Hortalizas empujan la exportación de semillas
Mario Schindler, director ejecutivo de Anpros, explica que hoy Chile es el cuarto productor de este tipo de semillas a nivel mundial, ya que no responden a la contraestación.
‘La exportación de semillas de hortalizas no es una exportación solo de contraestación, que es como habitualmente se conciben las producciones en Chile. La producción de semillas de hortalizas es porque somos un país en donde se puede producir semillas de muy alta calidad. Es una estrategia diferente a la de los cultivos como maíz, canola u otros’, recalca.
‘Más que para el país, cuando hablamos de la producción de I más D, es la importancia de Chile para el mundo. Chile juega un rol super importante en la seguridad alimentaria mundial, y eso es de suma importancia relevarlo’, comenta.
Producto de ello, dice, las semillas producidas en el país ‘están presentes en 99 de cada 100 mesas. Y no decimos 100 solamente porque alguien se come algún plato que viene del mar. Les planteo a los que me dicen eso no es posible, que me digan cualquier ejemplo de que no es así y no pueden’, dice.
Hubo algunas alzas, no muy grandes, en superficie de maíz, pero en cultivos, el mayor crecimiento estuvo en la canola. Producto de condiciones climáticas se produjo más semilla de canola en el país.
Y las semillas de hortalizas, que vienen ya desde hace mucho tiempo y que, como, no siguen la dinámica de la contraestación, han venido creciendo a un ritmo sostenido en las últimas décadas y hoy es nuestro principal producto de exportación, como grupo consolidado. En 2023 alcanzaron los US$208,7 millones, un 27% más en valor que el año anterior.
El agua, obviamente, es una de las materias relevantes para nosotros. Por lo mismo, uno de los objetivos principales de la producción de semillas, en términos de sustentabilidad, está vinculada a la tecnificación del riego. Hoy la mayoría de las semilleras está avanzando de manera muy relevante. La gran mayoría de la producción de semillas de hortalizas se hace con riego tecnificado; en canola, maíz, se está desde hace ya mucho tiempo regando por pivotes, de manera de bastante extensiva, y la industria tiene como objetivo llegar a tener prácticamente toda su producción con riego tecnificado.
No hemos hecho una cuantificación exacta, pero el porcentaje es muy alto. En hortalizas diría que el porcentaje es cercano al 80 o 90% y en extensivos, como maíz o canola, diría que estamos entre el 50 y el 60%.
Schindler explica que no hay que olvidar que Chile continúa siendo el primer productor de semillas del Hemisferio Sur, el 4to, del mundo en hortalizas y está entre los 10 mayores a nivel global.
Agrega que cuando el país llegó, en 2013, a los US$ 650 millones en exportaciones de semillas fue ‘producto fundamentalmente del aumento de superficie de semilleros de maíz. Llegamos a 37 mil hectáreas en esa época’. Y ese aumento fue empujado, por una parte por una sequía en Estados Unidos y al impulso que entonces tenía la biotecnología. Pero, luego eso se detuvo y con ello cayó la superficie de semilleros de maíz en el país.
‘La edición génica en cultivos se está trabajando en una serie de temas que resuelven problemas específicos, como la resistencia a enfermedades, la mayor eficiencia en el uso de recursos hídricos. El punto es que todavía no han llegado al mercado de manera masiva. Y esto porque las empresas están cuidando mucho de que se muestre la cadena de valor real, para que el producto sean reconocidos y no se vean afectados por factores externos que compliquen su aceptación’, explica refiriéndose a que se ha avanzado en el tema regulatorio.
Y menciona que otro tema relevante para el rubro el de la constante eliminación de moléculas de los fitosanitarios. ‘Hoy son una de las grandes piedras en el zapato, producto de que cada vez es más difícil cuidar nuestro patrimonio’.
-Este año en EE.UU. se está esperando una producción récord en maíz, lo que ha empujado a la baja el precio a nivel internacional. Por estos días el valor del bushel de maíz, está en US$3,8 y el breaking point en ese país es de US$4,30 por bushel.
-A partir de eso todavía no tenemos claro el panorama para la próxima temporada. Es probable que baje algo la superficie de semilleros de maíz, probablemente, en canola también no tengamos las mismas superficies. Pero hay que tener claro que eso responde a ciclos que están vinculados a los precios de los commodities y factores logísticos que puede durar un par de años.
Fuente: Revista del Campo de El Mercurio
SAG implementa digitalización que disminuye hasta un 80% los tiempos en vigilancias fitosanitarias
Se trata de dos herramientas tecnológicas que permiten visualizar y analizar datos en tiempo real, además de ofrecer reportabilidad dinámica e inmediata, eliminando la necesidad de informes mensuales en papel.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha iniciado un piloto de digitalización del sistema de monitoreo de plagas no presentes en Chile, logrando una significativa reducción de hasta un 80% en los tiempos de registro de datos. Esta transformación no solo optimiza los procesos, sino que también mejora la precisión y fiabilidad de la información, un avance crucial en la detección y control de plagas en el país.
Actualmente, el proceso de detección de plagas en el SAG es mayormente análogo. Los datos se capturan manualmente en formularios de papel durante las inspecciones en terreno, lo que provoca duplicidad de tareas y aumenta la posibilidad de errores en la transcripción. Luego, estos datos deben ser digitalizados en oficinas, un proceso que consume tiempo valioso y retrasa la toma de decisiones. Además, los reportes se elaboran de forma manual, lo que requiere un esfuerzo adicional y provoca demoras significativas en la entrega de información crítica.
Con la implementación de la digitalización, el SAG busca mejorar la eficiencia y precisión de sus procesos. La nueva metodología incluye el uso de dispositivos HANDHELD para la captura directa de datos en terreno, que se integran automáticamente en plataformas digitales. Esto permite procesar y visualizar la información en tiempo real, reduciendo significativamente el tiempo y los recursos requeridos.
El piloto, que se extenderá por un mes e involucra a 19 oficinas sectoriales a lo largo del país, ha permitido detectar y corregir posibles problemas antes de su implementación completa. Durante esta fase, se han realizado capacitaciones a más de 200 funcionarios/as, quienes han mostrado un alto interés en la adopción de herramientas digitales que faciliten su labor en terreno.
