Hay algo profundamente satisfactorio en ver un campo lleno de plántulas recién brotadas en primavera. Es una promesa visible de lo que está por venir, una señal de que la temporada ha comenzado con fuerza. Pero más allá del impulso emocional que nos brinda, la rápida emergencia de las plántulas juega un papel crucial en el rendimiento del cultivo, impactando todo, desde el potencial de rendimiento hasta la tolerancia al estrés.
Una ventaja competitiva
En la carrera por establecer su dominio en el campo, la germinación temprana proporciona a los cultivos una ventaja crucial. Las plántulas que emergen rápidamente desarrollan sistemas radiculares fuertes, asegurando su acceso a nutrientes esenciales, agua y luz solar. Cuanto más rápido se establezcan, mejor podrán competir con las malezas que también compiten por los recursos. Este impulso temprano sienta las bases para una población más uniforme, lo que a su vez se traduce en una mayor consistencia del rendimiento en la cosecha.
Reducción del riesgo de enfermedades y plagas transmitidas por el suelo
Los patógenos transmitidos por el suelo, como Pythium y Fusarium, son conocidos por atacar los cultivos en preemergencia, presentando problemas persistentes en la postemergencia, cuyo impacto en el rendimiento no es evidente hasta la cosecha. Cuanto más tiempo permanece una semilla en el suelo, más vulnerable se vuelve a estas enfermedades que reducen el rendimiento. Acelerar la emergencia ayuda a los cultivos a evitar una exposición prolongada, permitiéndoles establecerse antes de que las infecciones se instalen.
Lo mismo ocurre con la presión de los insectos. Cuando las semillas permanecen en el suelo durante largos periodos, se convierten en blancos predilectos para plagas como los nematodos del quiste de la soja (SCN) y las larvas que se alimentan de las raíces. Pero cuando las plántulas brotan del suelo incluso uno o dos días antes, hay menos posibilidades de que estas plagas causen daños. Ese pequeño cambio en el momento de la siembra puede marcar una gran diferencia en la salud y la productividad general de la planta.
Mayor tolerancia al estrés abiótico
No podemos controlar el clima, pero sí podemos brindar a nuestros cultivos una mejor oportunidad de prosperar en condiciones impredecibles. Una emergencia más rápida de las plántulas mejora el vigor y el establecimiento de la vegetación, lo que aumenta la resiliencia de las plantas ante factores de estrés ambiental como la sequía y las fluctuaciones extremas de temperatura. Cuanto antes un cultivo comience a crecer y fotosintetizar activamente, mejor preparado estará para afrontar el estrés durante toda la temporada.
Una estrategia simple pero poderosa
En el mundo de la producción agrícola, cada día cuenta. Acelerar la emergencia de las plántulas, incluso por un pequeño margen, puede brindar beneficios tangibles en la competencia de malezas, la prevención de enfermedades, la resistencia a plagas y la tolerancia al estrés. Aunque pueda parecer un factor menor en el panorama general de la agricultura, a menudo son estas ventajas tempranas las que allanan el camino para una cosecha exitosa.
Cuando esos primeros brotes verdes brotan de la tierra, el cultivo va por buen camino. Y esa es una sensación que nunca pasa de moda.
Por:
Levi Tipton, Gerente de Cuentas de Tratamiento de Semillas de Tidal Grow® AgriScience, es un semillero con visión de futuro, impulsado por la misión de generar valor en las relaciones entre empresas, desde la primera hasta la primera plantación. Con raíces en una granja familiar en Iowa, su trayectoria abarca la producción de semillas, el apoyo agronómico y una Maestría en Tecnología y Negocios de Semillas de la Universidad Estatal de Iowa.
Fuente: SeedWorld