El 16 de octubre recién pasado, HM.CLAUSE CHILE S.A., ha cumplido 20 años de operación comercial. Tiempo en el que se ha posicionado como una de las más grandes empresas distribuidoras de semillas de hortalizas en el país, brindando un importante y permanente apoyo a la horticultura chilena, desde sus inicios en el año 2000, como Alliance Semillas S.A.
HM.CLAUSE se formó en 2008, mediante la combinación de sus dos marcas comerciales, HARRIS MORAN de Estados Unidos y CLAUSE de Francia. HM.CLAUSE, es una unidad de negocios de Limagrain, un grupo cooperativo agrícola internacional, especialista en semillas de cultivos extensivos, semillas hortícolas y productos cerealeros, que dispone de filiales en 56 países y cuenta con más de 10 000 colaboradores permanentes, repartidos por todo el mundo.
Localmente cuenta con un equipo de una gran diversidad en cuanto a sus países de origen, como a sus antecedentes culturales y profesionales, que comparten la pasión por el trabajo y la motivación para tener un impacto importante en el mundo.
En la actualidad, además de distribuir semillas de hortalizas en el país, se especializa en la mejora y producción de semillas, para asegurar la disponibilidad en cualquier lugar del mundo, a través de un intenso trabajo de investigación e innovación.
Del mercado mundial al mercado local, seguirán colaborando con sus clientes para brindar soluciones exitosas a los desafíos agrícolas de la actualidad y producir semillas de la más alta calidad para el futuro.
Como una compañía global, todos y cada uno de ellos, está genuinamente comprometido con el éxito y satisfacción de sus clientes y el futuro de la industria.
HM.CLAUSE CHILE S.A., agradece a todos sus clientes y colaboradores, por el aporte al crecimiento de la compañía.
Investigadores de la SSC reciben una subvención para desarrollar una prueba que podría ayudar a acelerar las exportaciones de semillas de maíz
La Dra. Silvina Arias y el Dr. Charles Block han recibido una subvención de $ 38,882 de la American Seed Trade Association’s Seed Science Foundation (SSF) para desarrollar una prueba que diferenciará entre dos bacterias del maíz estrechamente relacionadas. Una de las bacterias causa el marchitamiento de Stewart, una enfermedad que impide la exportación de semillas de maíz. La otra bacteria es un pariente cercano que no causa enfermedades en el maíz. El problema con los métodos de prueba actuales es que no pueden diferenciar los dos, lo que puede dar como resultado resultados falsos positivos.
“La industria está de acuerdo en que este es un trabajo muy importante e impactante”, dijo Samantha Thomas, miembro de la Junta de SSF. “Un método mejorado podría resolver los rechazos o destrucciones de importación de semillas asociados con las pruebas de falsos positivos que se sabe que ocurren con los métodos de prueba actualmente disponibles”.
El maíz exportado como semilla para plantar, generalmente debe cumplir con los requisitos de calidad del país importador. El requisito más frecuente es verificar la ausencia de marchitez de Stewart, una enfermedad bacteriana causada por Pantoea stewartii .
“Lo que muchos no saben es que Pantoea stewartii tiene dos subespecies, stewartii , que causa el tizón de las hojas en el maíz, e indologenes, que no causa enfermedades”, dijo Arias. “La prueba de laboratorio estándar no puede diferenciar una de la otra”.
Hay muchas pruebas de ADN publicadas para Pantoea stewartii, pero la mayoría tiene el mismo problema de no poder separar las dos subespecies. El laboratorio Seed Science Center Seed Health tiene un ensayo que puede separar los dos, pero no se ha probado rigurosamente en semillas.
“Nuestro objetivo es desarrollar un ensayo de salud de semillas confiable, que funcione bien con todo tipo de semillas (dent, sweet, and popcorn) y tratamientos de semillas”, dijo Block, coordinador de pruebas de salud de semillas de SSC. “La intención no es reemplazar el test de ELISA estándar, que es más barato y rápido, sino tener un método de seguimiento complementario disponible”.
La exitosa propuesta de premio titulada “Estudio de validación de un método de PCR en tiempo real para la detección de Pantoea stewartii subsp. stewartii (marchitez de Stewart) en semillas de Maíz “sigue una publicación de Block realizada en una revista de 2019, en colaboración con dos científicos del USDA, los doctores Narinder Pal y Candice Gardner de Plant Introduction Station en Ames, para desarrollar un método de PCR para diferenciar las dos subespecies.
Arias dijo que el enfoque de la investigación es optimizar, extender la aplicabilidad y realizar una validación entre laboratorios del método de prueba de ADN para verificar completamente los criterios de rendimiento de acuerdo con las pautas de validación del Sistema Nacional de Salud de Semillas (NSHS).
Esperan tener muchas preguntas respondidas para mediados de diciembre de 2020, como el mejor método de extracción de ADN, el límite inferior de detección de ADN en extractos de semillas y cómo se compara la prueba de ADN con la sensibilidad ELISA. El objetivo final es tener un conjunto sólido de datos de validación para la primavera de 2021 para que el Sistema Nacional de Salud de Semillas de EE. UU. Pueda acreditar el método.