La transformación digital del SAG implica el uso de plataformas y herramientas innovadoras como Aplicación de mapas y DASHBOARD. La Aplicación de mapas es una herramienta que permite visualizar y trabajar los datos adquiridos en tiempo real, ofreciendo a los usuarios/as una forma intuitiva para analizar la información geo espacialmente. Por otro lado, DASHBOARD es un tablero de reportabilidad inmediata que facilita el acceso a datos dinámicos, eliminando la necesidad de reportes mensuales en papel. Estas herramientas tecnológicas no solo mejoran la eficiencia del proceso, sino que también aseguran la disponibilidad de datos precisos para todos los usuarios autorizados de manera simultánea.
“La digitalización del servicio no solo se traduce en un ahorro significativo de tiempo, sino que también impulsa una cultura de innovación, mejora la eficiencia y fomenta el trabajo colaborativo”, comenta José Guajardo Reyes, Director Nacional del SAG. “Este proceso ha implicado una labor de aprendizaje y estudio de las nuevas tecnologías, en la cual debemos estar al tanto y ser facilitadores de los procesos de innovación. Nos permitirá conocer y solucionar las necesidades de nuestros usuarios, agregando valor público a nuestro servicio”, indicó.
“Es necesario destacar que este proceso representa un cambio cultural significativo para SAG, requiriendo adaptación y aprendizaje continuo por parte de todos los involucrados”, señala la máxima autoridad de la institución.
A futuro, las tecnologías implementadas en este piloto de digitalización podrían ser extendidas a otras áreas del SAG, abriendo nuevas posibilidades para optimizar procesos en diversos ámbitos del servicio. Esto no solo contribuiría a una mayor eficiencia operativa, sino que también reforzaría el compromiso del SAG con la modernización continua y la mejora de sus servicios para el beneficio de toda la ciudadanía.
Cómo mejorar el movimiento de semillas por el mundo (parte 2)
Una mirada profunda a los Systems Approach multilaterales
POR QUÉ ES IMPORTANTE: Transportar semillas por todo el mundo puede ser un dolor de cabeza. Uno de los principales obstáculos que hay que superar son las numerosas y a menudo divergentes normas fitosanitarias nacionales que existen. Cada país tiene un conjunto diferente de requisitos. Estas diferencias normativas suponen una carga para las empresas en términos de recursos invertidos para cumplir todos esos requisitos y provocan retrasos e incluso rechazos de los envíos de semillas.
Una solución para superar estos problemas un Systems Approach multilateral (SA), un concepto que está siendo propuesto y promovido por el sector de las semillas. Los SA se han utilizado con eficacia en muchos sectores agrícolas, aunque todavía no en el sector de las semillas. Para obtener más información sobre el SA, Seed World Europe habló con Isabel Bezuidenhout , gerente fitosanitaria de la Organización Sudafricana de Semillas (SANSOR), Merel Langens , gerente global de asuntos industriales en el negocio de semillas de hortalizas de BASF y presidenta del Grupo de Expertos en Systems Approach de la Federación Internacional de Semillas (ISF), y Rose Souza Richards , gerente de sanidad de semillas en la ISF.
En la primera parte dedicada a este tema, analizamos por qué era necesaria la propuesta de SA, qué implica y cuáles son sus principales beneficios. En esta segunda parte, analizaremos las experiencias con un SA, qué deben hacer los países y las empresas para prepararse y qué avances se han logrado hasta ahora en el ámbito regulatorio.
Experiencia con un Systems Approach
“Existen experiencias y estudios de casos relacionados con la implementación de acuerdos de seguridad fitosanitaria que pueden servir de aprendizaje a la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y a sus países miembros. Estas experiencias se dan en formato bilateral y para frutas y hortalizas frescas”, afirma Souza Richards.
La CIPF, en su calidad de organismo mundial de normalización de medidas fitosanitarias, alienta a los países a compartir sus experiencias y mejores prácticas para fomentar el intercambio de conocimientos y mejorar la implementación de las medidas fitosanitarias en todo el mundo.
“Los ejemplos que se dan son sólo algunos, y existen muchas más experiencias en formato bilateral a nivel mundial. Sin embargo, hasta la fecha no existe ninguna en el ámbito de las semillas a nivel multilateral. Sin embargo, hay varios proyectos de SA en diseño para semillas, como el caso del proyecto COSAVE sobre semillas de maíz, ReFreSH en los EE. UU. y en el ISF a nivel internacional”, agrega Souza Richards.
Langens añade que el Acuerdo Estratégico que tiene en mente el sector de las semillas es algo diferente, ya que lo ideal sería que funcionara como un sistema multilateral. Además, los Acuerdos Estratégicos se aplican generalmente para evitar prohibiciones a las importaciones o cuando no hay una medida única disponible.
Por tanto, la evaluación fitosanitaria se ha concebido como una medida fitosanitaria alternativa, desarrollada en colaboración entre las ONPF y el sector de las semillas. Bezuidenhout subraya que una evaluación fitosanitaria para las semillas no se basará en requisitos específicos por plaga. Más bien, incluiría requisitos fitosanitarios generales para lograr el control de múltiples especies. De todos modos, dice Langens, hay beneficios en analizar los sistemas de evaluación existentes. “Incluso con estas diferencias identificadas, creo que la CIPF y las organizaciones nacionales de protección fitosanitaria (ONPF) pueden obtener conocimientos valiosos de estos sistemas de evaluación existentes”.
Implementación de un Systems Approach
La implementación de un sistema de evaluación fitosanitaria a nivel nacional u organizacional requiere una planificación y coordinación cuidadosas. Es importante que tanto las ONPF como las empresas construyan la confianza, la capacidad y la experiencia necesarias para implementar un sistema de evaluación fitosanitaria de manera eficaz. “Esto se puede lograr mediante programas de capacitación, acceso a recursos científicos y técnicos y colaboración con organizaciones nacionales e internacionales pertinentes. Al invertir en capacitación, infraestructura y coordinación, tanto las ONPF como las empresas pueden establecer sistemas sólidos para gestionar los riesgos fitosanitarios y garantizar el cumplimiento de las normas internacionales, facilitando en última instancia el comercio seguro de productos agrícolas”, afirma Bezuidenhout.
