La industria de semillas de América Latina se encuentra en un momento crítico. A pesar de los avances tecnológicos que favorecen la producción de cultivos resilientes y de alto rendimiento, las regulaciones fragmentadas de la región amenazan con frenar el progreso. Los marcos regulatorios dispares obstaculizan el comercio transfronterizo, la investigación y la innovación agrícola de vanguardia. Para liberar todo el potencial de la industria, la armonización regulatoria es esencial para la agricultura sostenible y la competitividad global.
La innovación se enfrenta a obstáculos regulatorios
El crecimiento sin precedentes de la industria mundial de semillas, especialmente gracias a las nuevas técnicas de mejoramiento, solo puede continuar si las distintas regiones logran la armonización.
“La industria mundial de semillas está en pleno auge. Este crecimiento se debe en gran medida al aumento de las semillas genéticamente modificadas (GM), que ahora representan casi el 50% del mercado a pesar de cubrir solo el 18% de la superficie de plantación mundial”, afirma Bharti Malhotra, directora de análisis de ciencias de cultivos en S&P Global Commodity Insights. “La armonización de las regulaciones a nivel mundial es crucial para que las nuevas técnicas de cultivo (NBT) contribuyan de manera efectiva al crecimiento del mercado de semillas, ya que estas disparidades pueden obstaculizar la adopción de tecnología”.
Países como Argentina, Brasil y Chile han desarrollado marcos regulatorios que acogen los cultivos transgénicos y las técnicas de edición genética, lo que les permite aprovechar los beneficios de los avances biotecnológicos. Sus sistemas establecidos promueven la investigación, la innovación y la comercialización, lo que convierte a estos países en líderes de la región. Sin embargo, muchas otras naciones latinoamericanas no han adoptado una postura tan progresista, lo que provoca retrasos en la adopción de tecnologías y reduce la eficiencia agrícola.
La falta de uniformidad regulatoria en América Latina crea obstáculos significativos para el comercio transfronterizo. Las empresas de semillas enfrentan dificultades al exportar semillas de países con regulaciones permisivas en materia de OGM a países con normas más estrictas.
En los países donde se aceptan los OGM, los agricultores se benefician de los últimos avances biotecnológicos. Sin embargo, estos países deben segregar cuidadosamente sus líneas de producción para evitar la exportación accidental de semillas transgénicas a países donde los OGM están restringidos. Estas barreras aumentan la complejidad operativa, reducen la eficiencia y elevan los costos para las empresas multinacionales que operan en diferentes entornos regulatorios.
Retrasos en la investigación y la innovación
Mientras que países como Argentina, Brasil y Chile ya han implementado regulaciones que facilitan la adopción de técnicas de edición genética, otros como México siguen reticentes a aplicar normas más restrictivas. Esta falta de alineación limita la capacidad de las variedades de semillas innovadoras para difundirse en la región, lo que reduce la competitividad agrícola general.
Las disparidades en las regulaciones no solo afectan al comercio, sino que también frenan la investigación y la innovación. Existe un gran potencial para combinar tecnologías de edición genética con inteligencia artificial (IA) para revolucionar el desarrollo de cultivos, pero sus beneficios se verán obstaculizados hasta que se produzca una armonización adecuada. “La combinación de edición genética e IA nos permite analizar grandes conjuntos de datos y predecir cambios que darán lugar a características deseables, pero para que estas tecnologías transformen verdaderamente el sector, necesitamos una armonización regulatoria”, afirma Carlos Pérez, cofundador de BioHeuris.
El entorno regulatorio fragmentado también facilita la propagación del comercio ilegal y de semillas falsificadas. Las inconsistencias en la certificación de semillas y el control de calidad entre países permiten que semillas de menor calidad ingresen a mercados con regulaciones menos estrictas, lo que puede provocar pérdidas de cosechas y menores rendimientos para los agricultores. Pérez advirtió que esta situación pone en riesgo toda la cadena de valor agrícola, socavando los esfuerzos por mejorar la productividad y la sostenibilidad en la región.
La colaboración es clave
Es necesario un frente unido en toda la industria de semillas para abordar las barreras regulatorias que impiden el progreso. Mainor España, presidente de la Asociación de Productores de Semillas de Guatemala, enfatiza la importancia de la colaboración intersectorial para superar estos desafíos. “Es importante que trabajemos juntos, no solo con los agricultores y las empresas agroindustriales, sino también con los organismos reguladores y los gobiernos”, dijo España.
Lorena Basso, vicepresidenta de la Federación Internacional de Semillas (ISF) y líder de Basso Semillas, comparte estos sentimientos: “Un sistema regulatorio inteligente basado en la ciencia que permita una producción eficiente de semillas que incorpore las tecnologías disponibles es esencial para el futuro de la industria”, afirma Basso.
A pesar de los desafíos, se están logrando avances en países como Argentina, Brasil y Chile, que están liderando el camino hacia la armonización regulatoria. Estos países están sentando un punto de referencia para otros en América Latina al adoptar marcos que facilitan la comercialización de cultivos transgénicos y técnicas de edición genética. La esperanza es que más países sigan su ejemplo, lo que permitirá a la región capitalizar su potencial como líder mundial en innovación agrícola.
Sin embargo, las presiones externas de mercados como el europeo, donde las regulaciones no siempre se basan en la ciencia, plantean desafíos adicionales. “Los criterios en Europa aún no se alinean con los avances científicos, lo que crea una barrera para la exportación de productos”, observó Pérez. Los países latinoamericanos deben adoptar una postura firme en el desarrollo de sus propios marcos regulatorios para asegurarse de que no se vean limitados por mercados externos que se quedan atrás en la adopción de nuevas tecnologías.
La urgencia de la armonización global
La armonización regulatoria se torna cada vez más urgente a medida que la industria de semillas se adentra en nuevas fronteras tecnológicas. La armonización dentro de América Latina es clave, pero también deben realizarse esfuerzos globales para alinear las regulaciones de manera que respalden el crecimiento de la industria.
El futuro de la industria de semillas en América Latina depende de su capacidad para unirse bajo un marco regulatorio compartido. Los gobiernos, las instituciones y las empresas deben colaborar para crear un sistema que promueva la innovación, agilice el comercio y garantice que los agricultores puedan acceder a las mejores tecnologías. Solo mediante la armonización regulatoria el sector agrícola de la región podrá alcanzar su máximo potencial y seguir siendo competitivo a nivel mundial.
Esta herramienta analiza la temperatura, humedad relativa, velocidad del viento, humedad del combustible (vegetación seca o muerta) y la probabilidad de ignición.
Un llamado a aumentar las medidas de prevención entre las regiones de Valparaíso y del Maule, especialmente este martes 12 y miércoles 13 de noviembre, realizó la subsecretaria de Agricultura, Ignacia Fernández, junto a la directora ejecutiva de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Aída Baldini, ante la alta probabilidad de ocurrencia de incendios que determinó para estos días y en la zona central del país el sistema de Botón Rojo de Conaf.
