productor algo así como 3 millones de dólares en toda su operación”, dice Atlas. “Si hubiera tenido acceso a un pronóstico meteorológico a largo plazo más preciso, podría haber tomado una decisión muy diferente”.
Existen oportunidades en todo el mundo. En octubre de 2023, Salient Predictions recibió una subvención de 3 millones de dólares de la Fundación Gates para integrar sus datos en modelos de rendimiento de cultivos para África Oriental con el fin de respaldar la seguridad alimentaria mediante la selección de semillas en función del clima y otras decisiones de gestión de cultivos. Grandes actores como AB InBev y otras empresas de alimentos y bebidas también han expresado un gran interés en la tecnología.
“El mayor desafío es el salto de fe que deben dar las empresas que están acostumbradas a hacer las cosas de una determinada manera, que suponen que el pasado se repetirá en el futuro, y que ahora deben trabajar con un nuevo tipo de pronóstico. Es una nueva forma de pensar y puede resultar difícil abandonar el statu quo, incluso cuando éste no es muy bueno”, afirma Stein.
El otro gran desafío, como era de esperar, es la competencia.
“Estamos un paso adelante, pero el grupo no es estático. Y, por cierto, el grupo incluye a nuestros amigos de las agencias gubernamentales, que tienen grandes recursos. Por lo tanto, nuestro trabajo es mantenernos enfocados y mejorar continuamente la precisión y confiabilidad de nuestro modelo para que los agricultores y las empresas agropecuarias puedan planificar con un año de anticipación el impacto del clima en el rendimiento y la calidad de los cultivos”, dice Stein.
Estiman que las exigencias para disminuir la emisión de material particulado (MP) y óxidos de nitrógeno (NOx), elevaría los costos para la adquisición de nuevas maquinarias que cumplan con estos estándares.
El mundo agrícola se prepara para un nuevo foco de incertidumbre. Algunos actores del rubro han manifestado que los distribuidores de maquinaria agrícola comenzaron a informar que, a partir de octubre de este año, solamente podrán importarse tractores con emisiones de gases que cumplan con la norma Tier 4.
Lo anterior, debido a la entrada en vigencia del Decreto Supremo N° 39 de 2020 del Ministerio de Medio Ambiente —publicado el 21 de octubre de 2021, bajo la gestión de la exministra Carolina Schmidt. La normativa, que comenzará a exigirse para los tractores agrícolas desde este año, busca reducir las emisiones de contaminantes provenientes de maquinarias móviles no destinadas al transporte de pasajeros o mercancías por carretera.
En el sector agrícola estiman que estas exigencias para disminuir la emisión de material particulado (MP) y óxidos de nitrógeno (NOx), elevaría los costos para la adquisición de nuevas maquinarias que cumplan con estos estándares. Desde la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) afirman que la medida encarecía los precios para la adquisición de estas unidades en, al menos, 20%.
Efectos en los pequeños productores
En una minuta, el principal gremio agrícola del país afirmó que esta normativa afectaría a “muchos agricultores incapaces de migrar y costear el reemplazo de maquinaria, especialmente los productores pequeños”. En la misma línea, apuntaron que los costos de mantención de estos nuevos vehículos agrícolas también serán “más caros producto de los aditivos adicionales (AdBlue) y los problemas logísticos y de mantenimiento de este tipo de tractores”.
Destacó que el impacto ambiental que generan los tractores dedicados a las actividades del rubro agrícola serían bajos en comparación a otros sectores. “El sector residencial es el responsable de más del 90% de las emisiones de material particulado, tanto grueso (PM10) como fino (PM 2,5), generando el mayor impacto para el medio ambiente y, por tanto, en donde debiera estar centrada la norma”, aseguró la SNA.
En esta línea, Antonio Walker, presidente de SNA, afirmó que van a solicitar al Ejecutivo que se entregue una “excepción a los tractores silvoagropecuarios, considerando el bajo impacto en las emisiones”, así como también que se implemente con mayor gradualidad.
“La entrada en vigencia de este decreto, sin ninguna gradualidad orientada a la adaptación, impone un costo desproporcionado para el sector silvoagropecuario, con un aumento estimado de al menos un 20% del precio de los tractores agrícolas y generando un beneficio mínimo para el medio ambiente. Esto, porque los tractores, cuyo uso es estacional en el agro, generan emisiones inferiores al 1% de PM 2,5, que es el material particulado que emiten los motores diésel”, dijo.
