Lupino Amargo Boroa-INIA

Productores de La Araucanía sacan cuentas alegres con la adopción de lupino amargo desarrollado por INIA

El estudio de impacto indica que los productores/as tienen una alta valoración del trabajo desarrollado por el instituto y la variedad Boroa-INIA, con resultados favorables tanto económicos como sociales.

La Araucanía, 1 de agosto de 2022. En la década del noventa, un grupo de agricultores/as se acercó al Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en la Región de La Araucanía, con el fin de mejorar su producción de lupino amargo, un cultivo ligado a la Agricultura Familiar Campesina (AFC), que presentaba un calibre altamente heterogéneo y desigual, lo que perjudicaba su calidad y comercialización.

De esta forma, el primer objetivo de la colaboración establecida entre INIA Carillanca y AFC local, fue mejorar el calibre del cultivo a través del mejoramiento genético, lo que fue posible con el proyecto apoyado por INDAP “Mejoramiento del calibre del lupino amargo para exportación”. Con esta iniciativa se optimizó el calibre del grano de lupino blanco amargo (Lupinus albus), mediante selecciones por peso de grano con material cultivado en la región, trabajo que estuvo a cargo del fitomejorador y ex investigador de INIA Carillanca, Dr. Mario Mera. Con su ejecución se logró desarrollar la materia prima que permitiría ampliar el acceso a nuevos mercados y mejorar la calidad del producto.

El beneficio social de esta iniciativa se estimó en $67 millones, con un retorno sobre la inversión de 19 %, es decir, por cada 100 pesos invertidos en el programa de mejoramiento genético de la variedad desarrollada por INIA, conocida como Boroa-INIA, el instituto retornó $19 a la sociedad. Además, se registró a mediano plazo un 29 % de incremento en el rendimiento, con un 50 % a 70 % de lo producido con calibre superior a 13 mm, y nuevas oportunidades de negocio para la región.

Estos son algunos de los resultados del estudio INIA “Evaluación de impacto de la adopción de lupino amargo en la Agricultura Familiar Campesina de la Región de la Araucanía”, lo que a juicio de la fitomejoradora de INIA Carillanca, Dra. Claudia Osorio, “constituye un importante medición de impacto, ya que todos los ámbitos evaluados, como el político, socioterritorial y económico, fueron valorados positivamente, destacando una alta valoración respecto de la contribución del trabajo desarrollado por INIA, para abordar temas de interés público y estratégico dentro del rubro, proporcionando nuevas ideas y apoyo tecnológico a los productores”.

Dicho estudio está disponible en: https://tinyurl.com/2akakojn

 

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PCR en agricultura: Investigadora chilena desarrolló método rápido para identificación genética varietal en frutales

La sigla se hizo famosa con la pandemia de Covid-19, pero la técnica de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés) se ha usado desde los años 80 en el área de la salud humana, en temas como la detección de agentes infecciosos, exámenes de paternidad y para identificar ADN en el área forense.

Ese potencial individualizador de la técnica es el que utilizó la investigadora del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF), bioquímica de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Dra. en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias de la Universidad de Chile, Verónica Guajardo, quien en su tesis de doctorado comenzó a utilizar la técnica de PCR para análisis de identificación genética o genuinidad varietal, en árboles frutales y que por estos días ejecuta un nuevo proyecto de innovación apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).Actualmente la dinámica y el recambio varietal en el sector frutícola generan una alta demanda de nuevas variedades y portainjertos, acordes a las necesidades productivas y de gustos de los consumidores. Cada año en Chile se venden más de 180 millones de plantas frutales, por un valor de US$150 millones. Ese mercado requiere tener la certeza de que una planta de una variedad frutal, como puede ser una manzana Pink Lady o Royal Gala, sea efectivamente lo que dice ser.
‘Lo que hemos estado desarrollando en CEAF de Rengo es similar a los exámenes de paternidad de humanos, pero lo aplicamos en plantas, ya que usando el ADN se puede confirmar que el ‘presunto padre’ de una planta es realmente el que uno espera. El trabajo que realicé durante mi tesis fue desarrollado en variedades de cerezos y luego comencé a trabajar con plantas del Programa de Mejoramiento Genético tradicional de portainjertos de frutales de carozo que estaba desarrollando el Centro, para confirmar que las plantas obtenidas en los cruzamientos fuesen híbridas, es decir, que fuesen hijas del padre esperado’, explica la investigadora. ‘Ese trabajo fue la base para el desarrollo de un servicio de identificación genética en frutales que permite confirmar a lo más en cuatro semanas la identidad de las plantas de un vivero o de un productor con PCR’, agrega Guajardo.

Para Lorena Pinto, product manager de A.N.A Chile (Andes New Varieties Administration), principal administradora de variedades de frutales en el país, el servicio ofrecido por CEAF es un aporte tremendo para la fruticultura nacional. ‘Los viveros pueden hacer control de sus planteles y de las plantas hijas con los productores de manera más rápida y más económica, evitar confusión de variedades, identificar frutas en destinos o packings que puedan provenir de plantas que no son adquiridas de forma regular y así controlar la propagación ilegal de variedades protegidas’, explica.

PCR express

Con el apoyo de FIA, la investigadora lidera un proyecto que busca acortar aún más los tiempos de obtención de resultados con la técnica de PCR. Actualmente, en CEAF se está implementando un sistema de identificación genética de alta resolución, técnica que tiene como sigla qPCR-HRM, que se basa en el uso de equipos altamente especializados y con alto poder de discriminación. ‘Además de ser un procedimiento sencillo y que permite obtener resultados amigables en su interpretación, favorecerá una rápida toma de decisiones por parte de los clientes’, comenta Guajardo.

En esa línea, el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, sostiene que comúnmente la caracterización de plantas frutales se realiza mediante análisis morfológicos, siendo una metodología poco eficiente. ‘Este nuevo servicio de identificación genética les permitirá a los productores asegurar la calidad de sus productos, al poder definir, a un bajo costo y con alta certeza, la genuinidad de sus plantas antes de establecer la plantación. Ello mejorará la competitividad y rentabilidad de los fruticultores de nuestro país’.

Los resultados de la nueva técnica tendrán mayor sensibilidad y resolución y estarán disponibles para los clientes en una semana, lo que acorta el 75% del tiempo actual ‘Además, pretendemos analizar muestras en pool, es decir, examinar varias plantas en un único tubo para ver si todas son iguales o hay mezclas. Con ello los viveros podrán examinar muchas más muestras en un único análisis a un bajo precio’, señala Verónica Guajardo.

Se espera que la implementación de este servicio de identificación genética permita definir a futuro la genuinidad de más de 350 accesiones de variedades y portainjertos de cinco de las especies más importantes para la fruticultura chilena: cerezo, manzano, duraznero y nectarín, ciruelo japonés y nogal.

Fuente: CEAF