En total son 51 comunas entre las regiones de Valparaíso y el Maule las que se encuentran con Botón Rojo, siendo las que tienen una condición de mayor probabilidad de ignición Casablanca, Quilpué y Cartagena, en la región de Valparaíso; Melipilla, San Pedro, María Pinto, Alhué y Calera de Tango, en la Región Metropolitana; Palmilla, La Estrella, Pichidegua, Las Cabras y Santa Cruz, en la región de O’Higgins; y Hualañé, Rauco, Sagrada Familia, San Javier y Pencahue, en la región del Maule.
La subsecretaria Ignacia Fernández explicó que “el 99,7% de los incendios forestales en nuestro país es causado por la acción humana y por eso es muy importante la prevención. Y especialmente en este momento, porque nos encontramos en situación de Botón Rojo, es decir, hay mayores probabilidades de ocurrencia de incendios forestales, lo que significa que debemos redoblar nuestras acciones de prevención y extremar las medidas de seguridad”.
Así también lo resaltó la directora ejecutiva de Conaf, Aída Baldini, quien señaló que “el Botón Rojo nos entrega un aviso para aumentar las medidas de prevención y para acercar los recursos a esas zonas. Si bien hay un trabajo coordinado entre los organismos públicos y especialmente del Ministerio de Agricultura, es importante que la comunidad coopere en evitar acciones que pudieran ser el origen de un incendio forestal, como hacer fogatas en zonas con vegetación o emplear herramientas que produzcan chispas, porque la prevención es una tarea de todas y todos”.
Cuando se cruzan distintas variedades de una especie vegetal, los descendientes híbridos suelen mostrar mayor vigor y crecimiento más rápido que las plantas progenitoras. Sin embargo, este efecto suele desaparecer en las generaciones posteriores.
Según un comunicado de prensa del Instituto Max Planck de Investigación en Fitomejoramiento , los científicos han desarrollado nuevos métodos que permiten conservar a largo plazo estos rasgos beneficiosos en plantas híbridas y crear plantas con cuatro juegos de cromosomas en lugar de los dos habituales. Estas técnicas podrían simplificar significativamente el cultivo de cultivos resistentes y de alto rendimiento capaces de sustentar a una población mundial en aumento, incluso frente a los desafíos climáticos.
Las variedades de cultivos híbridos crecen más rápido y son más resistentes a los factores de estrés abióticos y bióticos que sus contrapartes endogámicas; el maíz híbrido produce rendimientos un 30% mayores. Sin embargo, el efecto de la heterosis es temporal, ya que las ganancias de rendimiento y la uniformidad se pierden en la segunda generación debido a la división celular meiótica, que recombina el material genético. Si los híbridos pudieran propagarse asexualmente o clonarse a través de semillas, podrían mantener su composición genética completa y sus características beneficiosas en las generaciones futuras, lo que reduciría significativamente los costos de producción y ampliaría la disponibilidad de variedades híbridas.
Raphaël Mercier, jefe del Departamento de Biología Cromosómica del Instituto Max Planck de Investigación en Fitomejoramiento, y Charles Underwood, líder del grupo de investigación, están desarrollando un método para producir semillas híbridas clonales. Su trabajo se exhibe en invernaderos con varias plantas, entre ellas berros, cebada, papas y tomates. Se deben cumplir dos condiciones clave: el material genético de la planta madre debe conservarse en el gameto femenino evitando la división celular meiótica, lo que permite un óvulo clonal; y la nueva planta debe desarrollarse a partir de este óvulo clonal sin fertilización para evitar un exceso de cromosomas. Mercier afirma: “Necesitamos superar tanto la meiosis como la fertilización para producir semillas genéticamente idénticas”, un método que podría extender el estado híbrido indefinidamente.
Mercier inició su investigación en 2009 en el Instituto Jean-Pierre Bourgin del INRA (Francia), centrándose en los genes implicados en la división celular meiótica y el desarrollo de los óvulos y las células polínicas. Identificó tres genes que diferencian la meiosis de la mitosis y, al desactivarlos, logró revertir la meiosis a mitosis, lo que dio como resultado células germinales clonales con material genético idéntico al de la planta madre.
En 2016, Mercier y Emmanuel Guiderdoni aplicaron este proceso, conocido como MiMe (mitosis en lugar de meiosis), al arroz, lo que marcó la primera vez que se utilizó en un cultivo. Los mismos tres genes regulan la meiosis tanto en el berro de thale como en el arroz, lo que permite la obtención de óvulos genéticamente idénticos.
En 2019, Mercier y Venkatesan Sundaresan abordaron la reproducción de semillas clonales activando el gen BBM1 en los óvulos, lo que inicia el desarrollo embrionario sin fertilización. Este método, aunque actualmente produce un 30% menos de semillas que los métodos tradicionales, es prometedor y Mercier tiene esperanzas de que mejore. Aplicaron la técnica MiMe a los tomates híbridos de supermercado, donde el equipo de Charles Underwood creó células sexuales clonales fertilizando un óvulo clonal con esperma clonal de diferentes plantas. Este “diseño de genoma poliploide” produjo plantas con cuatro conjuntos de cromosomas, lo que dio como resultado “superhíbridos” similares a los de cultivos como el trigo, la colza, el plátano y la patata.
Variedades de papa resistentes a enfermedades
En un invernadero iluminado con LED, un científico muestra una planta de tomate con un conjunto cuádruple de cromosomas, el primer caso de células sexuales clonales de diferentes progenitores fusionándose en una planta o animal. Junto a ella hay una planta más robusta con frutos más pequeños, un híbrido de un tomate MiMe y el pariente silvestre Solanum pennellii, que es conocido por su resistencia al calor, la sequía y la salinidad.
La patata, emparentada estrechamente con los tomates, es otro candidato para la técnica MiMe. Underwood destaca la urgente necesidad de variedades de patata resistentes a las enfermedades para adaptarse a los cambios climáticos, ya que muchas variedades existentes, como la ‘Russet Burbank’, tienen más de un siglo de antigüedad. La plaga de la patata supone una amenaza tanto para las plantas como para los tubérculos, y la incorporación de material genético de especies de patata silvestres podría mejorar la resistencia a las enfermedades al tiempo que se preservan los rasgos deseables, lo que podría reducir el uso de pesticidas. Dado que las patatas se cosechan por sus tubérculos en lugar de por sus semillas, la menor producción de semillas de los híbridos MiMe es menos crítica para el rendimiento en comparación con cultivos como el arroz.
El cultivo de la patata se enfrenta a los retos de enfermedades como la plaga de la patata, que puede provocar graves pérdidas de rendimiento y que históricamente contribuyó a la hambruna irlandesa. La técnica MiMe tiene como objetivo utilizar material genético de especies de patata silvestres para crear variedades domésticas que resistan la plaga y mantengan las características típicas, lo que podría reducir el uso de pesticidas. Raphaël Mercier destaca la promesa de las patatas híbridas MiMe, señalando que, dado que se cosechan por sus tubérculos en lugar de por sus semillas, la menor producción de semillas no afecta negativamente al rendimiento como ocurre en cultivos como el arroz.