Walker sostuvo que han planteado esta inquietud al ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, para abordar esta situación que afectaría, principalmente a agricultores pequeños. Asimismo, comentó que están analizando solicitar una reunión con la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, para solicitar que la normativa se implemente con gradualidad. “Dado el mínimo impacto que tendrá esta norma al medio ambiente, creemos que la gradualidad en su implementación nos permitirá como industria adaptarnos a una renovación gradual sin mayor afectación”, dijo.
Además, el timonel del gremio comentó que existen otros factores de esta norma que “no han sido evaluados, como las especificaciones del petróleo que usamos en Chile, que tiene un proceso de refinación diferente al aplicado en la UE y las emisiones que genere al entrar en contacto con los motores importados puede ser diferente a la estimada en la norma”.
A su vez, enfatizó que esta normativa ambiental afectaría al parque de vehículos que intenta reemplazar, que bordea las 79.000 unidades, lo que complica su implementación, dado que se venden en torno a 3.000 tractores anuales. “Las maquinarias agrícolas tienen una vida útil larga, de al menos 25 años, por lo que el reemplazo del 75% del parque para adaptarse a la norma, con el aumento de los precios y el costo de operación, puede demorar sobre 30 años en lograrse”, dijo a El Mercurio.
Desde el Ministerio de Agricultura señalaron que comparten la estimación de un incremento en los precios, que varía entre un 20% y un 30% para los tractores nuevos; y de entre un 10% y 20% en el caso de tractores usados. “Considerando estas alzas y que la vida útil de los tractores es de aproximadamente 15 años, hemos determinado que el costo variable de producción tendría un aumento que fluctúa entre el 0,6% y el 2,8% anual (dependiendo del rubro y del aumento del precio del tractor), debido al incremento de los servicios de arriendo de tractores, o bien, por el aumento del costo de capital en el caso de uso de tractores propios”.
Para abordar este tema, desde la cartera indicaron que “estamos dispuestos a revisarla, considerando la realidad y las garantías para nuestra seguridad alimentaria”. Para ello, el ministro Valenzuela instruyó la creación de un grupo de trabajo interministerial (con Medio Ambiente y Energía) para revisar la norma y generar propuestas.
En tanto, desde el Ministerio del Medio Ambiente afirman que si bien se reunieron “en varias oportunidades con los importadores para analizar el diseño de la norma, que comenzó a trabajarse hace una década con diversos actores”, las inquietudes fueron consideradas durante el proceso de consulta ciudadana (realizado en 2017) para elaborar el proyecto definitivo.
La cartera liderada por Maisa Rojas afirmó que “la norma cuenta con una gradualidad importante”. “Fueron dos años para el sector de la construcción y el sector de la minería, industrias que ya están cumpliendo con esta normativa desde el 21 de octubre de 2023. En la misma línea, para los tractores agrícolas se dieron tres años, es decir, un año más”, sostuvieron. “Es preciso señalar que esta norma regula solo a la maquinaria nueva que se registre a partir del 21 de octubre de 2024. La maquinaria actual puede seguir operando”.
‘Han crecido en laboratorio y en invernadero, y funciona bien, es algo viable’, dice la doctora en Ciencias Biológicas.
Francisca Parada es doctora en Ciencias Biológicas y trabaja en el Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura. Como parte de su posdoctorado como investigadora de la Universidad de Chile, en 2021 inició una investigación con tomates. Lo que ella realiza se llama mejoramiento genético o edición genética. La idea de su proyecto, cuenta, es lograr que este fruto pueda crecer de igual manera en condiciones de mayor sequía.
¿Por qué elegiste trabajar con tomates?
‘Porque es una de las hortalizas que más se vende en Chile. Nosotros somos un país agrícola, por lo que todo lo que tenga que ver con producción alimentaria agrícola es súper importante. Yo tengo expertise en hormonas vegetales y en biología molecular en plantas y utilicé esas habilidades para trabajar en el mejoramiento genético de tomates. Mi idea era generar plantas de tomate que tuviesen más tolerancia a la sequía, entendiendo que este es uno de los grandes efectos que se va a generar en Chile y el mundo debido al cambio climático’.