Fuente: Iowa State University Seed Science Center
SAG INICIÓ INTERCAMBIO DE CERTIFICADOS FITOSANITARIOS ELECTRÓNICOS ENTRE CHILE Y HOLANDA
A partir del 20 de octubre de 2020, el Servicio Agrícola y Ganadero dio inicio al intercambio de Certificados Fitosanitarios electrónicos entre Chile y Holanda mediante el sistema HUB de la CIPF.
A partir de la fecha señalada, la ONPF de Holanda aceptará los documentos electrónicos emitidos por el SAG para realizar los trámites de importación de aquellas mercaderías sujetas a revisión, por este motivo dejarán de ser necesarios los Certificados Fitosanitarios impresos en papel.
De esta manera, el acuerdo de certificación electrónica alcanzado con la Unión Europea incorpora a los 27 países miembros.
Es importante recordar que, al igual que con los demás países el Servicio emite certificados electrónicos, los Certificados Fitosanitarios de Reexportación quedaron fuera de este acuerdo
La bioeconomía, una aliada de peso en la recuperación económica post pandemia
San José, 21 de octubre de 2020 (IICA). – Expansión del Producto Interno Bruto (PIB), revaloración de los beneficios de la agricultura, un reenfoque de la organización industrial y contribuciones en la ciencia y la investigación, son algunos de los aportes relevantes que la bioeconomía ofrece para la recuperación económica post Covid-19.
Para ello es necesaria la formulación de más y mejores políticas públicas, identificar y contabilizar resultados en los países, impulsar la inversión en tecnología y establecerla como prioridad en los presupuestos de ciencia, además de combinar esfuerzos entre países para afrontar mejor los recortes que vendrán con la pandemia.
Así lo aseguraron expertos que participaron de la V sesión plenaria titulada “Bioeconomía para la recuperación económica post COVID-19”, en el marco de la Conferencia Internacional de Bioeconomía Aplicada ICABR 2020 que se llevó a cabo de forma virtual a través de las plataformas online del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El panel estuvo conformado por David Zilberman, profesor de la Universidad de California, Berkeley; Ariel Coremberg, director del Centro de Estudios de la Productividad y Profesor de la Universidad de Buenos Aires, Argentina; Eduardo Trigo, consultor de Bioeconomía y Desarrollo Productivo del IICA y profesor del Centro de Agroindustria de la Universidad Austral, Argentina; Roberto Bisang; profesor de la Universidad de Buenos Aires, Argentina; Ruben Echeverría, director general emérito del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y Máximo Torero, economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La moderadora fue la especialista del Programa Bioeconomía y Desarrollo Productivo del IICA, Gabriela Quiroga.
Coremberg subrayó la necesidad de cuantificar con precisión los aportes que hace la bioeconomía a la economía para mejorar el mejor diseño de políticas públicas. Presentó los detalles de las mediciones realizadas en Argentina y en Uruguay, que comparó gracias a la implementación de una metodología de medición estandarizada desarrollada en conjunto con IICA.
Uno de los resultados fue la mayor incidencia en el PIB biobasado de la industria de biocombutibles uruguaya, que registró un aporte del 2% sobre el total, duplicando el aporte argentino, que se ubicó en el 1%.
Por su parte, Eduardo Trigo destacó que la bioeconomía ha revalorado la percepción que tiene la sociedad sobre la agricultura y que existe una visión que la ubica como un sector de progreso, provocando cambios en los tres niveles de la economía: macro, micro y meso.
Trigo estimó que en el largo plazo los impulsores que movilizan la transición hacia el nuevo paradigma de la bioeconomía se intensificarán. Pero en el corto y mediano plazo, las restricciones fiscales que provoca el Covid-19 en los presupuestos públicos impactarán negativamente en los planes de impulso a la bioeconomía.
A su turno, Roberto Bisang se refirió al concepto de ‘biofábrica’ como la “célula madre” de la bioeconomía. Comparó las fábricas tradicionales del siglo XX, donde se utilizaban los bienes de capital creados por el hombre para procesar materias primas de origen mineral para obtener un determinado producto.
En cambio, bajo el nuevo paradigma de la bioeconomía, se instala el concepto de ‘co-producto’, que Bisang ejemplificó diciendo que “ya no se trata de hacer trigo, sino que se trata de captar la energía del sol, envasarlo en maíz, hacer cracking del maíz para transformarlo en alimentos, bioenergías, biomateriales, y además generar un servicio ecosistémico de captura de carbono”.
Posteriormente, Ruben Echeverría enfocó su exposición en la necesidad de reforzar la inversión en investigación en ciencias agrícolas y de alimentos en los países de América Latina y el Caribe.
Describió que el promedio de inversión en la región se ubica por debajo del 1% del PIB Agrícola, mientras que los países de altos ingresos, la cifra se ubica en torno al 3%.