La aplicación de la técnica MiMe se enfrenta a un obstáculo debido a las estrictas regulaciones de la UE sobre cultivos modificados genéticamente, que restringen los métodos de edición genómica. Raphaël Mercier insta a la UE a adoptar políticas más flexibles como las de Estados Unidos y Gran Bretaña para facilitar el cultivo de plantas modificadas genéticamente, esenciales para una producción alimentaria eficiente en un contexto de crecientes desafíos climáticos.
Otros investigadores están abogando por una actualización de la legislación europea sobre tecnología genética, ya que las normas actuales tienen más de 20 años. Una propuesta reciente de la Comisión Europea para facilitar la aprobación de plantas editadas genéticamente ha sido aprobada por el Parlamento Europeo, a la espera del acuerdo de los Estados miembros de la UE.
En última instancia, la decisión sobre la adopción de estas plantas en Europa recae en los políticos y, sobre todo, en la aceptación de los consumidores. Curiosamente, la técnica MiMe se asemeja a los métodos de reproducción naturales que se observan en plantas como los dientes de león y ciertas moras, que se reproducen sin meiosis femenina ni fecundación.
Cómo un consorcio público-privado único está transformando la agricultura sostenible y el desarrollo de cultivos.
Por qué es importante:
CropXR, que comenzó a funcionar en 2023, es una iniciativa de cuatro instituciones de conocimiento holandesas (la Universidad de Utrecht, la Universidad de Investigación de Wageningen, la Universidad de Ámsterdam y la Universidad Tecnológica de Delft) y la asociación de semillas holandesa Plantum. Se trata de un consorcio público-privado único que, además de las universidades, incluye instituciones científicas, socios industriales y empresas de innovación tecnológica. Reúne a expertos de una multitud de disciplinas, como las ciencias vegetales, las ciencias de datos y las ciencias sociales. Su objetivo es hacer que la producción agrícola sea menos vulnerable al cambio climático y menos dependiente de fertilizantes artificiales y pesticidas químicos, creando así también oportunidades de crecimiento para sectores económicos relevantes en los Países Bajos.
Seed World Europe habló con Hedwich Teunissen, directora general de CropXR.
Seed World Europe (SWE): Hedwich, ¿puedes explicar en pocas palabras qué está haciendo tu organización?
Hedwich Teunissen (HT): CropXR tiene como objetivo acelerar los cambios que tanto se necesitan en la agricultura. En el mundo actual nos enfrentamos a enormes desafíos, como el cambio climático y la reducción de la seguridad alimentaria. El cambio climático afecta a la agricultura de muchas maneras. En los Países Bajos, por ejemplo, hemos experimentado una temporada excepcionalmente húmeda. Un cultivo importante como la patata sufre por toda la lluvia. Asimismo, estas condiciones climáticas han estropeado la reciente producción de espinacas. Los agricultores están luchando por superar este tipo de daño.
Para soportar tales desafíos ambientales, los cultivos deben ser más resistentes. CropXR tiene la misión de hacer que los cultivos sean más resistentes, adaptados al clima y sostenibles. Las nuevas variedades de cultivos deben volverse menos dependientes de fertilizantes y pesticidas. Además, deben ser más capaces de lidiar con los extremos climáticos, pero la calidad de los productos y el rendimiento deben seguir siendo altos.
No es una tarea fácil, ya que la resiliencia de las plantas es genéticamente compleja. Muchos genes interactúan cuando una planta experimenta factores estresantes como inundaciones, sequías o salinización. Para desentrañar los componentes básicos de la resiliencia, debemos examinarla desde una perspectiva de biología de sistemas.
Implementar un enfoque holístico e interdisciplinario de este tipo significa estudiar el funcionamiento interconectado de toda la planta. Para ello, se utilizan análisis computacionales y matemáticos. Mediante la recopilación de diversos conjuntos de datos y la implementación de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, el equipo de CropXR desarrollará modelos mecanísticos. Con estos modelos, pretendemos definir y predecir los rasgos de resiliencia.
Este es el enfoque innovador de mejoramiento de datos inteligentes que imaginamos. Con el tiempo, los mejoradores de todo el mundo deberían poder aprovechar este conocimiento y usarlo en su beneficio. Esperamos contribuir a remodelar la agricultura y tener un impacto positivo en la cadena alimentaria mundial.
SWE: Ha elegido una serie de cultivos para comenzar: coles, lechuga, cebolla, papa, tomate y crisantemo. ¿Su investigación se limita a esos cultivos o se agregarán otros cultivos en el futuro?
HT: Por ahora, hemos elegido un número limitado de cultivos. Esto está relacionado con nuestro plan de 10 años y la viabilidad de nuestro trabajo en este período. Nuestro plan se divide en dos fases.
Los primeros cinco años, realizamos nuestra investigación sobre Arabidopsis , una llamada planta “modelo” que la hace muy adecuada para la investigación. Nos concentramos en recopilar datos experimentales y utilizamos la riqueza de conocimiento de Arabidopsis que está disponible. Con la ayuda de IA, estos datos se transformarán en modelos que nos brindarán información sobre el funcionamiento interno de los procesos de resiliencia involucrados. Pensemos en los vínculos entre el genotipo, la vía metabólica, las células y los tejidos, y el estrés externo. Estos modelos permiten una traducción eficiente de los hallazgos de Arabidopsis a las especies de cultivo. Además, nos permiten comprender mejor la resiliencia de los cultivos y cómo se puede mejorar.
Dado que nuestro objetivo es ofrecer resultados prácticos y concretos, aplicaremos de inmediato estos conocimientos. Por ello, recientemente hemos añadido la coliflor a nuestra selección. Este denominado “cultivo insignia” unirá a todos nuestros socios. Pondremos a prueba de inmediato los conocimientos que recopilemos para mejorar la resiliencia de la coliflor. Esperamos que este proyecto global dentro de nuestro consorcio acelere la obtención de resultados tangibles.
En los próximos cinco años, convertiremos los conocimientos básicos que hemos adquirido en herramientas prácticas de mejora de los seis cultivos que usted ha mencionado. El tomate, la lechuga, la cebolla, las coles y la patata fueron seleccionados por diversas razones. Son cultivos importantes para los socios industriales de nuestro consorcio. Nuestros socios tienen un amplio conocimiento de estos cultivos que se pueden utilizar de forma fructífera. Además, estos cultivos se cultivan en muchos lugares del mundo y son nutritivos. La patata, en particular, alimenta a millones de personas. Además, el crisantemo es la planta ornamental más importante de los Países Bajos.
Esta variada selección de cultivos nos da una idea de la resiliencia en muchos niveles. Algunos de los cultivos se cultivan en invernaderos. Estos entornos relativamente controlados tienen sus propios desafíos. Tomemos, por ejemplo, el crisantemo que se cría y cultiva en un invernadero. Los trips, insectos delgados, representan una grave amenaza para estos cultivos. Al igual que pueden dañar gravemente prácticamente todos los cultivos existentes. Cómo puede el crisantemo volverse más resistente a este insecto, es una de las preguntas fundamentales que tratamos de responder. Los cultivos que crecen en el campo, por otro lado, enfrentan otros desafíos. La lluvia excesiva o la sequía, por ejemplo, ponen a prueba la resiliencia de dichos cultivos de una manera diferente.