“Al principio, será necesario que los participantes del SA y las ONPF inviertan tiempo y recursos”, dice Langens. “Un criterio importante para las empresas será contar con un sistema de gestión de calidad.
Para ponerlo en marcha se necesitarán tiempo y recursos, pero se espera que el beneficio de la SA (mayor previsibilidad del movimiento de las semillas) supere las inversiones necesarias. Las ONPF tendrán que adaptarse a un nuevo papel de supervisión del sistema”.
Souza Richards afirma que la implementación de una evaluación ambiental exigirá un esfuerzo colaborativo entre diversas partes interesadas, incluidas las ONPF, las autoridades pertinentes y las empresas. Afirma que se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones para la implementación de una evaluación ambiental en las organizaciones:
- Evaluar las prácticas actuales: evaluar las medidas, procedimientos y reglamentos fitosanitarios vigentes para identificar áreas en las que se puede implementar una evaluación fitosanitaria. Esta evaluación ayuda a determinar el alcance y la extensión de los cambios necesarios.
- Evaluación y gestión de riesgos: realizar evaluaciones de riesgos integrales para identificar posibles riesgos de plagas y enfermedades asociados con los productos básicos y las vías de comercio específicos. Desarrollar estrategias y medidas de gestión de riesgos para mitigar estos riesgos de manera eficaz.
- Desarrollo de protocolos: desarrollar en colaboración protocolos y directrices que describan los requisitos y procedimientos para la implementación del SA. Estos protocolos deben detallar las medidas fitosanitarias, las prácticas de producción, los tratamientos y los procesos de certificación que se deben seguir.
- Capacitación y desarrollo de capacidades: proporcionar programas de capacitación y desarrollo de capacidades a las ONPF, las autoridades pertinentes y las empresas que participan en el comercio de plantas y productos vegetales. La capacitación debe abarcar los principios de la evaluación de riesgos, las metodologías de evaluación de riesgos, la identificación de plagas, la aplicación de tratamientos, los procedimientos de certificación y el cumplimiento de las normas fitosanitarias. Esto garantiza que el personal tenga los conocimientos y las habilidades necesarias para implementar y mantener la evaluación de riesgos.
- Infraestructura e instalaciones: evaluar la infraestructura y las instalaciones existentes para determinar si se requieren mejoras o ampliaciones para respaldar la implementación de SA. Esto puede incluir laboratorios para la identificación y prueba de plagas, instalaciones de tratamiento, estaciones de inspección e instalaciones para visitas e inspecciones a los sitios de producción.
- Asignación de recursos: evaluar las necesidades de recursos para implementar una evaluación de riesgos, incluidos los niveles de personal, la experiencia y las capacidades de las ONPF y las empresas. Puede ser necesario contar con personal adicional con experiencia en procesos de evaluación de riesgos, inspección, tratamiento y certificación. También se deben asignar recursos financieros adecuados para apoyar la implementación eficaz de la evaluación de riesgos.
- Participación de las partes interesadas: fomentar la colaboración y la comunicación entre las ONPF, las empresas, las asociaciones industriales, las instituciones de investigación y otras partes interesadas pertinentes. Participar en un diálogo y una coordinación periódicos para garantizar una comprensión compartida de los requisitos, las funciones y las responsabilidades de la evaluación ambiental.
- Proyectos piloto y seguimiento: considerar la posibilidad de llevar a cabo proyectos piloto para probar y perfeccionar el enfoque de sostenibilidad antes de su aplicación a gran escala. Monitorear y evaluar la eficacia del enfoque de sostenibilidad, incluido su impacto en la protección fitosanitaria, la facilitación del comercio y la utilización de los recursos. Realizar los ajustes necesarios en función de los resultados del seguimiento.
Los requisitos específicos de implementación pueden variar según el país, el sector y los productos básicos involucrados. “La revisión periódica, la recopilación de comentarios y la mejora continua son esenciales para una implementación exitosa de la SA y una efectividad a largo plazo en la protección de la salud de las plantas y el apoyo al comercio”, dice Souza Richards.
Progreso regulatorio
La CIPF está elaborando un anexo a la NIMF 38, específicamente dedicado a las medidas fitosanitarias para las semillas. Este anexo proporcionará orientación más detallada sobre la aplicación de las medidas fitosanitarias para las semillas. El Anexo a la NIMF 38 ha avanzado, y se han celebrado debates y consultas entre los países miembros de la CIPF y las partes interesadas pertinentes.
“Cabe señalar que la elaboración y finalización de normas internacionales en el marco de la CIPF puede llevar tiempo debido a la necesidad de consenso entre los países participantes. El progreso fue bastante bueno al principio, pero los miembros no pudieron llegar a un consenso en la última reunión de la Comisión de Medidas Fitosanitarias (CMF) en 2023. Esto podría deberse a la complejidad del movimiento internacional de semillas, al concepto multilateral o a cuestiones políticas”, afirma Bezuidenhout.
Souza Richards comparte sus ideas sobre las luchas y oposiciones comunes que pueden obstaculizar el progreso en la implementación de una SA para semillas:
- Complejidad de los sistemas de semillas: las semillas son complejas en términos de diversidad, movimiento y posibles riesgos de plagas y enfermedades. La implementación de una evaluación de semillas para las semillas requiere considerar las complejidades del sistema global de semillas, incluidos los diversos tipos de semillas, las cadenas de suministro y las redes de distribución. Abordar estas complejidades y desarrollar medidas armonizadas es un desafío.
- Diferencias en los enfoques regulatorios: los países tienen diferentes regulaciones fitosanitarias y enfoques en relación con el movimiento de semillas. Armonizar estas regulaciones y alinearlas con una evaluación de riesgos es una tarea compleja, ya que puede requerir ajustes a los marcos regulatorios existentes y las prioridades nacionales. Las diferencias en la interpretación y aplicación de los datos científicos y las metodologías de evaluación de riesgos también pueden contribuir a la oposición o a retrasar el progreso.