Según Echeverría, los presupuestos en investigación podrían incluso reducirse luego del Covid-19, por lo que recomendó redefinir las prioridades, e incluir la bioeconomía en áreas como la biotecnología, los alimentos bajos en carbono, las bioenergías y la restauración de ecosistemas. También sugirió combinar esfuerzos entre países para afrontar mejor el menor presupuesto.
Máximo Torero, a su turno, destacó que las consecuencias del Covid-19 agravarán los problemas de acceso a los alimentos, sobre todo en las comunidades más vulnerables. Agregó que la bioeconomía puede ser parte de la solución si se aborda correctamente, al ser una herramienta muy útil para expandir la frontera agropecuaria.
Por último, David Zilberman destacó que en la bioeconomía está la clave para la descarbonización de la economía. Abogó por eliminar los prejuicios sobre los organismos transgénicos y la edición genómica, especialmente en Europa, y aseguró que la agricultura ecológica y la biotecnología no deben verse como sustitutos, sino como enfoques complementarios.
La Conferencia Internacional de Bioeconomía Aplicada 2020 sesionó por primera vez en la historia en América Latina, de la mano del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), junto al Consorcio Internacional de Investigación en Bioeconomía Aplicada (ICABR por sus siglas en inglés).
La Conferencia es considerada como el principal espacio en el mundo dedicado a definir, discutir y desarrollar el potencial de la bioeconomía para el desarrollo, y reúne cada año la participación y la atención de los profesionales de ciencias agronómicas y las universidades y centros de enseñanza más importantes del mundo.
Sobre el IICA
Es el organismo internacional especializado en agricultura del Sistema Interamericano, cuya misión es estimular, promover y apoyar los esfuerzos de sus 34 Estados Miembros para lograr el desarrollo agrícola y el bienestar rural por medio de la cooperación técnica internacional de excelencia.
INIA y FONTAGRO lanzaron proyecto internacional para aumentar la eficiencia hídrica en la región
La Plataforma Agrícola Satelital (PLAS) se implementará en Colombia, Argentina, Uruguay y Chile, con el objetivo de modernizar el manejo del riego mediante trasferencia tecnológica, transformando los métodos tradicionales de riego en sistemas de precisión.
Santiago, 21 de octubre de 2020.- Esta mañana el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) realizó el seminario internacional “Plataforma de Gestión del Agua en la Agricultura 2030”, una instancia desarrollada en el marco del proyecto FONTAGRO “Nuevas tecnologías para el aumento de la eficiencia del uso del agua en la agricultura de América Latina y el Caribe (ALC) al 2030”, que busca aumentar la eficiencia hídrica con el uso de marcos conceptuales y nuevas tecnologías de precisión, aplicadas a los sistemas agropecuarios de los países latinoamericanos.
La actividad comenzó con el saludo protocolar del Director Nacional de INIA y actual Presidente del Consejo Directivo de FONTAGRO, Pedro Bustos, y de Eugenia Saini, Secretaria Ejecutiva de la misma institución. A modo de reflexión, la máxima autoridad del instituto chileno sostuvo que “la agricultura 4.0 puede ser una herramienta muy útil en la medida que sepamos usarla y que esté al alcance de todos los productores. Lo que me gusta de este proyecto es que no es solo teoría, sino que es una plataforma que se está aplicando en los campos y refleja cómo el desarrollo debe darse de manera integrada entre al sector público y el sector privado”.
Por su parte, la Secretaria Ejecutiva Saini, destacó tres componentes claves que se vinculan en este proyecto: trabajo en red, llegada al productor y la digitalización y utilización de tecnologías de precisión. “Bienvenido es este tipo de tecnologías y muchas felicidades a todas y todos los profesionales involucrados. Esperamos que sea un gran aporte para la región y desde FONTAGRO estaremos monitoreando su desarrollo”.
La participación de INIA está liderada por el investigador Claudio Balbontín, de INIA Intihuasi. Esta iniciativa es un esfuerzo colaborativo de especialistas hispanoparlantes por modernizar el manejo del riego en los países participantes y en ALC, mediante la transferencia tecnológica. “La idea central es que los tomadores de decisión, como los agricultores, organizaciones de usuarios, entre otros, dispongan de información de los cultivos con alta resolución espacial y temporal y, de este modo, transformar los sistemas de gestión tradicional del riego en sistemas de precisión, mejorando la eficiencia en el uso de los recursos hídricos”, explicó Balbontín durante la presentación del proyecto.
Además de INIA, en la plataforma PLAS FONTAGRO participan AGROSAVIA Colombia, INIA Uruguay, INTA Argentina y el Departamento General de Irrigación de dicho país; la Universidad de La Serena (Chile) y la Universidad Castilla La Mancha (España). Esta iniciativa contempla la instalación de pilotos tecnológicos en Chile, Argentina, Colombia y Uruguay, donde se implementarán los marcos conceptuales y las nuevas tecnologías de precisión para el manejo del agua.