Los cultivos son genéticamente complejos. Los cultivos que seleccionamos representan esta complejidad. Varían en tamaño del genoma, la cantidad de juegos de cromosomas en una célula u organismo (nivel de ploidía) y heterogeneidad u otras características. Realizar investigaciones sobre cultivos genéticamente diferentes es, por lo tanto, muy esclarecedor.
Al implementar nuestra tecnología de mejoramiento de datos inteligentes en nuestros cultivos seleccionados, pretendemos ofrecer resultados concretos. Una vez que nuestra metodología sea sólida y dé buenos resultados, nos gustaría añadir otros cultivos a nuestra selección en los próximos años. Después de diez años, prevemos una nueva expansión. Con el tiempo, debería ser posible aplicar nuestros modelos a todos los cultivos posibles.
SWE: Cuando hablamos de resiliencia en los cultivos y de preparación para el cambio climático, la mayoría de la gente menciona las nuevas técnicas genómicas (NGT, por sus siglas en inglés). ¿CropXR también utilizará NGT? Y, de ser así, ¿cómo se ocuparán de los aspectos regulatorios?
HT: Las NGT pueden formar parte de la caja de herramientas de los investigadores para obtener conocimientos valiosos sobre las plantas. Pueden permitir a los investigadores probar cómo interactúan los genes y desentrañar los procesos complejos que están conectados a esta interacción. Este conocimiento podría contribuir a los cambios y mejoras necesarios. Las consideramos como herramientas posibles y adicionales que podrían acelerar la investigación experimental en ciencias vegetales. Además, podrían ofrecer a los fitomejoradores una mayor velocidad a la hora de desarrollar variedades resistentes.
Sin embargo, es importante señalar que CropXR no depende de las NGT para avanzar. Además, explícitamente no participamos en debates políticos sobre este tema. Tenemos la intención de avanzar independientemente de las decisiones transnacionales sobre este tema. Nuestra investigación y nuestros resultados no dependen del resultado político final sobre este asunto.
SWE: Están combinando la investigación del sector público y privado, y es probable que surjan algunas innovaciones muy interesantes de CropXR. ¿Cómo gestionan la propiedad intelectual de todo esto?
HT: En primer lugar, es bueno mencionar que nuestros socios públicos y privados están colaborando estrechamente desde el principio y seguirán haciéndolo en los próximos años. Todos los socios invierten a su manera y obtienen algo de esta inversión.
Recibimos financiación de instituciones que estipulan que la investigación fundamental que llevamos a cabo debe ser accesible para todos. Además, CropXR desarrolla herramientas prácticas, tecnología e innovaciones en colaboración con sus socios industriales. En los mercados competitivos, estas innovaciones tienden a estar protegidas por propiedad intelectual. Nuestros socios industriales realizan inversiones financieras y asumen riesgos. En consecuencia, se aplica el principio de quid pro quo. Por lo tanto, los socios actuales de CropXR están en primera línea para utilizar las innovaciones que se están desarrollando. Esto significa que la propiedad intelectual de nuestra tecnología de cultivo inteligente de datos se comparte exclusivamente con la comunidad de CropXR.
Prevemos que CropXR seguirá avanzando y evolucionando constantemente. Por ello, a su debido tiempo, nos gustaría dar la bienvenida a nuevos socios y colaboraciones para mejorar nuestro impacto. CropXR siente la responsabilidad de influir positivamente en la capacidad de generación de ingresos de la industria de la cría de animales holandesa. Además, aspiramos a tener un impacto social y avanzar hacia un ecosistema agrícola más sostenible a escala mundial. Si finalmente se suman otros socios, ya sean grandes o pequeñas empresas, también deberían poder utilizar nuestra propiedad intelectual en algún momento.
SWE: ¿Puede contarnos un poco más sobre la metodología que utiliza CropXR y cómo funciona el concepto de “mejora inteligente de datos”?
HT: En los últimos 20 años, los científicos han podido conocer el genoma de muchas plantas, lo que ha supuesto un enorme avance, ya que les ha permitido hacer mejores predicciones sobre la respuesta de las plantas a factores estresantes como las enfermedades y la sequía.
Hoy en día, podemos hacer este tipo de predicciones con bastante precisión cuando solo intervienen unos pocos genes y un único factor estresante. Sin embargo, cuando intervienen más de unos pocos genes, esto se convierte en una tarea difícil, por no decir abrumadora. CropXR busca la creación de nuevos modelos de plantas que proporcionen información sobre cómo la interacción de múltiples genes juntos da forma a la resiliencia de las plantas. En lugar de examinar cómo un único factor estresante afecta a una planta, observamos el efecto de múltiples factores estresantes. Pueden ser bióticos, por ejemplo, causados por bacterias, o abióticos, por ejemplo, la temperatura. Las preguntas importantes incluyen: ¿Esto conduce a compensaciones?, ¿qué combinaciones de genes son determinantes clave de la resiliencia y qué resultados se pueden esperar? Estas preguntas se relacionan con los objetivos de mejoramiento del futuro.
CropXR se encuentra al borde de una nueva era en la ciencia vegetal, cuyo objetivo es conocer y predecir la intrincada dinámica de genes y rasgos complejos. Para obtener estos conocimientos, son necesarias nuevas metodologías de vanguardia.
Por lo tanto, utilizamos la metodología de mejora inteligente de datos. Esto significa que recopilamos un gran volumen de mediciones y combinamos varios tipos de conjuntos de datos para construir nuestros modelos. Primero, tratamos de construir estos modelos basándonos en la planta Arabidopsis mencionada anteriormente . La compilación de estos modelos es un proceso iterativo que llevará tiempo. Esperamos poder modelar Arabidopsis en los próximos años, lo que dará lugar a un modelo más refinado después de aproximadamente cinco años.
Posteriormente, estos modelos se pueden trasladar a cultivos específicos. Cuando llegue esta fase, necesitaremos muchos menos datos específicos de cada cultivo, ya que el modelo primario ya está disponible y solo es necesario adaptarlo a un cultivo en particular. Esto facilitará la creación de los denominados modelos “spin-off” para otros cultivos. Los obtentores podrán utilizar estos modelos para mejorar su rendimiento.
SWE: La IA es un elemento importante de CropXR. ¿Puede contarnos más sobre el uso de la IA dentro de su consorcio y cómo manejan estos enormes conjuntos de datos y quién puede acceder a ellos?
HT: El tamaño de los conjuntos de datos es realmente abrumador. Nuestros científicos de datos estiman que nuestro proyecto creará un volumen de datos de aproximadamente varios petabytes en los próximos años. Sin embargo, tenga en cuenta que este volumen es relativamente modesto en comparación con los datos utilizados, por ejemplo, en las ciencias médicas o la astronomía.