- Equilibrar la facilitación del comercio y la gestión del riesgo de plagas: las discusiones sobre la implementación de un sistema de evaluación de semillas implican equilibrar la facilitación del comercio y la gestión del riesgo de plagas. Algunos países pueden priorizar medidas más estrictas para proteger sus industrias agrícolas y ecosistemas, mientras que otros pueden enfatizar la facilitación del comercio. Encontrar un punto común que garantice una gestión eficaz del riesgo de plagas y minimice las perturbaciones del comercio puede ser un proceso complejo y delicado.
A pesar de estas posibles dificultades, la CIPF ofrece una plataforma para que los países miembros colaboren, intercambien conocimientos y trabajen para armonizar las medidas fitosanitarias, incluidas las relacionadas con las semillas. “Los debates continuos, los esfuerzos de creación de capacidad y la participación de las partes interesadas pueden ayudar a abordar los desafíos, superar la oposición y avanzar en la implementación de una ES para las semillas”, afirma Souza Richards.
EJEMPLOS DE TRABAJO DE SYSTEMS APPROACH
Manejo de la mosca de la fruta en los países mediterráneos : Los países mediterráneos han implementado con éxito un SA para manejar plagas de moscas de la fruta, incluyendo la mosca mediterránea de la fruta ( Ceratitis capitata ) y la mosca oriental de la fruta ( Bactrocera dorsalis ). Estos países, entre ellos España, Italia, Grecia e Israel, han desarrollado SA integrales que integran una variedad de medidas fitosanitarias, como la higiene de los huertos, el embolsado de la fruta, el uso de trampas, las técnicas de aniquilación de machos y los tratamientos poscosecha. Estos SA han demostrado ser efectivos para reducir las poblaciones de moscas de la fruta y facilitar el comercio internacional de frutas.
Manejo de la mancha negra de los cítricos en Sudáfrica : Sudáfrica ha implementado un SA para manejar el riesgo fitosanitario asociado con la mancha negra de los cítricos ( Guignardia citricarpa ). El SA incluye prácticas de manejo de huertos, procedimientos de empaque y tratamientos poscosecha para asegurar la exportación de frutas cítricas libres de esta enfermedad. La implementación exitosa del SA ha permitido a Sudáfrica mantener el acceso al mercado para sus productos cítricos.
Exportación de manzanas de Nueva Zelanda : Nueva Zelanda ha implementado una SA para gestionar las especies reguladas de polillas asociadas con las manzanas para la exportación de manzanas a varios países, incluidos China y los EE. UU. La SA implica el manejo de plagas en el campo, como la captura de polillas y la interrupción del apareamiento para reducir la prevalencia de plagas. También incluye la eliminación de la fruta infestada en la cosecha y prácticas de manejo de huertos poscosecha, estándares de calidad de la fruta, monitoreo de plagas, tratamientos poscosecha y documentación adecuada. El Systems Approach está respaldado por capacitación, registro de los participantes del sistema, buen mantenimiento de registros, seguridad fitosanitaria del producto para exportación y buenas prácticas industriales. Al implementar esta SA, Nueva Zelanda ha podido cumplir con los requisitos fitosanitarios de los países importadores y mantener el acceso al mercado para sus exportaciones de manzanas.
La necesidad crítica de una reglamentación armonizada para el movimiento mundial de semillas tratadas
En el mundo interconectado de hoy, el movimiento libre y eficiente de semillas tratadas a través de las fronteras internacionales no es sólo una cuestión de conveniencia; es un componente fundamental para garantizar que los agricultores de todo el mundo tengan acceso a los mejores productos agrícolas posibles. Como Gerente de Asuntos Fitosanitarios de la Federación Internacional de Semillas (ISF), he sido testigo de primera mano de los desafíos que surgen cuando los marcos regulatorios no logran seguir el ritmo de las realidades de la producción y el comercio de semillas modernas.
Las semillas tratadas (aquellas que han sido recubiertas con productos para el tratamiento de semillas para protegerlas de plagas, enfermedades y factores de estrés ambiental) son una herramienta vital para reducir el impacto ambiental de la agricultura y, al mismo tiempo, garantizar que se aproveche todo el potencial de las semillas. Sin embargo, el movimiento internacional de estas semillas tratadas a menudo se ve obstaculizado por regulaciones inconsistentes, requisitos específicos de cada país y una falta de armonización en los procesos de tratamiento, etiquetado y aprobación.
Esta falta de coherencia normativa no sólo altera la cadena de suministro, sino que también pone en riesgo el acceso de los agricultores a las semillas de alta calidad que necesitan para lograr cosechas exitosas. Nos enfrentamos a desafíos críticos, pero tenemos algunas medidas prácticas para abordarlos, garantizando así que los agricultores de todo el mundo puedan seguir beneficiándose de las mejores innovaciones agrícolas.
Una red compleja
La industria de las semillas es inherentemente global. La obtención, producción y procesamiento de semillas a menudo abarcan varios países, cada uno de los cuales se elige por sus condiciones climáticas, experiencia o ventajas logísticas específicas. Por ejemplo, una semilla puede obtenerse en un país, producirse en otro y luego enviarse a un tercero para su procesamiento y tratamiento antes de ser reexportada a múltiples mercados. Esta intrincada red de movimiento global es esencial para satisfacer las diversas necesidades de los agricultores.
Sin embargo, las partes interesadas, incluidos los reguladores, a menudo no comprenden la complejidad de este sistema. La falta de conocimiento sobre los matices de la producción y el comercio de semillas puede dar lugar a regulaciones que obstaculizan involuntariamente el movimiento internacional de semillas tratadas. Esto es particularmente problemático cuando se trata de los STP, que se aplican a las semillas para protegerlas y garantizar un rendimiento óptimo en el campo.
Desafíos en el movimiento internacional de semillas tratadas
Uno de los principales desafíos que enfrentamos es la variabilidad de las regulaciones que rodean a las semillas tratadas. Los distintos países tienen diferentes reglas sobre la aplicación de estos productos, su etiquetado y las condiciones en las que las semillas tratadas pueden transportarse a través de las fronteras. Este mosaico de regulaciones puede crear importantes barreras al comercio, retrasando o incluso impidiendo la exportación de semillas tratadas.