El investigador Balbontín precisó que “la modernización de las herramientas tecnológicas para el manejo del riego son fundamentales de cara al futuro, el cual prevé cambios en las condiciones climáticas, limitantes en la disponibilidad hídrica, mayor demanda por alimentos y aumento de la competencia por el agua con otros sectores económicos, todos factores que obligan al aumento de la eficiencia en el uso del agua”. De esta forma, la plataforma contempla escalas de análisis que irán desde parcelas individuales hasta cuencas completas, para lo cual se utilizarán herramientas tecnológicas, tales como imágenes satelitales; plataformas online para consultas del estado de desarrollo de los cultivos; modelos de balance hídrico; sensores de campo para implementar un riego inteligente y el desarrollo de software para la gestión inteligente del riego.
La actividad virtual de lanzamiento contó con la participación de 100 asistentes de diversos países, y se realizó a través de la plataforma Google Meet. Información sobre los antecedentes del proyecto está disponible en https://tinyurl.com/y3hzfmbz.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.
Nueva Ley 20.998 sobre Servicios Sanitarios Rurales entra en vigencia a partir del 2 de noviembre
Contraloría General de la República tomó razón de su reglamento de esta norma, que establece una modificación radical en la forma de administración y gestión de los actuales sistemas de Agua Potable Rural y del rol que desarrolla el MOP, a través de la Dirección de Obras Hidráulicas y la Superintendencia de Servicios Sanitarios.
Con la toma de razón de la Contraloría General de la República, el 2 de noviembre entra en vigencia la Ley de Servicios Sanitarios que beneficiará a más de 2.500 comités y cooperativas de sistemas de APR del país.
Este lunes la Contraloría General de la República tomó razón del Reglamento de la Ley N° 20.998 que regula los Servicios Sanitarios Rurales (SSR) en Chile. Con ello, el 2 de noviembre próximo entrará en vigencia esta Ley que establece una modificación radical en la forma de administración y gestión de los actuales sistemas de Agua Potable Rural (APR), así como el rol que ha desarrollado el Ministerio de Obras Públicas a través del Programa de Agua Potable Rural de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) y la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS).
Desde los años 90 a la fecha, el MOP ha llevado adelante el Programa de APR que ha permitido la construcción y mantención de sistemas que abastecen a alrededor de 1,9 millones de personas en zonas rurales y ha prestado apoyo y asesoría técnica a más de 1,900 comités y cooperativas de APR que administran dichos sistemas. A esto se suman la Subdere, municipios o gobiernos regionales.
Así a partir de noviembre, todos los sistemas de APR del país -que se estiman en 2,500 y abastecen a 2,1 millones de personas-, independiente de su origen, estarán bajo la tutela del MOP.
Esta nueva ley establece el siguiente marco regulatorio:
- El MOP además de velar por el abastecimiento de agua potable, deberá abordar el saneamiento de aguas servidas en zonas rurales.
- Reconoce a todas las organizaciones sociales que presten un servicio sin fines de lucro y hayan recibido un aporte del Estado (hoy cooperativas y comités de agua potable rural que están encargados de tareas como cloración del agua, cobro por el servicio y adquisición de insumos), como los encargados de la administración y operación de los servicios. Para ello pasarán a ser Licenciatarios por plazo indefinido, deberán inscribirse en el Registro administrado por el MOP, y cumplir ciertos requisitos y obligaciones en materias contables, operacionales y administrativas.
- Crea la nueva Subdirección de Servicios Sanitarios Rurales (SSR), dependiente de la DOH, que deberá asumir las tareas de asesoría a la administración y operación de los SSR y la gestión de proyectos de inversión, en forma directa o contratación de terceros. Además, la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) deberá ejercer labores de fiscalización y fijar las tarifas para todos los sistemas de SSR.
- Se constituye un Consejo Consultivo nacional y también consejos regionales para que la Subdirección consulte respecto de las políticas de asesoría y asistencia.
Fuente: MOP
Mayor encuentro global de Bioeconomía reúne sector privado y representantes de universidades
La edición de este año llegó a la región de la mano del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), co-organizadores del evento junto al Consorcio Internacional de Investigación en Bioeconomía Aplicada (ICABR por sus siglas en inglés).
La conferencia se divide en cinco sesiones plenarias. La primera, con el título “Políticas para el crecimiento Bioeconómico en las Américas luego del COVID-19”, contó con la participación de Federico Torres Carballo, Viceministro del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones de Costa Rica, Wálter Oyhantcabal y Carolina Balian, de la Unidad de Sostenibilidad y Cambio Climático, Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) de Uruguay; Marcelo Eduardo Alos, Secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina; Mabel Gisela Torres Torres, Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia; y Bruno Prosdocimi Nunes, Coordinador General de Bioeconomía del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil.