La profesional está usando dos tecnologías: ‘Una de ellas le valió el Nobel a dos mujeres hace unos años. Es una tecnología que se llama edición de genomas y es como realizar cambios muy puntuales en el genoma para obtener alguna característica deseada. La gracia es que esa tecnología no es transgénica, algo que en general es mal visto por las personas. También uso lo que se llama biología sintética. Es como hacer ingeniería de los sistemas biológicos, uno crea funciones biológicas que no se encuentran en la naturaleza. En este caso, lo que hice fue tratar de mejorar la tolerancia a la sequía del tomate. Se puede hacer con distintas estrategias. Yo lo hice cambiando el metabolismo de una de las hormonas del tomate, porque se sabe que esa hormona participa en procesos como tolerancia a la salinidad o a la sequía’.
¿Qué cosa le permite a este tomate crecer con menos agua? ‘El cambio de metabolismo significa que va a haber más de esta hormona disponible en la planta. Lo que hace la planta es generar respuestas fisiológicas de tolerancia a distintos tipos de estrés, entre ellos la sequía. La idea es tener plantas que se desarrollen bien teniendo menos recursos hídricos y que puedan generar frutos normales o mejorados nutricionalmente y que permitan sostener la producción agrícola en el tiempo’.
¿Cuánta agua menos requiere?
‘En términos generales, las plantas que se han estado mejorando en el mundo para incrementar su tolerancia a la sequía usan un 30 o 40% menos de agua’.
¿Y por qué son morados?
‘La idea de estos tomates burdeos tiene un propósito más bien tecnológico de investigación. Cuando uno hace transformación de plantas para mejoramiento genético, hay fases de la investigación que son muy lentas. Generando estas plantas, que generan este pigmento que es el mismo que le da el color a la betarraga, a mí me permite rápidamente, de forma visual decir cuáles se transformaron con los genes que me interesan y cuáles no. Si tengo 100 plantas puedo identificar con cuáles debo seguir trabajando. El análisis de eso de una manera clásica es lento, entonces así lo puedo hacer rápido, me quedo con las burdeos y me ahorro muchos meses de trabajo’. Pero hay otro factor, agrega la investigadora: ‘Una de las gracias que tiene también es que estos pigmentos son antioxidantes, entonces si tú tienes un fruto con sobreproducción de cierto color también tienes más antioxidante, lo que es súper bueno para la salud’.
¿En qué momento se agrega el pigmento?
‘No se agrega. Yo hago que la planta lo genere y lo acumule. Es un cambio genético. El pigmento se genera dentro de la misma planta al realizar estos cambios genéticos. Esto se hace en la primera parte del desarrollo de la planta, en paralelo al estar trabajando en la hormona’.
¿Estos tomates han crecido en el campo o solo en laboratorio?
‘Han crecido en laboratorio y en invernadero y funciona bien, es algo viable. Espero el otro año hacer las pruebas de sequía en el campo’.
¿Y qué tal el sabor?
‘La verdad, no cambia mucho. Tiene el sabor y textura de un tomate típico, pero lo encontré levemente más dulce’.
¿La betalaína tiene algún efecto en su sabor?
‘No están asociadas esas dos cosas, pero las plantas que están acumulando betalaína, que fueron transformadas genéticamente también pueden producir más azúcares, producto de la transformación con esta hormona que te comento, y por eso pueden haber cambios en su sabor. La idea es hacer esa evaluación al testear las plantas en el campo’.
Desde el Congreso Mundial de Semillas hasta la AOSCA, pasando por Seeds Canada y un montón de reuniones en el medio, he estado viajando más que en casa durante los últimos meses. Uno de los temas más importantes que sigue surgiendo en las conversaciones, ya sea que esté en Rotterdam, Kansas City o Edmonton, es América Latina. Estoy escuchando un montón de entusiasmo global por lo que América Latina puede ofrecer, pero también algunas preocupaciones persistentes, algunas basadas en la incertidumbre legítima sobre los dolores de crecimiento de un sector aún joven, más basadas en malentendidos sobre dónde se encuentra América Latina hoy y cómo su lugar está cambiando en el mercado mundial de semillas.