Por ejemplo, algunos países exigen que los STP utilizados en las semillas dentro de sus fronteras estén registrados y aprobados para su uso en el país, incluso si las semillas están destinadas a la exportación a otro país. Esto puede complicar el proceso de tratamiento, ya que las instalaciones de procesamiento de semillas pueden tener que adaptar sus aplicaciones para cumplir con los requisitos específicos de cada mercado de destino. Esto no solo aumenta los costos, sino que también introduce demoras que pueden ser críticas durante las temporadas de siembra.
Además, la falta de requisitos de etiquetado estandarizados añade otra capa de complejidad. Cada país tiene su propio conjunto de normas sobre qué información debe incluirse en las etiquetas de las semillas tratadas, lo que puede dar lugar a confusión y errores, en particular cuando las semillas se reexportan varias veces. Un enfoque armonizado del etiquetado, incluido el uso de etiquetas multilingües, podría facilitar considerablemente el movimiento de semillas tratadas a través de las fronteras.
Armonización y reconocimiento mutuo
Para hacer frente a estos desafíos, la ISF aboga por una mayor armonización de las normas que rigen el movimiento y el tratamiento de las semillas. En concreto, proponemos las siguientes medidas:
- Normas armonizadas para los productos de semillas tratadas: los países deberían trabajar juntos para desarrollar un marco común para la aprobación y el uso de los productos de semillas tratadas. Esto incluiría el reconocimiento mutuo de las aprobaciones de productos de semillas tratadas, lo que permitiría que las semillas tratadas con un producto aprobado en un país se trasladaran libremente a otros sin necesidad de volver a registrarlas.
- Procesamiento centralizado con registro específico para la exportación: las instalaciones de procesamiento de semillas, que suelen estar ubicadas en un número limitado de países estratégicos, deberían poder aplicar procedimientos de procesamiento de semillas a las semillas destinadas únicamente a la exportación, incluso si esos productos no están aprobados para su uso en el país. Esto permitiría una producción más eficiente y garantizaría que los agricultores tengan acceso a las semillas tratadas de manera oportuna.
- Etiquetado estandarizado y multilingüe: para facilitar el movimiento internacional de semillas tratadas, los requisitos de etiquetado deberían estandarizarse en todos los países. Cuando existan diferencias, podrían utilizarse etiquetas multilingües para garantizar el cumplimiento de las leyes nacionales y, al mismo tiempo, proporcionar a los agricultores la información que necesitan para utilizar las semillas tratadas de forma segura y eficaz.
Conclusión: garantizar el acceso global a semillas de calidad
La industria mundial de semillas desempeña un papel fundamental en la alimentación del mundo, y la libre circulación de semillas tratadas es esencial para esta misión. Si trabajamos juntos para armonizar las reglamentaciones y agilizar los procesos, podemos garantizar que los agricultores de todo el mundo tengan acceso a las mejores semillas posibles, lo que les ayudará a producir los alimentos de los que todos dependemos.
De cara al futuro, la ISF mantiene su compromiso de defender políticas que respalden el movimiento internacional de semillas tratadas, garantizando que ningún agricultor quede excluido.
Fuente: SeedWorld
El conocimiento de la genética está cambiando el rostro del manejo de plagas
Cuando se trata del mosquito del trigo, el nematodo del quiste de la soja y la pudrición de la raíz en las legumbres, los investigadores se mantienen por delante del enemigo.
Imagina que eres un pequeño mosquito del trigo que vuela en busca del lugar perfecto para poner sus huevos. Mientras vuelas sobre un campo de trigo, captas olores con tus delicadas antenas. Estos olores, o sustancias químicas orgánicas volátiles, te dicen mucho sobre las plantas de trigo que hay debajo.
Algunos tipos de trigo emiten olores que no resultan atractivos para el paladar: son como un ecualizador de sonido mal mezclado, con proporciones de sustancias químicas que no dan en el blanco. Sin embargo, cuando las proporciones son las adecuadas, es como una armonía perfecta para los sentidos. Estas plantas huelen de forma atractiva y te atraen a poner tus huevos allí.
Los científicos han descubierto que algunas variedades de trigo impiden de forma natural la puesta de huevos. No se trata del gusto, sino del olor. Estas plantas liberan sustancias volátiles que imitan las que se encuentran en el trigo post-antesis, una etapa por la que pasa el trigo que dificulta la supervivencia de las larvas de insectos.
Entonces, incluso si el trigo está en una etapa de pre-antesis, óptima para la supervivencia de sus larvas, su olor le dice lo contrario.
Es como un truco ingenioso: una estrategia de defensa de las plantas llamada disuasión de la oviposición. Al igual que cualquier padre que se preocupa por sus crías, evita desperdiciar sus huevos en plantas que no sustentarán bien a sus crías.
“Comprender estas señales volátiles no es fácil: los científicos tardaron años en recolectar muestras de aire de los campos de trigo para descifrar qué sustancias químicas disuadían a los mosquitos y cuáles no. Ahora, armados con este conocimiento, podemos entender mejor cómo se defienden las plantas y cómo los insectos como el mosquito del trigo responden a su entorno”, dice Tyler Wist, entomólogo de Agriculture and Agri-Food Canada (AAFC) en Saskatoon, Sask.
El equipo de Wist está descubriendo nuevos rasgos y genes que protegen al trigo de plagas destructivas como la mosca del trigo. Han identificado una nueva región QTL que mejora la eficacia del gen Sm1, junto con otras regiones genéticas que alteran el aroma del trigo para hacerlo menos atractivo para la mosca del trigo.
Son herramientas como ésta las que representan una nueva arma en la lucha contra las plagas y enfermedades en los cultivos.
“Si consideramos la industria de las legumbres, existe una red bien establecida donde la información fluye fácilmente a lo largo de toda la cadena de valor. No se trata solo de productores; también implica que las organizaciones comercializadoras de semillas se unan para desarrollar políticas, estrategias y prioridades”, dice Sabine Banniza, patóloga de legumbres del Centro de Desarrollo de Cultivos (CDC) de la Universidad de Saskatchewan.