El aprendizaje automático puede ayudarnos a resumir todos los datos experimentales y utilizarlos para nuestros modelos. Pronto comenzaremos nuestro primer experimento sobre estrés por sequía y temperatura en Arabidopsis . El experimento se está preparando actualmente y durará aproximadamente un año. Durante la fase preparatoria, ya estamos utilizando conjuntos de datos existentes. Los resumimos, los analizamos y los utilizamos para alimentar nuestras primeras versiones del modelo.
Estamos interesados en utilizar datos de alta calidad para nuestros modelos, ya que la precisión de nuestros modelos y predicciones depende de ello. Nuestro equipo de científicos de datos, dirigido por un director de tecnología dedicado, está trabajando en la creación de una infraestructura de datos sólida para almacenar, gestionar y acceder a todos estos datos de forma adecuada y segura. Se basará en los principios FAIR (justo, accesible, interoperable y reutilizable). Nuestra intención es crear una cultura de datos inclusiva. Todos los miembros del consorcio deberían poder acceder a los datos.
Esta sólida base nos permitirá hacer realidad una de nuestras ambiciones, que es la de desarrollar un «centro de resiliencia». Este centro debería ser una amplia recopilación de conocimientos sobre la resiliencia de los cultivos. Recopilará conocimientos, datos, herramientas y expertos relacionados con este tema. Será un tesoro para todos aquellos que trabajan en este campo. Nos esforzamos por hacer realidad esta ambición en los próximos años. Los requisitos y las posibilidades de acceso al centro para quienes no forman parte del consorcio también se seguirán desarrollando en los próximos años. Recién hemos comenzado y todavía queda mucho trabajo por hacer. ¡Estamos ansiosos por mantener informados a todos los que trabajan en el sector de las semillas sobre nuestro progreso y ofrecer resultados de vanguardia a su debido tiempo!
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Los investigadores han descubierto un método para mejorar la resistencia de las plantas a las enfermedades sin reducir el crecimiento, revolucionando potencialmente la productividad y la sostenibilidad agrícolas.
Los investigadores de la Universidad de Georgia (UGA) han identificado una solución innovadora para un importante desafío al que se enfrentan los genetistas de plantas: equilibrar la resistencia a las enfermedades y el crecimiento de las plantas. Este avance tiene el potencial de proteger a las plantas de las enfermedades y, al mismo tiempo, promover mayores rendimientos de biomasa, respaldar el suministro sostenible de alimentos, la producción de biocombustibles, la madera y más, según un estudio detallado en un comunicado de prensa de la UGA .
El papel del ácido salicílico en la defensa y el crecimiento de las plantas “La lucha contra los patógenos ha sido uno de los principales desafíos en la agricultura”, dijo CJ Tsai, autor correspondiente del estudio y profesor de la Escuela Warnell de Silvicultura y Recursos Naturales de la UGA y del Colegio de Artes y Ciencias Franklin. “Se necesitan soluciones que equilibren la resistencia a las enfermedades y el crecimiento, especialmente con la presión cada vez mayor de las enfermedades debido al cambio climático”.
El ácido salicílico es una hormona vegetal fundamental, conocida por mejorar la resistencia a las enfermedades y tolerar factores estresantes como las temperaturas extremas. Sin embargo, los niveles elevados de ácido salicílico suelen inhibir el crecimiento de las plantas, lo que dificulta su uso en la agricultura. Los intentos anteriores de modificar genéticamente las plantas para aumentar la producción de ácido salicílico se han topado con estos obstáculos.
Hace unos años, el laboratorio de Tsai demostró cómo el ácido salicílico mejoraba la resistencia al estrés y a las enfermedades en los álamos sin atrofiar su crecimiento. En su último estudio, aplicaron la misma estrategia al berro de thale añadiendo un gen que aumentaba los niveles de ácido salicílico.
Al principio, el equipo no vio ninguna desventaja significativa en el crecimiento. “Pensamos que tal vez la desventaja tenía que ver con la forma en que se diseñó el aumento de ácido salicílico”, dijo Tsai. “De repente, teníamos un lote de plantas que eran realmente pequeñas. No sabíamos qué estaba pasando”.
Los investigadores finalmente notaron una correlación entre temperaturas más frías y un tamaño reducido de las plantas. Descubrieron que los genes regulados por el frío, que protegen a las plantas de factores estresantes como las bajas temperaturas, estaban respondiendo negativamente al ácido salicílico. Al modificar estos genes, el equipo pudo permitir el crecimiento normal de las plantas incluso con niveles elevados de ácido salicílico. “En muchos casos, vimos una mejora en el crecimiento”, agregó Tsai.
Implicaciones para la agricultura Este avance podría tener importantes implicaciones para los agricultores que buscan proteger las plantas de las plagas sin sacrificar el crecimiento. Históricamente, las estrategias basadas en ácido salicílico han mejorado la resistencia a las plagas y los patógenos, pero la reducción de los rendimientos de los cultivos ha limitado su aplicación agrícola.
Este nuevo enfoque separa la supresión del crecimiento de la defensa contra las enfermedades, lo que potencialmente permite utilizar tanto el ácido salicílico como los genes regulados por el frío sin comprometer la productividad.
El equipo de investigación está ampliando su trabajo para probar este método en cultivos como la alfalfa. Si tiene éxito, podría conducir al desarrollo de plantas resistentes al clima que prosperen con un suministro limitado de agua y nutrientes, lo que ayudaría a los agricultores a adaptarse mejor a las condiciones ambientales cambiantes.
El estudio, publicado en Plant Cell , fue financiado parcialmente por la Georgia Research Alliance, la National Science Foundation y el National Institute of Food and Agriculture. Entre los coautores se encuentran María Ortega, Rhodesia Celoy, Francisco Chacon, Yinan Yuan, Liang-Jiao Xue, Saurabh Pandey, MaKenzie Drowns y Brian Kvitko.
¿Está preparado para el futuro de la certificación de semillas? Marcel Bruins, director editorial de Seed World EU, habla con Andreas Wais, secretario general de la International Seed Testing Association (ISTA), para hablar sobre la última innovación de la ISTA: el certificado electrónico. Este avance revolucionario tiene como objetivo hacer que la certificación de semillas sea más rápida, más barata y más segura.
Andreas también comparte detalles sobre la reciente celebración del centenario de la ISTA y los emocionantes planes para el futuro, que incluyen nuevas tecnologías, la expansión de las colaboraciones globales y la mejora de los estándares para las semillas tropicales y subtropicales. ¡Sintonice para descubrir cómo la ISTA está dando forma al futuro de la industria de las semillas!
En este escenario desafiante, la biotecnología y la edición genética de plantas emergen como una solución viable, dice Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio.
Por Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio.
La agricultura chilena se encuentra en una encrucijada. El fenómeno de La Niña, caracterizado por un enfriamiento de las aguas del Pacífico, que trae consigo sequías y variabilidad climática extrema, pone en jaque la estabilidad de nuestras cosechas. En este escenario desafiante, la biotecnología y la edición genética de plantas emergen como una solución viable.