Lo que veo constantemente en muchas, muchas conversaciones con empresas sudamericanas es que las empresas de semillas y servicios de semillas de América Latina se dividen en dos grupos. Algunas están luchando por superar los desafíos de “inventar la rueda”: crear nuevos canales comerciales (especialmente si esos canales son internacionales) y sortear algunos obstáculos regulatorios que aún no están claros. Otras se están expandiendo de manera impresionante. Como región en su conjunto, Brasil no es solo un país al que hay que prestar atención, es un país con el que se pueden hacer negocios. Varias empresas de semillas brasileñas están teniendo un gran crecimiento, innovación tecnológica y liderazgo en la industria. Cualquiera que piense que Brasil está “atrasado” ni siquiera ha echado un vistazo a lo que realmente está sucediendo en ese sector de semillas.
Las empresas norteamericanas que no aprovechan lo que América Latina puede ofrecer se están perdiendo oportunidades, no puedo decirlo más claramente. América Latina es un mercado en crecimiento y de enorme importancia. Existe el beneficio obvio de la contratemporada para nosotros aquí en América del Norte, pero América Latina ofrece mucho más que eso. Según la FAO, América Latina tiene la mayor proporción de tierra cultivable del mundo: casi un tercio de toda la región es plantable. Eso hace de América Latina una de las regiones más críticas de la Tierra para aumentar la producción de alimentos, tanto en acres plantados como en productividad por acre. Necesitamos que América Latina alimente con éxito al mundo y, como sabemos en el sector de las semillas, eso comienza con las semillas. Ahora bien, no estoy sugiriendo que las empresas se sumen al altruismo de alimentar al mundo: estoy diciendo que hay un valor comercial increíble para aquellos que encuentran las asociaciones y oportunidades adecuadas.
Permítanme ser claro: no todo será fácil. El mercado de América Latina necesita madurar. Para determinar el camino correcto a seguir se necesitarán colaboración, alianzas y esfuerzo. Ya ha habido obstáculos en el camino y habrá más en el futuro. Es fundamental para nuestro éxito que, como sector de semillas de las Américas, nos unamos para ayudar a América Latina a desarrollar una verdadera presencia en Sudamérica.
Del 30 de septiembre al 2 de octubre, la Asociación de Semillas de las Américas (SAA) organiza el 9.º Congreso de Semillas de las Américas en Buenos Aires, Argentina. Aunque algunas empresas norteamericanas piensan que la SAA es la asociación de semillas de América Latina, están equivocadas. El concepto de la SAA y su Congreso es que abarca todo el continente americano, desde Canadá en el norte hasta Chile en el sur. El Congreso es algo a lo que todas las empresas norteamericanas deberían considerar asistir: es posiblemente la mejor oportunidad para colaborar en la estrategia, crear alianzas y desarrollar las relaciones comerciales para impulsar el negocio de semillas de América Latina (y el suyo propio) hacia adelante. (Nota: si alguna vez ha intentado hacer algún tipo de negocio con América Latina, sabrá que las relaciones son absolutamente fundamentales para concretar cualquier negocio en la región).
Creemos en la importancia de ser parte del desarrollo del sector de semillas de América Latina, por eso nos asociamos con SAA para el Congreso. Regístrate usando el código promocional especial de Seed World (SWL-SAA) para obtener un 10 % de descuento en la inscripción. Nos vemos en Buenos Aires: hagamos un plan para tomar una cerveza juntos.
Los envíos llegaron a US$ 450 millones la última temporada, pero a la industria le preocupan los paros portuarios, el encarecimiento de la mano de obra y que no se use la ciencia para definir el marco regulatorio.
Por: Eduardo Moraga, Revista del Campo
La competencia en la industria de las semillas es intensa. Tanto que algunos de los trabajadores de Antufen Seeds, empresa especializada en hortalizas, serán premiados con un viaje. La dirección de la empresa tomará la decisión en septiembre.
Son varios los colaboradores de la firma que anhelan ser elegidos, ¿a quién no le gustaría tomar sol en Copacabana o comer un bife de chorizo?
Nicolás Gajardo, gerente general de Antufen Seeds, explica que este año en la empresa decidieron estimular nuevas ideas por parte de los trabajadores para mejorar sus procesos.