El programa de patología de Banniza, al igual que el equipo de Wist, también está estudiando activamente la genética inherente a las legumbres como los guisantes y las lentejas para crear nuevas defensas contra la podredumbre de la raíz causada por Aphanomyces.
Prospera en condiciones húmedas y cálidas y se ha expandido por toda la provincia, causando caídas de hasta un 60-84% en el rendimiento de guisantes y lentejas, con pérdidas en ventas y exportaciones de hasta 1.500 millones de dólares al año, según Saskatchewan Pulse Growers (SPG).
En la actualidad, unas pocas prácticas o productos específicos pueden controlar el Aphanomyces, uno de los patógenos más dañinos del complejo de podredumbre de la raíz que afecta a las legumbres. La principal estrategia para controlarlo implica rotaciones de cultivos a largo plazo, evitando los guisantes o las lentejas durante seis u ocho años o más. Ese es un tiempo prolongado para dejar de cultivar por completo un cultivo específico, señala.
Un proyecto que ella dirige en los CDC recibió recientemente más de 4,2 millones de dólares de la Iniciativa de Investigación Estratégica (SRI) para descubrir y desarrollar soluciones para la pudrición de la raíz en cultivos de guisantes y lentejas.
Su equipo investigará el control biológico y otros productos del mercado para ver si su combinación con la primera generación de variedades con resistencia mejorada puede brindar soluciones a corto plazo para los agricultores, pero también están investigando el genoma para encontrar un nuevo enfoque para proteger los cultivos utilizando fungicidas de ARNi. Este método innovador podría ofrecer una nueva forma de mejorar la protección de los cultivos.
El ARN es una molécula fundamental presente en todos los organismos vivos. Desempeña un papel crucial en la traducción de la información genética a proteínas, que son los componentes básicos de las enzimas, las estructuras y otros componentes esenciales para la vida.
“Tradicionalmente, protegemos las plantas mediante la reproducción de semillas resistentes o aplicando tratamientos y fungicidas a las semillas. Esto es similar a defenderse contra una invasión en la que el patógeno, como un enemigo, utiliza armas producidas en sus fábricas para bombardear la planta. La interferencia de ARN (ARNi) ofrece una estrategia diferente”, dice Banniza.
Piense en la interferencia del ARN como una forma de alterar la maquinaria de las fábricas del patógeno, impidiéndole producir estas armas. Sin sus armas, el patógeno no puede invadir e infectar la planta. Este método apunta a la capacidad del patógeno de dañar la planta a nivel molecular.
5 mociones parlamentarias de impacto para el agro
Quizá una de las que viene haciendo desde hace un tiempo más ruido es la que propone la modificación al Código de Aguas, para establecer un nuevo margen para la construcción de tranques de uso agrícola, para que pasen de los 50 mil metros cúbicos actuales a 250 mil m3{+,} sin necesidad de solicitar el permiso sectorial a la Dirección General de Aguas. La iniciativa surge de la necesidad de los agricultores de obtener mayor capacidad de almacenamiento de agua, especialmente considerando que cuando llueve el agua se va rápidamente al mar.
La moción fue presentada por el diputado Benjamín Moreno, del Partido Republicano, quien explica que ‘la necesidad de almacenar mayor cantidad de agua se hizo fundamental en estos tiempos de sequía, se creó esta estrategia con mucha evaluación, de hecho, primero se presentó que aumentaran a 500 mil los metros cúbicos, pero con ayuda de expertos se llegó al número ideal’.
Al respecto, el presidente de la SNA explica que ‘es fundamental promover nuevas fuentes de agua. No estamos promoviendo un programa específico, pero es crucial que agilicemos la construcción de desaladoras, ya que no podemos permitirnos que su construcción tome 10 o 12 años. Cuando hablamos de que estas desaladoras deben ser multipropósito, nos referimos a que deben poder destinarse al consumo humano, la agricultura, la minería y otros fines, no solo al consumo humano. Esta es una discusión muy importante, y nos encantaría que las concesiones de estos proyectos dependieran del Ministerio de Obras Públicas, que es el que realmente conoce el tema hídrico. Actualmente, sin embargo, dependen de la Armada. Este proyecto busca agilizar la construcción y reducir la burocracia, lo que permitirá avanzar en la construcción de desaladoras en la Quinta Región y hacia el norte del país. En cuanto al estado de este proyecto, está siendo discutido en el Senado, sin embargo, dada la situación de sequía, considero que es crucial que este proyecto avance rápidamente’.
El proyecto fue presentado por el diputado Víctor Pino, del partido Demócratas, quien fue por dos años presidente de la comisión de Recursos Hídricos de la Cámara de Diputados, que vio en terreno cómo la multiplicidad y dispersión de organismos y servicios dentro del Estado entorpece un acceso adecuado al agua, especialmente en el ámbito agrícola y rural.
‘En este contexto, es crucial asegurar el acceso al agua en las zonas, como la Región de Coquimbo, donde el 50% de las tierras cultivables han dejado de utilizarse en los últimos 10 años. Aunque hay muchas áreas en las que podríamos hacer mejoras, lo que realmente necesitamos es una institucionalidad robusta. Creo que el Ministerio de Obras Públicas, con la gran cantidad de responsabilidades que tiene, deja de lado uno de los temas más importantes: el recurso hídrico. Y todos sabemos que, sin agua, ninguna actividad productiva puede desarrollarse, ni tampoco se pueden abordar los temas de sanidad’, dice Pino.
Por todo lo anterior, para Walker, desde la SNA, esta iniciativa es fundamental y necesita ser impulsada con fuerza. ‘Es un proyecto de ley que ya está en marcha, y debemos asegurarnos de que se ponga en tabla para su discusión. En la Mesa del Agua del gobierno anterior se trató este tema durante todo el período y hubo un amplio consenso en que Chile necesita una subsecretaría de recursos hídricos. Durante este gobierno también se ha discutido, y hace unos días lo presenté al ministro de Agricultura. Estoy convencido de que debemos empujar este proyecto con mucha fuerza, ya que cuenta con un gran consenso’, recalca.