La segunda plenaria, “Cambio Climático, Medioambiente y Bioeconomía post COVID-19”, tiene como expositores a Gabriel Blanco, Profesor en la Unicen de Argentina, y co-autor Grupo de trabajo III del 5to. y 6to Informe de Evaluación del IPCC; Hans van Meijl, Economista en el Centro de Investigación Económica Wageningen, Profesor de Evaluación Macroeconómica de la Bioeconomía Circular en la Universidad Wageningen, Países Bajos; Anthony Artuso, Académico del Centro de Estudios en Política Económica, University of Virginia; y María Michela Morese, Secretaria Ejecutiva, Asociación Global para la Bioenergía (GBEP), Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Candice Wilson, Gerente de la Ethanol Trade Policy, U.S. Grains Council; Suani Teixeira Coelho, Coordinador, Grupo de investigación en Bioenergía (GBIO), IEE USP; Luis Zubizarreta, Presidente Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO); y Patrick Adam, Director Ejecutivo Cámara de Bioetanol de maíz, Argentina, fueron los expositores de la III plenaria: “El rol de la Bioenergía post COVID-19”.
La IV plenaria, “Los nuevos insumos biológicos: experiencias en gestión y desarrollo de bioinsumos”, contó con la intervención de German Ceizel Borella, Coordinador del Comité Asesor en Bioinsumos de Uso Agropecuario (CABUA), Argentina; Roberto Rapela, Presidente del Centro Académico de Ciencias Biológicas CABIO; Ricardo Yapur, Presidente de Rizobacter y Fabiola Moreno Martínez, Coordinadora del registro de Bioinsumos de Uso Agrícola del Instituto Colombiano Agropecuario – ICA.
La conferencia finaliza con la plenaria” Bioeconomía para la recuperación económica post COVID-19”, cuyos expositores son David Zilberman, Profesor de la Universidad de California, Berkeley; Ariel Coremberg, Director del Centro de Estudios de la Productividad y Profesor de la Universidad de Buenos Aires, Argentina; Eduardo Trigo, Consultor del Departamento de Bioeconomía del IICA, Profesor del Centro de Agroindustria de la Universidad Austral, Argentina; Roberto Bisang, Profesor de la Universidad de Buenos Aires, Argentina; Rubén Echeverría, Director General Emérito, Alliance of Bioversity International y CIAT; y Máximo Torero, Economista, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
También participan Hugo Chavarría, Gerente del Programa de Bioeconomía y Desarrollo Productivo del IICA, Agustín Torroba, Especialista Internacional en Biocombustibles del IICA, y Kelly Witkowsky, Gerente del Programa de Cambio Climático y Recursos Naturales del Instituto.
Sobre el IICA
Es el organismo internacional especializado en agricultura del Sistema Interamericano, cuya misión es estimular, promover y apoyar los esfuerzos de sus 34 Estados Miembros para lograr el desarrollo agrícola y el bienestar rural por medio de la cooperación técnica internacional de excelencia.
Trámite SAG de autorización de internación de mercaderías silvoagrícolas ahora es digital
Santiago, 13 de octubre de 2020.- El trámite digital de “Autorización para internar mercaderías silvoagrícolas” acaba de ser puesto a disposición de los usuarios/as por parte del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), siguiendo en el empeño por la digitalización comprometido para avanzar en la Transformación Digital del Estado.
A través de dicho trámite se podrá solicitar permiso de importación de productos de origen silvoagrícola que no se encuentran regulados o de aquellos que cumplan solo parcialmente con las regulaciones fitosanitarias de ingreso establecidas por el SAG, con el fin de evaluar su posible autorización. Esta solicitud la podrá realizar cualquier persona natural o jurídica, con residencia en el país, que desee importar especies de origen vegetal silvoagrícola.
Para ingresar al trámite se debe pinchar en http://www.sag.cl/tramites/tramites-sag contando con Clave Única (otorgada por el Servicio de Registro Civil e Identificación), completando luego el formulario digital y cancelando el costo de la evaluación, que corresponde a 0,25 UTM.
En caso de acogerse la solicitud y dependiendo del tipo de producto que esté siendo evaluado, la respuesta al usuario/a se entregará en un plazo máximo de 10 días hábiles a contar de la fecha de ingreso de la solicitud.
Semillas avanzan al sur y siembran una temporada estable
En un año marcado por las complejidades del coronavirus en la producción, distribución y exportaciones, se proyecta que la superficie será más baja durante la campaña 2020-2021, debido al retroceso del maíz, aunque otras especies se mantendrían.
El domingo 22 de marzo, cuando se anunciaron las primeras medidas de restricciones al desplazamiento en Chile debido al coronavirus, la industria semillera estaba en plena cosecha. Los productores y exportadoras recuerdan que fueron semanas complejas, donde estaba en riesgo la capacidad de cumplir con los envíos a otros países y de asegurar la distribución de semillas para el mercado interno, algo que ha marcado este año y que han sorteado con éxito.
“Con complejidades que representaron un desafío logístico mayúsculo, pudimos sacar la temporada adelante. Hubo una muy buena coordinación con el Ministerio de Agricultura, el SAG y el Servicio de Aduanas, que agilizaron sus procesos y colaboraron con la industria, y se logró cumplir con todos los compromisos”, afirma Mario Schindler, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Semillas (Anpros).