Antufen fue fundada hace cuatro décadas, cuando Chile recién se asomaba como exportador de semillas. Hace diez años crearon un departamento técnico para impulsar la innovación dentro de la compañía. En 2024 las dos mejores propuestas elaboradas por los trabajadores para impulsar los procesos de la empresa serán recompensadas. El primer lugar recibirá una estadía en Río de Janeiro y el segundo, una en Buenos Aires.
“Chile se ha vuelto cada día más caro para producir semillas, lo que nos obliga a ser muy eficientes y estar enfocados en mejorar rendimientos y calidades”, reconoce Nicolás Gajardo.
Con más de 17 mil hectáreas certificadas para la producción de semillas para la exportación, Chile es un actor relevante para la agricultura mundial, pues abastece en contraestación al hemisferio norte. Hay que agregar más de 4 mil hectáreas certificadas de semillas dedicadas al mercado interno.
El impacto del sector semillero como generador de ingresos para el país y las economías regionales es relevante y la última temporada las exportaciones tuvieron una importante alza.
Según la Asociación Nacional de Productores de Semillas (Anpros), se exportaron US$ 450 millones en la última temporada, con un aumento de 23% respecto de la anterior, con los que se quebró una tendencia de exportaciones relativamente estables de los últimos siete años En el gremio estiman que fue un muy buen resultado.
Una de las alzas más relevantes en las exportaciones semilleras ocurrió con las hortalizas, que llegaron a envíos por US$ 209 millones en 2023, un alza anual de 27%.
En la actualidad, Chile es el primer exportador del hemisferio sur y el cuarto proveedor mundial de semillas de hortalizas.
Sin embargo, los desafíos de la industria semillera también son importantes.
“La competitividad de la industria semillera y de muchas industrias agroexportadoras hoy está siendo amenazada por una serie de factores internacionales relevantes, muchos de ellos geopolíticos, logísticos y de diferente índole”, afirma Mario Schindler, presidente de Anpros.
A eso hay que agregar el alza de la mano de obra, un factor que la industria de las semillas usa de manera muy intensa.
Por eso, mejorar la competitividad es clave para la sustentabilidad de ese rubro.
Impacto regional
Según el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), en la temporada 2022-2023, la última con datos disponibles, en Chile se registraron 21.805 hectáreas para la producción de semillas, incluyendo tanto aquellas enfocadas en la exportación como en el mercado local.
Si bien hay una producción importante entre las regiones Metropolitana y de La Araucanía, el corazón semillero está en la del Maule, donde se registraron 8.179 hectáreas.
Aunque las semillas hortaliceras generan una parte relevante de los ingresos, en cuanto a superficie mandan el raps (6.795 hectáreas), maíz (6.030 hectáreas) y maravilla (4.035 hectáreas).
En todos los rubros, eso sí, hay un elemento común: se requiere de agricultores con un nivel técnico más exigente que para el resto de la producción de cultivos anuales o de hortalizas.
“La producción de semillas es una especialidad, los que se dedican se han ido profesionalizando; lo lógico es que las empresas reconozcan la especialización” afirma Carlos Smith, agricultor dedicado a las semillas en la Región del Ñuble.
Por ejemplo, todo el maíz semillero que se produce es de variedades híbridas, con líneas genéticas alejadas. Es así como se logra tener semillas mucho más productivas que en décadas pasadas.
Sin embargo, para el agricultor significa un desafío técnico mayor. Se debe impedir que las plantas se autopolinicen, por lo que se debe intervenir manualmente cada una de ellas. Hay que pensar que en solo una hectárea puede haber 60 mil maíces. Sin embargo, eso no es todo, pues el productor tiene que sembrar esos maíces para que coincida la liberación de polen con la posibilidad de fecundación.
“Es un trabajo arduo, que exige mucho a los agricultores. Gracias a ese trabajo Chile está muy bien evaluado a nivel internacional en términos de calidad y rigurosidad. Eso sí, encuentran que somos caros. Hay que considerar que es una actividad que requiere mucha mano de obra y cada vez es más difícil encontrar trabajadores”, añade Carlos Smith.
El agricultor, que viene llegando de una gira por Francia, agrega el dato de que hoy en Chile el costo del arriendo de predios agrícolas aptos para la producción de semillas es más caro que en tierras galas. Smith estima que es necesario que los agricultores de ese rubro tengan un mayor peso en la definición de las reglas del juego del sector.