‘Hay muchos proyectos de ley que debemos avanzar, y uno de ellos es el sobre incendios rurales. Creemos que la ley de incendios, que actualmente está en el Senado, es muy importante, pero también pensamos que es mejorable. Corma, que es un gremio perteneciente a la Sociedad Nacional de Agricultura, tiene muy claro cómo se puede mejorar este proyecto. Consideramos que esta ley no solo debe abarcar la prevención de incendios, sino también incluir aspectos como el combate y control de los mismos. Además, es crucial que aborde el tema de las penas y la persecución de quienes cometen el delito de incendio’, explica Antonio Walker.
Innovación: Impulsando el sector de las semillas
En el próximo Congreso Euroseeds de Copenhague, la innovación brillará con luz propia, y el escenario InnovAction será el eje central del Congreso. Mientras disfruto de un techo digno, calefacción central y una taza de té hecha con agua hervida en mi tetera eléctrica, reflexiono sobre el poder de la innovación y me pregunto: ¿dónde estaríamos sin la innovación? Bueno, supongo que estaríamos sentados alrededor de una fogata y viviendo en cuevas , y estoy bastante seguro de que nadie quiere volver a esa época. Bromas aparte, la innovación es absolutamente fundamental para el éxito a largo plazo del sector de las semillas, y aplaudo los esfuerzos de Euroseeds y otros por apoyarla.
Mientras que Merriam Webster ofrece una definición bastante pobre de innovación como “una nueva idea, método o dispositivo o la introducción de algo nuevo”, yo prefiero definir la innovación como el proceso de generar nuevas ideas, métodos, productos, servicios o soluciones que tienen un impacto y un valor positivos significativos. Todo comienza con un concepto creativo, que luego se transforma en un resultado tangible que aborda necesidades no satisfechas o, en el caso de un proceso, mejora la eficiencia y la eficacia.
Impulsando el progreso humano
La innovación ha sido durante mucho tiempo el motor que ha impulsado el progreso humano, ha transformado las sociedades y las industrias. Desde la rueda hasta Internet, cada avance se ha basado en los esfuerzos y el ingenio de innumerables personas que se atrevieron a imaginar un futuro diferente. El poder de la innovación reside en su capacidad para resolver problemas, crear nuevas oportunidades y ampliar los límites de lo que creemos posible. Si bien el concepto de innovación es tan antiguo como la humanidad misma, está transformando nuestro mundo más rápido que nunca.
Innovación en el sector de la mejora vegetal y de las semillas
Una de las áreas más importantes en las que la innovación ha tenido un profundo impacto es la agricultura en sentido amplio, que incluye el sector de la mejora vegetal y de las semillas. El desarrollo de nuevas variedades de plantas y semillas mejoradas ha sido fundamental para abordar la seguridad alimentaria, aumentar el rendimiento de los cultivos y hacer que la agricultura sea más sostenible.
Como la mayoría de ustedes saben, en el siglo XX se produjeron enormes avances en el cultivo de plantas, impulsados por el descubrimiento de los principios de la genética por Gregor Mendel y el posterior desarrollo de la biotecnología. La Revolución Verde de los años 1960 y 1970, que introdujo variedades de trigo y arroz de alto rendimiento , es un excelente ejemplo de cómo la innovación en el cultivo de plantas puede tener un impacto transformador. Esta revolución ayudó a aliviar el hambre en muchas partes del mundo al aumentar drásticamente la producción de alimentos.
A la vanguardia
Hoy en día, el sector de las semillas sigue estando a la vanguardia de la innovación agrícola. Las empresas están invirtiendo en investigación y desarrollo para crear semillas que sean más resistentes al cambio climático, las plagas y las enfermedades. Por ejemplo, se están desarrollando cultivos tolerantes a la sequía para ayudar a los agricultores a hacer frente a patrones climáticos cada vez más erráticos. De manera similar, las variedades resistentes a las plagas reducen la necesidad de pesticidas químicos, lo que contribuye a prácticas agrícolas más sostenibles.
Además, la aparición de CRISPR y otras tecnologías de edición genética ha abierto nuevas posibilidades en el campo del fitomejoramiento. Estas tecnologías permiten realizar modificaciones precisas en los genomas de las plantas, lo que permite el desarrollo de cultivos con un mayor contenido nutricional, una mayor vida útil y otras características deseables.
El papel del sector de las semillas en la innovación va más allá de la mera mejora del rendimiento de los cultivos. También desempeña un papel crucial en la preservación de la biodiversidad. Al desarrollar y distribuir una amplia variedad de semillas, los obtentores ayudan a mantener un acervo genético diverso, que es vital para la resiliencia de los sistemas agrícolas frente a los cambios ambientales.
Destrucción creativa
En el corazón mismo de la innovación se encuentra la destrucción creativa: el desmantelamiento deliberado de procesos establecidos para dar paso a métodos de producción mejorados. Aunque el concepto suena negativo, es un componente crítico del cambio y el crecimiento impulsados por la innovación. Se utiliza con mayor frecuencia para describir tecnologías disruptivas como los ferrocarriles o, en nuestra época, Internet. El término fue acuñado a principios de la década de 1940 por el economista Joseph Schumpeter, quien observó ejemplos reales de destrucción creativa, como la cadena de montaje de Henry Ford.
La destrucción creativa se puede observar en muchos sectores diferentes, incluido el sector de la mejora vegetal y las semillas, con ejemplos obvios como los híbridos F1, la modificación genética, la edición de genes, etc. El problema es que la destrucción creativa puede ser un arma de doble filo. Si bien conduce al progreso y a la creación de nuevas actividades, industrias y empleos, también vuelve obsoletos los existentes. Puede haber consecuencias no deseadas, como pérdidas temporales de empleos, repercusiones ambientales y desigualdad de poder. Esto no es novedad: la llegada de los automóviles condujo al declive de los carruajes tirados por caballos ; las cámaras digitales causaron la caída de la fotografía tradicional basada en película.
