Mejorar la gestión de los recursos hídricos y aumentar la transferencia de conocimiento y tecnologías con enfoque en la Agricultura Familiar Campesina (AFC), serán claves para utilizar eficientemente el agua ante la baja disponibilidad del recurso, desafío que requiere que instituciones relacionadas con la administración de los recursos hídricos para la agricultura trabajen de forma mancomunada y colaborativa.
La Serena, 22 de septiembre de 2022. La disponibilidad de agua para el riego de los cultivos se está viendo reducida en gran parte del país. Ya sea por los efectos de una población creciente con mayores necesidades de alimentos, competencia con otros sectores económicos y/o efectos del cambio climático. En este contexto, la agricultura chilena requiere encontrar formas de adaptación a escenarios de baja disponibilidad hídrica. En ese sentido, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), tiene un rol fundamental como centro generador de ciencia y tecnologías, mediante las cuales desarrolla soluciones para aumentar la eficiencia en el uso de los recursos hídricos disponibles.
Con este objetivo, INIA realizó un conversatorio dedicado a plantear los nuevos desafíos que enfrenta la agricultura chilena y cuáles podrían ser las líneas de trabajo para abordar de manera efectiva la gestión del recurso hídrico en la agricultura. En la instancia, participaron investigadores de INIA de todo Chile, con visiones particulares desde sus territorios, junto a autoridades ministeriales, profesionales de otras dependencias del Ministerio de Agricultura, asesores, ejecutivos de fuentes de financiamiento y tomadores de decisiones.
“Este es un hito muy importante para nosotros y forma parte de las reuniones que les hemos denominado ‘Agendas del INIA’, para fijar una posición institucional frente a problemas relevantes para la agricultura nacional”, explicó Rodrigo Bravo, subdirector nacional de Investigación y Desarrollo de INIA, para quien el recurso hídrico “es uno de los temas más relevantes para la agricultura nacional”. En este sentido, indicó además que es necesario “que la agricultura comprenda que el recurso hídrico es limitado (no infinito) y por lo tanto tenemos que generar ciencia y tecnologías que nos permita convivir y conservar el recurso en un contexto de cambio climático y no solo pensando en el uso actual, sino que también para las generaciones futuras”.
Hernán Saavedra, seremi de Agricultura de la Región de Coquimbo, destacó la actividad realizada y se comprometió a coordinar un trabajo colaborativo entre los diferentes servicios del agro, puesto que considera que esto es fundamental para lograr una transferencia efectiva de las tecnologías y conocimientos desarrollados para los agricultores. “La gestión de los recursos hídricos necesita llevar al agricultor a tener una mejor eficiencia hídrica durante la producción agrícola y de este modo permitir que acceda a una buena calidad de vida y por tanto siga viviendo en el campo. En ese sentido, la labor del INIA, la labor del Estado, de autoridades y privados, es establecer una sinergia que permita que la gestión de recursos hídricos sea eficiente ya que tenemos poca agua y debemos aprovecharla al máximo. Tenemos que seguir generando estas instancias de conversación y llegar a buenos acuerdos de tal manera que los agricultores se vean beneficiados. Una de las principales tereas que nosotros nos llevamos como Ministerio es fortalecer las alianzas entre las instituciones que hacen extensión agraria y las que hacen investigación. El conocimiento no sirve de nada almacenado en las bibliotecas o en papers si no pueden ser implementados por quienes necesariamente requieren ese conocimiento para mejorar su productividad”, sostuvo Saavedra.
Adaptarse a la oferta disponible
Si bien dentro del conversatorio se tocaron temas relacionados con la necesidad de ampliar la oferta y disminuir la demanda del vital líquido, una de las conclusiones fue que con el agua disponible y mejorando la gestión, se puede optimizar la eficiencia hídrica y por tanto la disponibilidad de agua para la agricultura.
“La eficiencia hídrica sigue siendo siempre el principal desafío. La principal conclusión es que a través de trabajos de investigación y el uso de herramientas tecnológicas, es posible mejorar la gestión de los recursos hídricos disponibles. Efectivamente, tanto en la Región de Coquimbo como en otras regiones del país se aprecian limitantes en la disponibilidad hídrica, las que se potencian cuando no existe una gestión adecuada de estos recursos. Es por esto que la principal apuesta es trabajar en mejorar su gestión y eficiencia, antes de pasar a otras soluciones que apuntan a aumentar su oferta a través de obras de gran inversión pública o que afecta a otros ecosistemas”, explicó Claudio Balbontín, especialista en riego de INIA Intihuasi.
Por su parte, Carolina Pañitrur, investigadora de INIA Intihuasi y encargada del Banco Base de Semillas de Vicuña, agregó que “es necesario dar respuesta ante la urgencia climática que estamos viviendo, y dentro de lo más relevante es que debemos definir cuáles son los nuevos desafíos a nivel científico, de investigación, de transferencia tecnológica y no solamente a nivel de nuestra institución, sino que como país. El conversatorio permitió abordar el tema de la oferta y demanda de agua desde el riego, desde diferentes aristas y nos condujo a diferentes preguntas y desafíos que tenemos que abordar en el corto y mediano plazo”.
Además de hacer hincapié en la necesidad de capacitar y acompañar a los agricultores y agricultoras pequeños en el uso de las tecnologías disponibles como los sistemas de riego tecnificado, el uso de información satelital para monitorear los cultivos y de estaciones meteorológicas para lograr implementar un manejo del riego eficiente del agua disponible, se recordó la importancia de la educación en el proceso de transferencia de tecnología, sobre todo a los jóvenes estudiantes de liceos técnicos, quienes pueden ser portavoces de las investigaciones que INIA ha realizado para apoyar a la Agricultura Familiar Campesina.