La integración de la edición genética en la agricultura chilena tiene un potencial inmenso. No solo puede ayudar a mitigar los efectos negativos del fenómeno de La Niña, sino que también puede impulsar la productividad y sostenibilidad de nuestras tierras agrícolas. La edición genética, a través de tecnologías como aquellas basadas en CRISPR, permite la modificación precisa del ADN de las plantas para conferirles características deseables, como resistencia a sequías, plagas y enfermedades. A diferencia de los métodos tradicionales, la edición genética es rápida, precisa y puede generar variedades de cultivos adaptadas a las necesidades específicas del entorno.
La adopción de estas tecnologías avanzadas puede posicionar a Chile como un líder en innovación agrícola a nivel mundial. Sin embargo, para aprovechar al máximo este potencial, es crucial contar con un marco regulatorio que fomente la investigación y la adopción de la biotecnología, garantizando al mismo tiempo la seguridad y el bienestar de los consumidores y el medio ambiente.
Es tanto el poder y potencial de estas tecnologías, que en el país ya existen varias iniciativas privadas trabajando en el área. Por ejemplo la startup Neocrop Technologies está trabajando en mejorar características del trigo, la empresa Meristem en la calidad de cerezas, el consorcio Biofrutales en la calidad de vides y manzanas, y recientemente Arauco adquirió la compañía biotecnológica americana TreeCo para utilizar la tecnología en el sector forestal.
Todos estos casos son ejemplos inspiradores de cómo Chile puede liderar el camino hacia una agricultura más resiliente y sostenible; sin embargo, hace falta un impulso decidido desde el sector público. Apostar por la biotecnología es apostar por un futuro en el que nuestras tierras sigan floreciendo a pesar de las adversidades climáticas. Apostar por la biotecnología es dar un gran salto para adaptarnos a fenómenos como el de La Niña.
Las semillas de forrajes son tan sofisticadas genéticamente como otros cultivos. Consultamos a cuatro expertos sobre lo que los minoristas deberían saber para garantizar un futuro saludable para el sector.
Según Todd Hyra, gerente comercial occidental de SeCan, no es raro encontrar productores o minoristas interesados en cultivar alimentos para ganado sin apreciar plenamente la importancia de adherirse a las normas de propiedad intelectual.
Este descuido a menudo se debe a un malentendido sobre los orígenes y la protección de estas variedades de semillas especializadas, que se crían específicamente para la alimentación del ganado.
“Las variedades de semillas forrajeras, al igual que las semillas de otros cultivos como el trigo o la avena, son el producto de extensos programas de mejoramiento. Estos programas dependen de las regalías por la venta de semillas certificadas para continuar su trabajo”, dice Hyra.
“Cuando se producen ventas ilegales, se socavan directamente estos programas al desviar fondos necesarios para la investigación y el desarrollo. En esencia, se trata de morder la mano que da de comer, la fuente misma de la genética avanzada de la que dependen los agricultores para sus cultivos”.
Es fundamental que todos los que participan en la cadena agrícola, desde los minoristas hasta los usuarios finales, comprendan que las variedades de semillas forrajeras están protegidas por derechos de propiedad intelectual (PI). Estas semillas son tan sofisticadas genéticamente como cualquier otro cultivo, afirma Hyra, y los criadores que las desarrollan son especialistas en su campo.
Esta protección garantiza que la innovación en los cultivos forrajeros continúe, beneficiando a toda la comunidad agrícola. De hecho, señala que las semillas forrajeras a menudo necesitan más ayuda que otros cultivos, ya que existe una falta de mecanismos de financiación para los cultivos forrajeros en comparación con otros cereales anuales como el trigo molido o la avena, que reciben financiación de las comisiones de productores.
“Las variedades de forrajes que se consumen localmente en las granjas no aprovechan este flujo de valor, por lo que es aún más crucial que las ventas de semillas certificadas incluyan regalías para apoyar los programas de mejoramiento. Sin estos fondos, el futuro de la innovación en semillas forrajeras está en riesgo”, añade Hyra.
La legislación sobre derechos de obtentor está vigente desde hace más de 30 años, pero es necesario educar constantemente para garantizar su cumplimiento. En los últimos dos años, una campaña de concienciación de la industria de las semillas tuvo como objetivo generar conciencia a través de las redes sociales, publicaciones agrícolas y carteles en los campos. Esta iniciativa recuerda a los productores que comprar semillas de un vecino o usar semillas comunes puede infringir los derechos de obtentor, especialmente si la variedad está protegida.
La educación es clave
Es esencial comprender cómo manejar las distintas situaciones que involucran la compra y el uso de semillas. Los problemas surgen cuando las semillas se intercambian de manera informal sin la documentación adecuada, lo que implica a todos los involucrados en la transacción, desde el vendedor hasta el limpiador de semillas y el conductor del camión, señala Hyra.
Para los limpiadores y minoristas de semillas, es vital asegurarse de que las semillas que manejan se adquieran legalmente. Hacer que los clientes firmen declaraciones que confirmen la compra legal de semillas protege a ambas partes. Los minoristas pueden educar a sus clientes utilizando los recursos disponibles, como carteles instructivos, para evitar infracciones involuntarias de la PBR.
“Para garantizar el cumplimiento de los derechos de obtentor hay que empezar comprando semillas certificadas y comprendiendo las obligaciones que conlleva”, afirma Hyra.
“Los productores deben verificar el estatus de las semillas para evitar comprar involuntariamente variedades protegidas. Una comunicación clara y la educación sobre estas reglas pueden evitar costosas infracciones y apoyar la innovación agrícola en curso”.
Por supuesto, las empresas de semillas y los minoristas se están convirtiendo cada vez más en parte de la solución para reforzar el perfil de las semillas forrajeras y su valor para impulsar el panorama de innovación en semillas de Canadá. Harley Bell, vicepresidente de ventas minoristas de BrettYoung con sede en Manitoba, dice que la empresa ha realizado un cambio significativo al pasar de utilizar semillas comunes a semillas certificadas en sus mezclas de forrajes.
“Este cambio fue impulsado por la necesidad de ofrecer variedades de semillas forrajeras más avanzadas y confiables a nuestros clientes. Los productores de ganado vacuno y lechero, así como otros ganaderos, se están volviendo más profesionales y requieren una mayor productividad para seguir siendo competitivos y rentables”, afirma Bell.
Poco después de incorporarse a BrettYoung hace casi 18 años, la empresa abandonó estratégicamente las variedades más antiguas, como la alfalfa cultivada en la década de 1970, y optó por variedades patentadas y mejoradas. Esta transición apoya a los agricultores al proporcionar semillas que ofrecen rendimientos predecibles, resistencia a las enfermedades y calidad general.
“Nuestro objetivo es ser líderes en el mercado de semillas forrajeras, ofreciendo mezclas y productos simples que cumplan con los más altos estándares”, afirma.
El uso de semillas certificadas en mezclas ofrece varias ventajas, señala.
“Las semillas certificadas garantizan una mayor calidad de base: menos malezas, mayor pureza. Además, BrettYoung colabora con los criadores para seleccionar variedades con características específicas, como mayor rendimiento, resistencia a enfermedades y adaptabilidad a diversas condiciones”.
