Durante la semana pasada, Viveros de Chile AGV envió una carta a la mayor parte de los alcaldes de las comunas agrícolas del país, con el fin de solicitar su apoyo en una adecuada interpretación del Instructivo de Salvoconducto, de tal forma que se reconozca al sector como base del rubro agroalimentario.
En el contexto de COVID19, la Asociación de Viveros de Chile AGV, organización que representa a más de 50 viveros (90% PYME), que concentran alrededor del 90% de la producción de plantas de frutales y de hortalizas que se comercializan en Chile, inició hace un par de semanas una amplia campaña entre sus asociados, con el fin de tomar todas las precauciones para proteger a sus colaboradores y aplicar las recomendaciones de la autoridad sanitaria. Y junto a ello, poder garantizar las operaciones esenciales para asegurar el cumplimiento de su rol en la cadena de abastecimiento de alimentos a la población, que se ha hecho clave ante la situación de pandemia.
El Presidente de Viveros de Chile Cristian Pichuante, enfatiza que “la asociación representa a más de 50 viveros, en su gran mayoría PYMES que concentran alrededor del 90% de la producción de plantas de frutales y de hortalizas que se comercializan en Chile, siendo la base de la cadena hortofrutícola”.
En la misma línea, la gerente de la organización Maritrini Lapuente, destaca que “los plantines de hortalizas son el insumo esencial para la producción hortícola, ya que cada vez se ocupa menos siembra directa a escala comercial por los evidentes beneficios fitosanitarios y productivos que implica utilizar un plantín”, explicó.
En este momento los plantines que se están produciendo y despachando a campo de agricultores son principalmente los de lechugas, apios, cebollas, cebollines, betarragas y brassicas (coliflor, brócoli, repollo, etc.), los que se cosecharán en los próximos 2 meses aproximadamente.
A partir de julio los viveros hortícolas comienzan a sembrar sus plantines de tomates, melones, sandías, pimientos, ajíes, cebollas, cebollines, zanahorias, acelgas, espinacas, pepinos, zapallos italianos y de guarda para plantación en campo a partir de septiembre, lo que sustenta la producción de todas estas especies durante primavera y verano.
Los viveros frutales, en tanto, sustentan la reconocida industria frutícola que prestigia a nuestro país desde hace varias décadas y que en estos momentos se encuentra realizando un intenso recambio varietal hacia productos con mejores características, tanto productivas como organolépticas, en sintonía tanto con la demanda de los productores, como de los mercados de exportación, lo que nos permitirán seguir siendo competitivos en el mediano y largo plazo.
Muchos de los viveros realizan además propagación como laboratorios in vitro, los que a su vez abastecen de portainjertos a muchos viveros nacionales, que serán utilizados para generar las nuevas plantas para que los productores puedan comenzar o renovar sus huertos. “Especialmente en el caso de estos sistemas productivos, los procesos que comienzan no pueden parar, sin generar grandes pérdidas a toda la cadena, ya que las tareas son muy dinámicas y exigen un trabajo minucioso de pocos días de plazo para su exitosa realización. Cortar el suministro desde los laboratorios in vitro frenaría las plantaciones frutales por un largo periodo”, destaca Maritrini Lapuente.
Por todo lo anterior, los viveristas no han escatimado en medidas que aseguren la salud a la vez que la continuidad de la operación.
Felipe Massanés, gerente general de Univiveros, explica que el coronavirus “nos ha cambiado la forma de trabajar, tomando un montón de resguardos para nuestros equipos de trabajo, con reuniones diarias para seguir y afinar los protocolos al máximo, donde hicimos cambios en el transporte de nuestro personal para minimizar los riesgos de contacto y donde cada trabajador dispone de mascarillas y mucha comunicación con recursos humanos. Estamos minimizando los contratistas para evitar perder control, limitando labores y le damos prioridad a lo más urgente e importante”, explicó.
Massanés, indica que al rubro del viverismo de planta la situación “lo pilló en un buen momento del año”, donde las importaciones están terminadas y faltan cuatro meses para la cosecha en las plantas en raíz desnuda. “Estamos contentos de las gestiones de la Asociación gremial para darle seguridad al transporte básico en las próximas semanas”, valoró.
SALVOCONDUCTO
Por su parte, Sergio de Rojas, gerente general de Agromillora, explica que como empresa tomaron medidas una semana antes que el coronavirus llegara al país, con protocolos para el saludo, uso de alcohol gel, etc. Luego se agregó el control de temperatura, y circulares diarias con actualización de las medidas. No obstante, han debido enfrentar la incomprensión respecto de la labor que realiza un vivero a la hora de obtener el salvoconducto. “Tenemos un turno de laboratorio clave de 15 a 24 horas, y no nos querían dar el permiso, fue muy complejo”. Por ello, el ejecutivo considera que es importante “generar conciencia de que somos parte del sector alimentario para evitar estas trabas”.
Maritrini Lapuente explica en esa línea que “en algunos casos puntuales, nuestros viveros no han obtenido salvoconducto para realizar movimientos necesarios en horario de Toque de Queda, por lo que decidimos ser proactivos y hacer llegar a las autoridades nuestra preocupación por las repercusiones que podrían tener más adelante situaciones como esta, tanto para nuestro gremio, como para la cadena de abastecimiento de frutas y hortalizas y por tanto para toda la población”.
Lapuente afirma que es urgente que la autoridad considere esta situación y transmita a carabineros, jefatura de orden público de la región respectiva y quiénes corresponda, que “nuestro sector pertenece al agro, que como bien decretó recientemente el Ministro Walker es una actividad de Infraestructura Crítica para mantener la cadena alimentaria y siendo así se encuentra incluida en el Instructivo Salvoconducto publicado el 22 de marzo por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública del Gobierno”.