Se prevé que pasarán entre seis y ocho meses antes que demanda vuelva a crecer
El tráfico de los puertos chinos se ha ralentizado considerablemente, los contenedores vacíos se apilan a seis alturas, e incluso, el mayor operador mundial de portacontenedores tiene previsto devolver a sus propietarios docenas de buques fletados. En definitiva, los ejecutivos del transporte marítimo mundial luchan contra la caída de las exportaciones, el descenso de los fletes y el creciente suspenso sobre si el sector se encamina hacia una guerra de precios, reporta WSJ.
Las exportaciones chinas cayeron casi un 10% en diciembre respecto al año anterior, el tercer mes consecutivo de descensos y la mayor caída desde que Pekín cerró la ciudad portuaria de Wuhan a principios de 2020. La caída de los volúmenes ha empujado las tarifas mundiales de flete de buques a una espiral descendente, con el costo de enviar un contenedor de China a Los Ángeles cayendo a US$1.238 esta semana desde US$15.600 en esta época el año pasado, según el Índice Báltico de Freightos.
“Hay 16.000 camioneros registrados aquí, pero sólo 3.000 están trabajando”, dijo Gao Chiang, un conductor que acababa de descargar un contenedor lleno de armarios de cocina en el puerto de Shenzhen, una de las mayores puertas de exportación de China. “Este año será probablemente uno de los peores que hayamos visto nunca, porque los estadounidenses han dejado de comprar productos chinos”.
Nueva realidad para las navieras
Navieras como Maersk y MSC, que obtuvieron beneficios récord al principio de la pandemia, se han visto abocados a una nueva realidad. En los últimos tres meses han retenido hasta un tercio de la capacidad programada de Asia a EE.UU. y un 20% de Asia a Europa, cancelando los zarpes de docenas de buques.
El sector también ha paralizado alrededor del 7% de la capacidad mundial de buques. Esas naves están estacionadas en astilleros en mantenimiento prolongado o anclados en aguas de Malasia y otros lugares del sudeste asiático con sólo unos pocos tripulantes a bordo.
El sector del transporte se enfrenta ahora a la misma incertidumbre que rodea a sus mayores clientes, como Amazon.com Inc., Target Corp. y Home Depot Inc. Pues, si la economía se contrae, se espera que las tarifas de flete caigan por debajo de los niveles de equilibrio y den inicio a una nueva serie de guerras de precios entre las navieras que en el pasado condujeron a pérdidas de varios años.
Soren Toft, consejero delegado de MSC, en una entrevista en la Conferencia Marítima Transpacífica (TPM, por su sigla en inglés) de Long Beach, un encuentro anual de los sectores del transporte marítimo y la logística celebrado en febrero, afirmó que MSC devolverá hasta 60 buques fletados a sus propietarios y desguazará varias unidades viejas para controlar la capacidad. Además, han encargado unas 130 embarcaciones nuevas que se incorporarán a su flota en los próximos tres años y medio.
Otros miembros del sector creen que el cambio de tendencia llevará más tiempo. Vincent Clerc, consejero delegado de Maersk, declaró en febrero que los importadores estadounidenses estaban haciendo pedidos muy por debajo de los niveles normales y que pasarían entre seis y ocho meses antes de que la demanda volviera a crecer. Afirmó que los beneficios de este año serán inferiores a los de 2022.
Los analistas dicen que es probable que las navieras empiecen a subcotizarse entre sí en las próximas semanas en materia de precios para atraer a nuevos clientes o mantener a los existentes. “Deberían haber cancelado el doble de salidas de las que han cancelado”, afirma Lars Jensen, director ejecutivo de la consultora danesa Vespucci Maritime. “El desplome de la demanda que hemos visto en los últimos cinco meses está provocando guerras de precios, que nadie quiere”.
Tarifas de fletes a largo plazo disminuyen
Durante la conferencia TPM, la principal convocatoria donde se negocian anualmente las tarifas de transporte marítimo a largo plazo y que se realizó recientemente en Los Ángeles, los propietarios de grandes cargamentos se están asegurando tarifas de flete marítimo a largo plazo que suponen alrededor de un tercio menos que los contratos del año pasado, según personas implicadas en las conversaciones.
Los expedidores presentes en la TPM afirmaron que están obteniendo tarifas más bajas y que ya no se enfrentan a retrasos prolongados en las entregas.
Tradicionalmente, las navieras negocian tarifas de flete anuales. Pero en la conferencia TPM de este año, están negociando contratos de tan sólo dos o tres meses, algo sin precedentes, según Peter Sand, analista jefe del proveedor de datos de transporte marítimo Xeneta.
“La marea ha cambiado por completo y los propietarios de los cargueros tienen ahora la sartén por el mango en las negociaciones contractuales”, afirma Sand.
Por MundoMarítimo