Un ejemplo es el producto de alfalfa más popular de BrettYoung, una mezcla certificada de cinco variedades diferentes, cada una seleccionada por sus características únicas para adaptarse a las condiciones variables del campo.
“Estas mezclas certificadas garantizan que los agricultores obtengan el mejor rendimiento posible de sus cultivos forrajeros”, añade Bell.
Para fomentar el uso de semillas certificadas, BrettYoung ha desarrollado estrategias de marketing innovadoras, incluida su Garantía de establecimiento de forrajes.
“Este programa reduce el riesgo para los agricultores a la hora de establecer nuevas áreas de forraje”, afirma Bell. “Si se produce un fallo en el establecimiento y el agricultor está inscrito en el programa, le proporcionamos semillas de reemplazo casi sin costo, siempre que utilice las mejores variedades certificadas”.
Al convertir las ventas en variedades patentadas, BrettYoung garantiza que las regalías se reinviertan en programas de mejoramiento, fomentando un ciclo de mejora continua.
“Esta reinversión apoya la innovación continua, beneficiando por igual a productores, minoristas, empresas de semillas y obtentores”, añade Bell.
Avances en la investigación
A pesar de la percepción común de que los cultivos forrajeros son menos atractivos que los cultivados para el consumo humano, estos cultivos son igualmente vitales y genéticamente avanzados, señala Ray Smith, experto en forrajes y profesor de la Universidad de Kentucky.
Smith destaca el impacto revolucionario de los nuevos endófitos en las variedades de raigrás perenne y festuca alta. Históricamente, Kentucky 31, una variedad robusta de festuca alta de la década de 1940, prosperó en todo el este de los Estados Unidos. Sin embargo, su endófito fúngico producía toxinas perjudiciales para el ganado, causando estrés térmico y problemas reproductivos.
Los últimos avances han introducido endófitos beneficiosos o “novedosos” que conservan las características de supervivencia de la hierba sin toxinas dañinas. Este avance exigió una extensa investigación y desarrollo.
“El desarrollo de nuevos endófitos implicó un esfuerzo significativo, para garantizar que el endófito beneficioso permaneciera dentro del pasto y que las semillas frescas con endófito vivo llegaran a los productores”, afirma Smith. Estos avances requieren sólidos derechos de propiedad intelectual para asegurar las inversiones y hacer que estas innovaciones sean comercializables.
Si bien la tecnología de los OGM y la edición genética acaparan los titulares, Doug Cattani, profesor de la Universidad de Manitoba y mejorador de forrajes, dice que en el contexto del cambio climático, los cultivos forrajeros perennes como el raigrás y la festuca alta ofrecen resiliencia debido a su diversidad genética.
A diferencia de los cultivos anuales, estas plantas perennes pueden adaptarse a diversas condiciones ambientales, lo que las hace valiosas para la agricultura sostenible.
“Los cultivos perennes tienen una variabilidad inherente, lo que los ayuda a adaptarse a diferentes desafíos, lo que los hace cruciales en una era de cambio climático”, dice Cattani.
Smith profundiza en los beneficios de las mezclas de cultivos forrajeros. Al combinar múltiples variedades con estrategias de adaptación únicas, las mezclas brindan resiliencia y garantizan semillas certificadas de alta calidad.
Más allá de la producción tradicional de forrajes, los cultivos perennes como la alfalfa y el pasto de trigo intermedio tienen potencial para el consumo humano. En una investigación en curso en la Universidad de Manitoba, los miembros del departamento de Cattani están explorando el uso del pasto de trigo intermedio para la elaboración de pan.
“Su mayor contenido de proteínas, que oscila entre el 16% y más del 22%, lo hace valioso para la dieta humana”, afirma.
Si bien el mejoramiento tradicional ha allanado el camino, nuevas tecnologías como la edición genética son prometedoras para el futuro de los cultivos forrajeros, señala Smith.
Qué pueden hacer los minoristas para ayudar a impulsar el desarrollo de semillas forrajeras
Educar sobre los derechos de propiedad intelectual
Concientizar sobre la importancia de los derechos de propiedad intelectual (PI) en los cultivos forrajeros.
Destacar que las variedades de semillas forrajeras son tan sofisticadas como otros cultivos y están protegidas por la legislación sobre derechos de obtentor.
Informar a los clientes que el uso de semillas no certificadas o de origen ilegal socava los programas de mejoramiento y la innovación.
Promover la venta de semillas certificadas
Incentivar a los productores a comprar semillas certificadas, lo que apoya los programas de mejoramiento a través de regalías.
Resalte los beneficios de las semillas certificadas, incluida una mayor calidad, menos malezas, mejor pureza y rendimientos predecibles.
Ofrecemos mezclas de semillas certificadas
Almacenar y promover mezclas de semillas certificadas que combinen diversas variedades para un mejor rendimiento.
Colaborar con los criadores para seleccionar variedades con características deseables, como mayores rendimientos, resistencia a enfermedades y adaptabilidad a diversas condiciones.
Desarrollar estrategias de marketing innovadoras
Crear programas para reducir los riesgos para los agricultores que establecen nuevas áreas de forraje. Ofrecer semillas de reemplazo sin costo en caso de fracaso en el establecimiento, siempre que utilicen variedades certificadas.
Utilice estrategias de marketing para resaltar los beneficios a largo plazo de las semillas certificadas sobre las semillas comunes.
La Cumbre AgroGlobal Sudamericana, realizada en la sede del Frente Parlamentario para la Agricultura (FPA) en Brasilia, reunió esta semana a representantes agrícolas de Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, quienes firmaron un acuerdo para impulsar la cooperación regional.
En la ocasión, Chile estuvo representado por Cristián Muñoz y Moisés Leiva, ambos en representación del Instituto del Pensamiento del Agro, además de la participación del agregado agrícola de Chile en Brasil, Ricardo Moyano.
El Instituto del Pensamiento del Agro de Chile es una corporación creada a partir de un acuerdo de la coalición de gremios agroalimentarios, en la que ANPROS participa junto a otros nueve gremios. Su principal objetivo es actuar como un puente de información técnica y basada en ciencia, que conecte al sector público, al sector privado, a los consumidores y al agro.
Puntos clave del acuerdo:
Seguridad alimentaria: Los países sudamericanos se comprometieron a fortalecer su papel en la provisión de alimentos a nivel global, aprovechando sus vastas áreas agrícolas y diversidad de sistemas productivos para combatir el hambre y asegurar el suministro de alimentos. El acuerdo reconoce la importancia de la región en la lucha contra la inseguridad alimentaria y promueve un enfoque de producción sustentable.
Innovación tecnológica: La carta enfatiza el uso de tecnologías avanzadas, como la biotecnología y la agricultura de precisión, para optimizar la producción y reducir el impacto ambiental. Esto incluye el acceso a tecnologías de producción sostenibles, especialmente en la agricultura familiar, y la cooperación para mejorar la infraestructura, la logística y el uso eficiente de insumos agrícolas.