Al igual que en otros rubros, han incorporado medidas de distanciamiento social en los campos y plantas de proceso, se han adaptado a las reuniones online y crearon visitas virtuales a los campos para que los clientes que normalmente viajaban a Chile puedan ver el desarrollo de los cultivos, además de prepararse para la temporada 2020-2021, que ya partió con las siembras.
”La temporada de siembras para nosotros es tan importante como la cosecha, porque parte con la internación de las semillas y para eso necesitamos tener una logística sumamente ágil. También vienen labores muy demandantes de mano de obra y las empresas están preparando los protocolos sanitarios para evitar contagios”, detalla Mario Schindler.
En forma preliminar, se estima que la superficie de semilleros caería en relación con la última campaña, situándose entre 25 mil y 30 mil hectáreas a nivel nacional, por debajo de las 31 mil hectáreas de la temporada 2019-2020. Sin embargo, las proyecciones de Anpros se ubican dentro de la superficie que ha manejado la industria en los últimos años, tras el peak de 51 mil hectáreas de la temporada 2013-2014.
“Esperamos que esta temporada sea relativamente normal de acuerdo con nuestras estimaciones, siguiendo el contexto de estabilidad de los últimos cinco años”, destaca Mario Schindler.
Por estos días, algunas empresas también han tenido que reaccionar ante retrasos provocados por las compañías de encomiendas para el despacho de las semillas importadas que se sembrarán esta temporada, aunque hasta ahora no ha tenido efectos mayores.
“Estas empresas han priorizado las ventas online y están trabajando con la mitad de capacidad, por lo que todo se ha ralentizado mucho. Si antes sacábamos las cargas en cuatro días, hoy están demorando hasta 12 días, por lo que hemos pedido a los clientes que adelanten los envíos para no afectar la fecha de siembra”, explica Juan Carlos Reyes, gerente general de Tuniche.
Cae el maíz
El maíz es la principal especie que se produce en Chile para semillas, por lo que sus movimientos marcan el ritmo de la temporada.
El año pasado se sembraron alrededor de 13.600 hectáreas y para esta campaña se estima que serán unas 12 mil hectáreas, según cálculos preliminares de Anpros, debido a la menor demanda de Estados Unidos, que en los últimos años ha tenido con condiciones climáticas favorables y rendimientos altos.
“Este año hubo una disminución de la superficie sembrada en Estados Unidos debido a la crisis del covid-19, que entre otras cosas generó una baja en el uso del maíz para la producción de etanol, debido a la caída en el precio del petróleo, lo que claramente ocasionó un aumento en los inventarios de semillas”, explica el gerente general de Corteva, Carlos Gazmuri, aunque en el caso de esa empresa mantendrán la superficie del año pasado debido al repunte de otros mercados.
Los movimientos que se produzcan en Estados Unidos son claves para Chile, que actualmente es un proveedor de semillas de maíz que suple lo que falta en el hemisferio norte ante bajas de inventarios o problemas climáticos.
“Chile es un corrector de inventarios de Estados Unidos. Estamos pasando por una crisis tremenda y la lógica es que haya una baja en la superficie de maíz, porque los niveles de inventarios están altos debido también a la calidad del germoplasma que se produce y a toda la tecnología aplicada en la producción, que hace que los rendimientos sean muy buenos”, afirma José Ignacio Salazar, líder comercial para vegetales de Sudamérica de Bayer, y prevé una baja de 25% en el programa de maíz que tienen en Chile.
En el caso de otros cultivos relevantes, como la soya, canola y girasol, las empresas esperan que la superficie se mantenga, aunque Estados Unidos también podría provocar un ajuste en las proyecciones.
“Estamos recién en la siembra y podría haber alguna demanda, pero hasta ahora estimamos que el maíz va a bajar 15% respecto del año pasado y cultivos como la soya, canola y girasol también. No será así en el caso del maíz convencional (no transgénico) porque la demanda viene de Europa y de Sudamérica, lo que hace que no caiga tan fuerte”, explica Juan Carlos Reyes.
Avance al sur
En la Región de Ñuble, el agricultor Carlos Smith lleva varios años dedicado a la producción de semillas, por lo que se ha especializado en ese rubro, y en las últimas temporadas ha notado el creciente interés de distintas empresas por crecer en esa zona, debido –entre otros factores– a la mayor disponibilidad de agua para riego.
“Las empresas están viniendo más a esta zona y hay interés por crecer acá. Es algo muy interesante para los productores de la región porque es una actividad que se ha consolidado y hay más agricultores entrando al rubro”, comenta.
Las estadísticas le dan la razón. Según los datos de Anpros, si hasta hace cinco años los semilleros ubicados entre las regiones de Maule y Biobío representaban en torno al 55% del total del país, en la última temporada fueron el 72%, mientras que las regiones Metropolitana y de O’Higgins, que abarcaban el 40%, hoy tienen entre el 20% y 23% de la superficie de semilleros.