Marta Lira, productora de semillas orgánicas de hortalizas en el valle de Casablanca, en la Región de Valparaíso, añade que en su nicho de producción “los costos aumentan porque tienes que hacer muchas labores por la restricción de usar agroquímicos o el uso de venenos contra animales que atacan los cultivos”. Lira explica que el año pasado perdió casi la mitad de su producción de semillas de zanahorias por el ataque de animales.
Mejora de competitividad
La intensa presión a la que es sometida la producción de semillas en Chile tiene a la industria de cabeza buscando cómo mejorar la competitividad.
La logística naviera salta como una de las primeras tareas a enfrentar. Como las fechas entre la recolección de semillas en Chile y su uso en la nueva temporada del hemisferio norte son muy cercanas, se requiere que funcione a la perfección, algo que en la industria creen que no es siempre así.
“Para un país como Chile, dada la distancia de los mercados de destino, la logística es uno de los temas probablemente más relevantes y prioritarios. En el último tiempo hemos visto el impacto que tienen en Chile el encarecimiento de los fletes y, particularmente, la necesidad de tener una infraestructura portuaria que esté operando de manera eficiente. De lo contrario, la competitividad de Chile se ve comprometida seriamente. Tenemos ejemplos recientes de paros de puertos que se extendieron por mucho tiempo, perjudicando seriamente las exportaciones chilenas”, afirma Mario Schindler, presidente de Anpros.
El dirigente agrega que otra tarea es que las regulaciones locales estén siempre basadas en ciencia y tengan en consideración lo que significa producir, sin generar sobreexigencias que podrían hacer inviables las exportaciones.
En el gremio semillero añaden que cada vez está siendo más difícil contar con la cantidad de personas que requieren.
“Esto significa un doble desafío por parte de la industria. Es necesario generar las condiciones adecuadas para tener trabajos que resulten atractivos para las personas, pero esto también debe ir acompañado de un marco regulatorio y legislativo que no desincentive el trabajo agrícola”, sentencia Mario Schindler.
Demanda no crecería en la próxima temporada
Aunque ya comenzaron a instalarse las primeras hectáreas semilleras de la temporada 2024-2025, recién a mediados de octubre se pondrá tener un panorama más claro de cómo se comportará la contratación de superficie.
En todo caso, Nicolás Gajardo no cree que en las hortalizas se dé un crecimiento, pues hay una oferta importante en el mundo. Eso sí, explica que cualquier evento climático mayor puede gatillar un aumento en la demanda.
Carlos Smith también pone paños fríos a las expectativas en maíz: “Los precios internacionales de los granos están bajos, por lo que hay menos interés por sembrar en el hemisferio norte”.
En tanto, Brian Blackburn, de SG 2000, que la semana pasada estuvo visitando clientes en Canadá, afirma que en raps se pasó de un ciclo de alta demanda en las pasadas temporadas a uno más lento en la próxima.
“En Canadá se aprecia menor demanda por canola (raps) y girasol. En el hemisferio norte tuvieron buenas producciones en la última temporada y usualmente Chile sale al rescate cuando enfrentan problemas”, sostiene Blackburn.
En tanto, en Anpros afirman que todavía la temporada 2024-2025 está en un estado muy preliminar para poder establecer cuál será la superficie y que la gran mayoría de los cultivos todavía dependen de una serie de factores económicos y productivos por determinar.
“Esperamos que la tendencia a seguir aumentando la superficie de semilleros sea posible en la medida en que vaya acompañado de un marco regulatorio que permita, justamente, generar que se cumplan estas expectativas”, sentencia Schindler.
Investigación de nuevas variedades en Chile
En Asociación Nacional de Productores de Semillas argumentan que para impulsar la investigación y desarrollo de nuevas variedades en Chile se requiere una buena articulación público-privada. “Hoy no vemos que sea lo suficientemente potente entre la empresa privada, las entidades de investigación y la academia. Es necesario generar un entorno que facilite y sea un incentivo a la investigación. En este contexto, uno de los principales factores es mejorar las condiciones de la propiedad intelectual y los derechos de los obtentores en Chile. Uno de los principales factores en esto es que nos hagamos cargo de una ley que interprete UPOV 91 y que modernice la protección de quienes desarrollan e investigan nuevas variedades en Chile, en pos de la seguridad alimentaria de nuestro país”, afirman.