Cambio climático: Se destacó la práctica de la siembra directa, que permite reducir la erosión, capturar carbono y disminuir el uso de fertilizantes y pesticidas, contribuyendo a la sostenibilidad del sector. Se resaltó el rol de América del Sur en la mitigación de los efectos del cambio climático a través de la preservación de biomas clave y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Desarrollo inclusivo: El acuerdo promueve la inclusión de pequeños productores y comunidades vulnerables en el mercado global, fomentando el desarrollo económico y social de la región. Al fortalecer el sector agropecuario, se busca generar empleo, reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida en áreas rurales.
Foro de cooperación: Se acordó establecer un foro con agenda integrada y reuniones periódicas, con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), que permitirá a los países coordinar esfuerzos para enfrentar desafíos compartidos y promover políticas conjuntas en el sector agropecuario.
La Asociación Estadounidense de Comercio de Semillas (ASTA) ha publicado un nuevo video que muestra a expertos de toda la cadena de suministro agrícola que debaten el potencial transformador de las nuevas técnicas genómicas (NGT).
Mientras el Parlamento Europeo se prepara para las audiencias sobre el nuevo Colegio de Comisarios, la seguridad alimentaria sigue siendo una preocupación clave. La Asociación Estadounidense de Comercio de Semillas (ASTA) ha publicado un vídeo en el que participan expertos de la cadena de suministro agrícola, en el que se destaca el potencial transformador de las nuevas técnicas genómicas (NGT, por sus siglas en inglés). Los miembros del Parlamento Europeo (MEP) deben adoptar medidas y adoptar las NGT para beneficiar a los agricultores europeos, los sistemas alimentarios mundiales y el medio ambiente.
El vídeo destaca cómo las técnicas de nueva generación como CRISPR son un impulso para el fitomejoramiento al permitir un desarrollo eficiente y más preciso de cultivos con características deseables, como tolerancia a la sequía y resistencia a las enfermedades, según un comunicado de prensa. Estas innovaciones son cruciales, considerando la creciente demanda de cultivos sostenibles y resistentes al clima. Las ideas clave del vídeo incluyen:
Eficiencia y precisión: los expertos destacan que las técnicas genómicas permiten realizar modificaciones específicas y económicas que pueden introducir características en los cultivos en un plazo de cinco a siete años, en comparación con los métodos de mejoramiento convencionales, que pueden llevar décadas.
Seguridad alimentaria y resiliencia climática: a medida que los agricultores enfrentan desafíos cada vez mayores derivados del clima extremo y las demandas de prácticas agrícolas más sostenibles, las NGT permiten que las variedades de plantas mejoradas se adapten rápidamente a las realidades del cambio climático, garantizando rendimientos de cultivos estables y contribuyendo a la seguridad alimentaria mundial.
Barreras de acceso: Muchos agricultores de la UE desean obtener variedades mejoradas gracias a las NGT y no pueden acceder a ellas debido a las regulaciones actuales de la UE.
El video presenta las opiniones de un grupo diverso de expertos: Patricija Gran, investigadora de Investigación Vegetal de la Universidad de Wageningen; Gary Rudgers, director sénior de Asuntos Regulatorios de JR Simplot Company; Ying Shao, director ejecutivo de Plantik Biosciences; la Dra. Leena Tripathi, directora del Centro de África Oriental del Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA); Thor Gunnar Kofoed, agricultor y vicepresidente del Consejo Danés de Agricultura y Alimentación; y Tiberiu Dan Stan, agricultor y vicepresidente de la Asociación Rumana de Productores de Maíz.
Mientras la UE continúa sus debates sobre el uso de NGT, la ASTA afirma que este video proporciona un recurso oportuno para que los responsables de las políticas, los investigadores y los agricultores aboguen por la adopción de estas tecnologías vitales, que son fundamentales para garantizar la sostenibilidad agrícola y la seguridad alimentaria tanto en Europa como en los Estados Unidos.
“Ante la intensificación del cambio climático y la creciente necesidad de prácticas agrícolas sostenibles en todo el mundo, la innovación en el mejoramiento de plantas ofrece un camino a seguir”, afirmó Andy LaVigne, presidente y director ejecutivo de ASTA.
“Estas técnicas genómicas nos proporcionan las herramientas no sólo para garantizar la seguridad alimentaria, sino también para desarrollar variedades mejoradas que sean más resistentes a las presiones ambientales. Es fundamental que estas tecnologías se utilicen plenamente en beneficio tanto de los agricultores como de los consumidores”.
Un día, hace aproximadamente un año, reuní a mis empleados y les pregunté qué logro les haría sentirse orgullosos de aquí a cinco años, y la respuesta que obtuve fue tan sencilla como apasionada: Quieren poder decir que han ayudado a acabar con el hambre.
Gracias a nuestro fundador, Dieter Mulitze, nuestro software está en condiciones de lograrlo al proporcionarle a los fitomejoradores, investigadores de cultivos y agrónomos de todo el mundo las herramientas que necesitan para mejorar la sostenibilidad alimentaria mediante el desarrollo de cultivos más resistentes que ofrezcan un mayor rendimiento y reduzcan el desperdicio de alimentos.
Esto surgió de forma orgánica. Dieter trabajaba como obtentor de cereales en Marruecos a finales de los años ochenta, una época en la que la mayoría de los fitomejoradores aún registraban sus datos en cuadernos que llevaban consigo al campo. De más está decir que los programas de fitomejoramiento generan cantidades masivas de datos y los fitomejoradores a menudo trataban de organizarlos utilizando grandes hojas de cálculo en papel. Esto llevaba mucho tiempo y enlentecía la innovación. Dieter quería mejorar la forma de gestionar y analizar sus datos, de manera que se puso a escribir un programa que le proporcionara las herramientas que necesitaba. Un encuentro casual en un avión a finales de los 80 le convenció de que otros fitomejoradores se beneficiarían de esas mismas herramientas y, en 1990, nació Agronomix Software.
El análisis de datos necesario para el fitomejoramiento es complejo y, a lo largo de los 30 años siguientes, Dieter ha supervisado un equipo de fitomejoradores y desarrolladores de software experimentados que, juntos, implementan mejoras y adiciones al software, diseñadas para satisfacer las diversas necesidades de los fitomejoradores de todo el mundo.
Aún podemos hacer más. No se nos ha pasado por alto el hecho de que el 95% de los fitomejoradores de América del Sur utilizan actualmente Microsoft Excel, que carece de muchas de las herramientas críticas que los fitomejoradores necesitan para optimizar la gestión y el análisis de sus datos, inventariar semillas, aumentar su productividad en la investigación y ayudarles a seleccionar rápidamente las mejores variedades posibles para su región.
El entorno de muchos países del hemisferio sur para el cultivo de variedades es mucho más duro que el del hemisferio norte. Los fitomejoradores de LATAM necesitan tener acceso a herramientas que les permitan desarrollar de forma eficiente cultivos optimizados para cada región que ofrezcan la resistencia y el mayor rendimiento que son clave para acabar con el hambre tanto a nivel regional como mundial.
Proporcionar esas herramientas es un objetivo que los miembros de nuestro equipo se han fijado y por el que vienen a trabajar cada día en un esfuerzo por lograrlo.