Este proceso puede ser doloroso para quienes forman parte de los sectores que se ven afectados. Sin embargo, creo que todos podemos estar de acuerdo en que la innovación es esencial para el crecimiento y el desarrollo económico a largo plazo. La destrucción creativa también obliga a las empresas a ir más allá del statu quo y a buscar nuevos espacios creativos: adaptarse, innovar o correr el riesgo de volverse irrelevantes. Es a través de este ciclo constante de renovación que las economías se mantienen dinámicas y capaces de afrontar nuevos desafíos. Quedarse estancado es básicamente retroceder.
Aprovechar el poder
El poder de la innovación es innegable. Ha marcado el curso de la historia de la humanidad y sigue impulsando el progreso en todos los sectores de la sociedad. Desde las antiguas invenciones que sentaron las bases de la civilización moderna hasta los avances actuales en el cultivo de plantas y el sector de las semillas, la innovación es un elemento central del desarrollo humano.
De cara al futuro, el reto será aprovechar este poder de manera responsable, garantizando la creación de un entorno en el que los beneficios de la innovación puedan compartirse ampliamente de manera que potencien un ciclo continuo de innovación y, en última instancia, mejoren nuestras vidas. Debemos estar preparados para adaptarnos a los cambios que traiga consigo. En el sector de las semillas, como en todos los campos, la innovación será clave para abordar los desafíos globales del siglo XXI, desde alimentar a una población en aumento hasta mitigar los impactos del cambio climático. Celebro los cambios que se avecinan.
Semillas certificadas, una ventaja también para los consumidores
Las semillas certificadas son la esencia del trabajo de la industria semillera y, al mismo tiempo, constituyen un valor añadido fundamental para todas las cadenas de producción alimentaria.
En Italia, la certificación la otorga el CREA-DC, un organismo ministerial, con pruebas que se desarrollan durante un largo periodo de tiempo. Comienza con inspecciones en el campo donde se produce la semilla, sigue con pruebas de laboratorio y, finalmente, con controles durante las fases de elaboración en las fábricas. El control posterior se realiza anualmente, como una verificación adicional de la conformidad de los lotes destinados a la comercialización. Este proceso garantiza los estándares de calidad exigidos por la ley en materia de pureza física y varietal, identidad, germinación y ausencia de patógenos.
Las semillas certificadas, que han sido sometidas a exhaustivos controles de calidad, representan un activo técnico crucial. Garantizan una alta calidad, eficiencia económica, cumplimiento legal, trazabilidad e innovación, ya que los ingresos comerciales financian la investigación varietal.
Todo esto tiene un impacto positivo en toda la cadena de suministro, desde los agricultores, pasando por los comerciantes, la industria alimentaria, hasta la distribución a gran escala y, en última instancia, los consumidores.
Un enfoque para mejorar
A pesar de las innegables ventajas, hoy generalmente reconocidas, el impacto de las semillas certificadas en el mercado es todavía parcial e insatisfactorio. En Italia oscila entre el 65% del trigo blando, el 60% de la soja y el arroz y sólo el 50% del trigo duro y la alfalfa. En el resto de Europa, la situación es más o menos la misma, con porcentajes de uso que van del 30 al 80%. Por lo tanto, una gran parte de la producción agrícola se realiza a partir de semillas no certificadas, es decir, no controladas y no garantizadas, preparadas de manera aproximada y generalmente no profesional. A menudo se trata de semillas ilegales, por lo tanto con riesgo de acciones legales por violación de las leyes sobre semillas y/o de las normas fiscales. En cualquier caso, estos cultivos no permiten ninguna trazabilidad e impiden el acceso a incentivos como el “fondo de trigo duro”, reservado a los agricultores italianos que estipulan contratos de cadena de suministro de al menos tres años y utilizan semillas certificadas.
¿Por qué esta elección? Muchos agricultores se engañan a sí mismos pensando que ahorrarían dinero. De hecho, en el mejor de los casos, el coste más bajo es de poco más de 20 euros por hectárea, una ganancia pequeña y solo aparente, si tenemos en cuenta todos los inconvenientes de las semillas no certificadas.
Se trata de una forma de operar obsoleta y no competitiva. El Pacto Verde Europeo, teniendo en cuenta sus objetivos y estrategias, exige trabajar con gran profesionalidad y, por tanto, con medios técnicos de alta calidad, como las semillas certificadas. En este sentido, el Ministerio de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales italiano ha puesto en marcha una propuesta —presentada por la asociación de semillas italiana Assosementi, y en la nueva Política Agrícola Común 2023-2027— ha establecido que, a partir de la siembra de 2024, para obtener el pago acoplado previsto en Italia para el trigo duro, el arroz, la soja, las semillas oleaginosas, el tomate para la industria, las legumbres y la remolacha azucarera, se requiere el uso de semillas certificadas. Un paso adelante para la agricultura italiana.
El consumidor es clave
El verdadero salto de calidad se producirá cuando la elección de los agricultores no esté condicionada por una normativa, sino por el mercado. Desde esta perspectiva, el elemento determinante será el consumidor. Hoy más que nunca, “el consumidor es el rey”. Es el consumidor quien dicta la dinámica del mercado y guía las estrategias de las empresas. Si algunas leyendas, como “Producido a partir de trigo 100% italiano”, o “De agricultura biológica (o integrada)”, o incluso “Sin aceite de palma”, cada vez más presentes en los envases de diversos productos alimenticios, se consideran estratégicas, mañana podría convertirse en “Producido a partir de semillas certificadas”. Se trata de comunicar al consumidor que las semillas certificadas representan una ventaja importante, que garantiza, entre otras cosas, la salud de los alimentos, su origen, su producción de forma legal y ética. Estos valores son muy solicitados y buscados en la alimentación por los ciudadanos europeos, como lo atestiguan encuestas autorizadas como el Eurobarómetro 2022 – Seguridad alimentaria en la UE.
Se trata de proporcionar información correcta y eficaz que, si finalmente es recibida por el consumidor, podrá influir positivamente en las decisiones de toda la cadena de suministro.
Un desafío decisivo para el sector de las semillas, en Europa y en el mundo.
Franco Brazzabeni es consultor comercial y de marketing en el sector agroindustrial internacional, miembro del Consejo de Administración de Assosementi y de ISF Groups y escribe un blog en www.agrinotes.it .
Fuente: SeedWorld