El pasado 9 de julio, en Chillán, se llevó a cabo la Asamblea Anual de Socios ANPROS 2024, en la que se destacaron los logros y avances de la organización a lo largo del año.
Cristina Alucema, 2da Vicepresidente de ANPROS
La Presidenta (s) Cristina Alucema, dio la bienvenida a los asistentes, destacando el trabajo significativo que ANPROS realiza: “Los desafíos y oportunidades para mantener esta invaluable reputación son numerosos y variados. Aquí es donde Anpros juega un papel crucial, generando puentes con los organismos reguladores, agilizando procesos y creando herramientas eficaces como nuestro excelente sistema de aislaciones”.
Mario Schindler, Director Ejecutivo.
Tras un recorrido por la memoria del año 2023 y una cálida bienvenida, Mario Schindler destacó las actividades realizadas durante el año, haciendo hincapié en la exitosa realización del Congreso Nacional de Semillas , en el trabajo llevado a cabo en el marco del proceso constitucional y en especial el fuerte trabajo en terreno que el directorio realizó durante el año, visitando empresas de norte a sur del país.
Posterior a su intervención, se realizaron las siguientes presentaciones por las distintas áreas de ANPROS:
Maricela Canto, Jefe Técnico
Maricela Canto, responsable del área técnica, abordó el tema de las regulaciones, ofreciendo una visión detallada de las normativas que han estado abordando con el SAG y los distintos comités.
Margarita Vergara, Encargada de E&P
Posteriormente, el Área de Estudios y Proyectos, a cargo de Margarita Vergara compartió detalles sobre la próxima gira a China, subrayando la gran oportunidad que esta iniciativa representa para los socios y los aprendizajes que se podrán obtener a partir de esta iniciativa.
María Paz Gana, Encargada de Comunicaciones
En el Área de Comunicaciones, María Paz Gana presentó los resultados del Congreso ISF y detalló la estrategia de redes sociales que ANPROS empleará para mejorar la difusión de sus iniciativas y logros.
Lorena Zúñiga, Contadora
Finalmente, Lorena Zúñiga expuso los estados financieros de la asociación, proporcionando una visión clara y transparente de la situación económica de ANPROS.
Adicionalmente, el mismo día se celebró una asamblea extraordinaria en la que se aprobó la modificación de los estatutos de la organización.
Al término de la asamblea, los socios pudieron compartir y disfrutar de un tiempo con sus colegas y amigos asistentes.
El programa Young@ISTA de la Asociación Internacional de Análisis de Semillas se centra en desarrollar capacidades invirtiendo en una nueva generación de expertos en semillas.
Al igual que todas las organizaciones de todos los sectores del sector de las semillas y más allá, la Asociación Internacional de Análisis de Semillas sabe que atraer a la próxima generación (los profesionales, investigadores, analistas y científicos talentosos que estarán dispuestos y serán capaces de llevar a la ISTA al futuro) es una prioridad fundamental. Reconociendo esa necesidad, la ISTA inició un programa en 2019 para apoyar a los nuevos aspirantes al sector de análisis de semillas y difundir los mensajes de la ISTA a un grupo demográfico al que la ISTA admite que no siempre ha tenido éxito en llegar.
“Young@ISTA es un programa especial iniciado por la ISTA para atraer a profesionales e investigadores talentosos apasionados por la ciencia y la tecnología de las semillas”, afirma Andreas Wais, secretario general de la ISTA. “Este programa tiene como objetivo garantizar la continuidad del legado de la ISTA al involucrar a personas que puedan contribuir a la misión de la Asociación, beneficiando a sus países de origen, organizaciones y desarrollo profesional personal. A través de este programa, la ISTA busca expandir su alcance y compartir su conocimiento con una audiencia más amplia a nivel mundial”.
Los objetivos principales de Young@ISTA son promover la generación joven de profesionales de semillas, alentándolos a participar activamente en ISTA y empoderándolos para liderar soluciones innovadoras para enfrentar los desafíos presentes y futuros que enfrenta la industria de semillas.