Si la mayor disponibilidad de agua es el elemento que llevó a los semilleros a la zona centro sur y hasta ahora es el factor más importante, las empresas descubrieron otras ventajas, como la tecnificación de los productores y las buenas condiciones climáticas.
“Vemos mucho potencial en esas regiones, no solo por la seguridad hídrica, sino que también por la excelente capacidad productiva de los agricultores, que cuentan con mayor tecnología para los cultivos extensivos que en la zona central, por la disponibilidad de suelos y el buen clima”, destaca Carlos Gazmuri.
Los agricultores consideran que uno de los impulsores de la profesionalización en la zona desde hace un par de décadas ha sido Iansa, que hace dos años cerró la planta de procesos de Linares y recientemente anunció el fin de sus operaciones en Los Ángeles, por lo que consideran que –paradójicamente– les abrió una nueva alternativa.
“Esta es una oportunidad para la zona. La Iansa histórica profesionalizó mucho a los agricultores, no solo en cuanto al riego, sino que en la forma de trabajar, llegando a tener récords mundiales de producción… Toda esa zona que va a quedar desocupada en Linares y Los Ángeles, por la remolacha, son áreas que los semilleros están tomando”, plantea Fernando Medina, productor de semillas y presidente de Agrícola Central del Maule.
Sin embargo, advierte que la producción de semillas requiere de una mayor inversión inicial debido al costo de mano de obra para distintas labores.
“Una zanahoria puede dejar $6 millones limpios por hectárea, pero el gasto es alto. La barrera de entrada está en la inversión. Una hectárea de semilleros bien manejada produce mucho más que una hectárea de remolacha e incluso es atractivo para los pequeños agricultores, en el caso de las hortalizas”, dice.
Hortalizas estables
Aunque el despegue de la industria semillera en Chile estuvo impulsado por el maíz, en un contexto de gran dinamismo biotecnológico para esa industria, en los últimos años se ha consolidado la producción de semillas de hortalizas como un área importante, que representa en torno al 45% de los envíos del sector, con una amplia gama de especies.
Las proyecciones para esta temporada varían caso a caso, pero en general se espera que la superficie se mantenga estable, en torno a las 5.500 hectáreas, con algunas caídas afectadas por inventaros altos y el impacto del coronavirus.
“Estamos viendo ciertas disminuciones en los volúmenes de programas de especies como las cucurbitáceas (como zapallos, pepinos y melones), que son cultivos de primavera, mientras que para las hortalizas de invierno la temporada ya está en curso y con buenas condiciones… Se han observado ciertas disminuciones de ventas en hortalizas como lechugas, cebollas y pepinillos”, afirma Eduardo de la Sotta, gerente general de Curimapu.
El menor movimiento que ha tenido este año en distintos países el canal food service, asociado a restoranes, hoteles y casinos, que debido al coronavirus se ha ralentizado, es uno de los factores que explican los movimientos de las semillas de hortalizas, aunque sería de corto plazo.
“En Estados Unidos, el food service maneja el 45% de la comercialización de las frutas y hortalizas, y hoy está funcionando al 25%, lo que genera un impacto fuerte en cultivos de hojas y productos que van a encurtidos, como los pepinillos, que es un mercado muy grande. Ese fenómeno no es muy distinto a lo que ocurre en otros países, pero cuando tomamos decisiones de producir semillas para esos cultivos estamos apostando a que el segundo semestre del próximo año esos canales deberían recuperarse, por lo que la superficie de hortalizas vista como un todo debería mantenerse estable en Chile”, explica José Ignacio Salazar.
Abastecer el mercado interno
Otro punto clave para las empresas semilleras este año ha sido abastecer el mercado interno, para asegurar que no se interrumpa la producción de alimentos. La evaluación es positiva, aunque siguen en alerta.
“Tenemos una posición muy alta como empresa en tomates, sandías, zapallos y pepinos, y hemos enfrentado tremendos desafíos para poder distribuir las semillas a todo Chile, más con el estallido social que con el covid-19”, afirma José Ignacio Salazar, de Bayer.
“No estamos enfrentando complejidades asociadas solo al coronavirus, sino que también otras muy relevantes, de tipo social, donde no podemos bajar la guardia y debemos mantener la logística funcionando para asegurar el abastecimiento normal de alimentos”, resalta Mario Schindler, director ejecutivo de Anpros.
Productores de semilla de papa corriente deberán adelantar inscripción de sus semilleros
Santiago, 8 de octubre de 2020.-Un llamado a informarse sobre la reducción del plazo para inscribir los semilleros de papa corriente hizo el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) a los productores de este tubérculo en el país. Esto, tras la publicación de la resolución 6391/2020 en el Diario Oficial, que establece en 30 días desde la fecha de plantación el plazo para realizar la solicitud de inscripción del semillero respectivo ante el SAG, y no 60 días como se permitía previamente.