El programa ofrece apoyo financiero directo por única vez a un máximo de 15 jóvenes profesionales por año para que participen en eventos de la ISTA como talleres, capacitaciones (incluida la capacitación de laboratorio a laboratorio), reuniones anuales, congresos y conferencias, así como apoyo financiero para la publicación de investigaciones. La ISTA invierte hasta 25 000 CHF (aproximadamente 28 000 USD) por año en el programa Young@ISTA.
“El programa Young@ISTA es muy importante para que los analistas de semillas adquieran experiencias que de otra manera no podrían experimentar (por ejemplo, capacitación en laboratorios internacionales mucho más desarrollados o participar en talleres técnicos que podrían no estar disponibles en sus países de origen) para mejorar sus habilidades técnicas y ayudarlos a crecer en su trabajo”, dice Olga Stoeckli, gerente de eventos y membresía de ISTA.
El programa también tiene un impacto mucho más allá del individuo, añade.
“La mayoría de los solicitantes son de África y Asia. En muchos países africanos y asiáticos la agricultura está desarrollándose muy rápidamente, por lo que es importante que contraten a más personal capacitado profesionalmente para que su agricultura avance. El programa Young@ISTA también es importante porque ayuda a los laboratorios a obtener la acreditación. Los analistas de semillas reciben capacitación para el control de calidad y luego pueden ayudar a sus laboratorios a obtener la acreditación de la ISTA”.
Para poder participar, los solicitantes deben estar al comienzo de su carrera en el sector de las semillas; idealmente, no deben tener más de 40 años de edad. Deben tener una calificación en análisis/muestreo/ciencia/tecnología de semillas, en materias afines o en cualquier rama relevante de la agricultura, la ciencia vegetal o la ciencia de los cultivos, así como un mínimo de tres años de experiencia laboral relevante. Los solicitantes también deben haber participado en una actividad previa de la ISTA, como una presentación de póster en una de las reuniones de la ISTA o la participación en un taller, proyecto o grupo de trabajo.
Davide Gerna, investigador en semillas, asistirá a la reunión anual de la ISTA este año gracias al programa Young@ISTA. Gerna, originario de Italia pero actualmente radicado en Inglaterra, dice que está entusiasmado por experimentar los esfuerzos internacionales y multidisciplinarios tan evidentes en toda la reunión anual.
Dice que la reunión es una oportunidad única para ver cómo los numerosos comités técnicos de la ISTA abordan cuestiones clave.
“Al final, los problemas son los mismos tanto en la investigación de base como en la industria: abordamos las mismas cuestiones desde diferentes enfoques”, afirma. “Estar aquí en la reunión de la ISTA es genial para mí porque puedo ponerme en contacto directamente con algunos miembros del comité. Es mucho mejor tener una reunión cara a cara que por correo electrónico. Me siento realmente privilegiado de tener esta oportunidad”.
Dice que su esperanza es que esta experiencia sea sólo el comienzo.
“Si puedo mantener la conversación con los miembros del comité, creo que podría tener un impacto en mi carrera al involucrarme más en el trabajo de la ISTA en los Comités Técnicos”.
La ISTA apoyó a 14 jóvenes profesionales en el campo de las semillas en 2022, a 16 en 2023 y a nueve en 2024. De los solicitantes de este año, dos residían en África, cuatro en Asia, dos en Europa y uno en Sudamérica. La ISTA apoyó a tres de los solicitantes de este año para que asistieran a talleres internacionales, dos para que asistieran a la reunión anual del centenario, uno para que asistiera a una capacitación en un laboratorio fuera del país y cinco para que sus artículos científicos se publicaran en la revista Seed Science Technology de la ISTA.
El segundo día de la reunión anual del centenario de la ISTA, nos sentamos con I-Cheng Chen, uno de los jóvenes que colaboró en 2019 para iniciar el programa Young@ISTA. Dice que su camino hacia el análisis de semillas fue algo accidental, ya que no solo nunca había considerado el análisis de semillas como una carrera, sino que tampoco había oído hablar de ello antes de conseguir su primer trabajo en la industria. Sin embargo, dice que fue un accidente muy afortunado, dado lo mucho que valora el análisis de semillas y lo importante que es para el mundo. Esté atento a un video de nuestra charla, que estará disponible aquí y a través de las redes sociales de Seed World pronto.