Esta es una de las obligaciones que deben cumplir quienes se encuentren inscritos en el Registro de Productores de Semilla Corriente de Papa. Una vez recibidos y analizados los antecedentes para la inscripción de sus semilleros, el SAG otorgará el correspondiente código de identificación, con el objeto de mantener la trazabilidad del insumo.
Teniendo en cuenta que la producción de semilla de papa sólo puede realizarse en las zonas que componen el Área Libre de Plagas Cuarentenarias de la Papa -que abarca desde la Provincia de Arauco, en la Región del Biobío hasta la Región de Magallanes- es una manera más eficiente para que el SAG realice el control fitosanitario y programe las fiscalizaciones que verifiquen de manera fehaciente el cumplimiento de los requisitos que contiene la normativa vigente para el rubro.
En el marco de la pandemia por Covid19, para facilitar ambos trámites, tanto el de inscripción en el registro de productores como el de solicitud de inscripción del semillero, ya no solo podrán hacerse en forma presencial en las oficinas del Servicio, sino que también se podrán gestionar online vía correo electrónico con el Encargado Regional de Semillas correspondiente.
Para conocer en detalle el paso a paso que deben seguir los productores de papa, se encuentra disponible en el sitio web del Servicio una guía que explica en forma sencilla las actividades a realizar durante la temporada 2020-2021. Se puede consultar en https://bit.ly/36ImTSO o ingresando a www.sag.cl, sección Semillas.
Fuente: SAG
La educación como herramienta para combatir la escasez hídrica
08.10.2020, Santiago de Chile. Trabajar por una mayor eficiencia en el uso de los recursos hídricos es una tarea que se está llevando a cabo por distintas organizaciones de la industria agrícola.
Una de las organizaciones que está muy involucrada en el tema es ANPROS, la Asociación Gremial Nacional de Productores de Semillas de Chile.
Para ANPROS una de las maneras de avanzar en dicho tema es educando a sus asociados en los beneficios de implementar acciones que permitan reducir el uso de agua en sus campos, como el riego tecnificado.
Mario Schindler, Director Ejecutivo del gremio, afirmó a PortalFrutícola.com que hace un buen tiempo han definido el uso eficiente del recurso hídrico como uno de sus temas prioritarios.
“Para nuestras empresas asociadas es muy importante, por la naturaleza de la producción de semillas, poder contar con seguridad y ser responsables en el uso el recurso hídrico”.
En esa línea, comentó que un porcentaje alto de las empresas, particularmente en hortalizas y de manera creciente en cultivos más intensivos como maíz o canola, están usando riego tecnificado, con el fin de ser más eficientes en el uso del agua.
Schindler comentó que el riego tecnificado tiene un impacto en varias aristas de la industria y se puede llevar a cabo de distintas formas.
“Desde una tecnificación tan básica como usar mangas plásticas hasta tecnificaciones más avanzadas como riego por cinta; por goteo; riego por pivote; etc., tienen diferentes porcentajes, pero en todos los casos hay una disminución importante del uso de agua; se logra tener la misma o mayor eficiencia con mucha menos agua”.
Destacó que “la tecnificación del riego, tanto desde el punto de vista del ahorro del recurso, el uso eficiente del recurso y los impactos agronómicos, con mayores rendimientos que tiene, tiene solamente ventajas por todos lados”.
Nivel País
Respecto a las acciones que deberían realizarse a nivel país para poder avanzar en estos temas, Schindler comentó que hay muchas aristas, que van desde la educación, a la trasferencia de tecnología, la toma de conciencia, y el analizar el área crediticia.
Comentó que, en temas de educación, falta más información sobre el uso de las tecnologías asociadas a un riego más eficiente. Motivo por el cual los webinars que han realizado se han centrado también en enseñar sobre estas iniciativas.
Además, enfatizó que lo más importante es la política país, la que afirmó aún no se ha desarrollado.
“Tiene que ver con que tengamos, efectivamente, una política de construcción de embalses a lo largo de todo Chile; y de las zonas no agrícolas también, para otro tipo de consumo”.
“Es que de una vez por todas toda la cantidad tremenda de agua que se pierde todos los años pueda ser embalsada efectivamente”.
Remarcó que lo que dice es algo que lleva años siendo discutido por el sector, no es algo aislado, sino que es una mirada generalizada sobre las políticas de Estado que necesita el país.
Es en ese contexto que afirmó que el Agricultural Water Summit viene a generar espacios de conversación necesarios para el sector.
El evento, que se va a llevar a cabo en abril de 2021, va a ser una oportunidad para reunir a diferentes actores que tienen el mismo objetivo, señaló.
“Me parece que es un foro muy necesario actualmente en Chile, y debiese haber muchos más donde los diferentes actores, que están todos con el mismo objetivo, puedan intercambiar experiencias, opiniones, expertise, conocer nuevas tecnologías, etc.”.
“Creo que es un foro sumamente relevante y muy necesario; y yo diría incluso urgente que se realice de manera más frecuente en Chile”.-
Fuente: PortalFrutícola.com